‘Ceremonia’, el tercer disco de La Bien Querida, parece una venganza contra todos los que creyeron que ‘9.6’, aquel bonito single de su debut, había sido destrozado por su producción electrónica con respecto a la frescura de la maqueta. O contra aquellos que pensaron que ‘La veleta’, por su sonido endeble era de lo peor contenido en el último álbum de Los Planetas. Ana no lee las críticas buenas ni las malas, pero su compañero perenne en esta aventura, David Rodríguez, sí, y por momentos este paso adelante se antoja como una bofetada para detractores. Pero no. Más bien debe de ser la evolución natural de un dúo que se ha empeñado en dar vueltas a melodías y producción hasta llegar a maravillas como ‘Monte de piedad’, o que lleva meses dejándose ver en las redes sociales en compañía de gente aficionada al kraut como Pegasvs (Sergio se ha encargado de mezclar este álbum).
Podríamos hablar de la extraña mezcla, sin igual desde luego fuera de nuestras fronteras, entre canción tradicional y electrónica setentera. Cuando evaluábamos el single ‘Arenas movedizas‘ salían nombres tan dispares entre sus posibles influencias como Sigue Sigue Sputnik, Laibach, el pop femenino de los años 60 y Jeanette. Y en gran medida ‘Ceremonia’ suena a algo así como si Can hubieran grabado unas sesiones junto a Cecilia. Como sus amigos Los Planetas, La Bien Querida retoma la herencia andaluza (las malagueñas, los verdiales…) para construir pseudo-romances como ‘Hechicera’ o canciones como ‘Aurora’. Otras veces los sintetizadores, siempre presentes, predominan desde el inicio de la canción, como en ‘Más fuerte que tú’, también en sintonía con grandes baladas ochenteras de Berlin o Jennifer Rush; o por supuesto en el primer single.
Pero la pregunta aquí es qué demonios importa el envoltorio cuando las canciones son tan emocionantes. Los tomas y dacas en una relación siguen protagonizando las letras de Ana, que llegan especialmente cuando se habla de celos desde la más absoluta de las claridades («Me estoy volviendo loca / Te imagino en cualquier bar / Tratando de engañar / A alguna niña tonta» en ‘Arenas movedizas’; «No vengas contándome penas / Que cuando tuviste alegrías / A otra le fuiste con ellas», en ‘Aurora’) y de un romanticismo de lo más sensual («Suben los grados en el coche / Justo hay un desvío carretera comarcal / Niebla bien entrada la noche / Pareces muy tranquilo, trato de ser natural»), a menudo con una dosis considerable de sentido del humor («Y yo aquí haciendo eses, aquí haciendo eses / De amor con las caderas», en ‘A veces ni eso’).
Particularmente acertadas son esta última canción, a pesar de su desvergonzado homenaje a New Order en lo musical («Te sueles confesar con tu conciencia / Te absuelves poco tiempo después sin penitencia / Y a veces ni eso»), y la envolvente y deliciosamente contradictoria ‘Carnaval’. La letra de ‘Mil veces’, que esconde una pequeña crisis en la cotidianeidad conyugal, definitivamente emparenta al dúo líricamente con los Everything But The Girl de ‘Walking Wounded’, aquellos que no paraban de reprocharse cosas pero siempre desde dentro de su propio hogar.
A pesar de su evolución fascinante y tan curiosa (las fotos promocionales ya no son tan «falda flamenca»), ‘Ceremonia’ no es el álbum definitivo de La Bien Querida: en cierta medida se siguen manteniendo algunos de los defectos de ‘Romancero‘ y ‘Fiesta‘. Su producción no es digna de hacer asomar cabezas internacionales como está sucediendo en otras casas, y las letras no son las más complejas del mercado. Sin embargo, de nuevo, será difícil resistirse a sus muchos encantos: juegos de palabras como «Tengo muchas dudas sobre mi… les de cosas, pero pocas dudas sobre ti», el devaneo entre lo optimista y lo enfermizo de canciones como ‘Los picos de Europa’ o melodías tan poderosas como prácticamente todas las aquí contenidas. Para un tercer disco en menos de cuatro años, ¿qué más queríamos?
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Carnaval’ + ‘A veces ni eso’, ‘Arenas movedizas’
Te gustará si te gustan: Los Planetas, Jeanette + Can, New Order
Escúchalo: Deezer