Hablar de Madonna en internet con los comentarios abiertos se ha convertido en una pesadilla en los últimos años, con el pop convertido en una agitada carrera por averiguar quién será su sucesora (los últimos datos apuntan a Katy Perry). Pero ni en el peor de los tugurios foreros (en donde podemos incluir nuestras páginas, por suerte), donde se cuestiona constantemente su edad, sus looks, su voz o incluso sus hits (??), se suele cuestionar la calidad de sus actuaciones, fruto de largos meses (bueno, ya años) de preparación física y décadas de experiencia, que han creado escuela para bien y para mal. En este último caso porque no hay concierto de diva que se precie sin su correspondiente sucesión de interludios, y en el primero porque tampoco habrá show en el que no se evalúen coreografías, vestuario y puesta en escena al mismo nivel que la propia música.
Porque todo el mundo sabe lo que pasa cuando Madonna se sube a un escenario, la gira ‘MDNA Tour’ ha sido la más exitosa de 2012 y las únicas preguntas que caben al enfrentarnos a su tardía edición en DVD+2CD (y Blu-Ray) esta semana son si este tour ha estado a la altura de sus mejores giras y si el montaje en nuestros televisores está a la altura del que presenciamos en directo.
Era difícil competir con ‘Confessions Tour’, ‘Girlie Show’ o aquel ‘Drowned World’ que contenía los hits de ‘Ray of Light’ y ‘Music’ (la cumbre de su carrera), pero los impresionantes shows preparados para algunas de las canciones del infravalorado ‘MDNA‘ sitúan este concierto en la mitad alta de las nueve giras realizadas por Madonna hasta la fecha. Y es que mientras sus fans debatían cuán implicada había estado realmente la artista en las canciones del disco, ella defendía durante 88 noches temas supuestamente menores como ‘I Don’t Give A’, guitarra metalera en mano, como si le fuera la vida en ello; fingía que ‘Turn Up The Radio’ y hasta ‘I’m a Sinner’ habían sido hits mundiales con bien de «sing along» por parte del público; o reservaba sus mejores ideas escénicas para ‘Girl Gone Wild’ (ese salto al vacío a sus años, al final nunca se cayó, estaría en Youtube), ‘Give Me All Your Luvin’ (y sus percusionistas voladores) y la teatral ‘Gang Bang’, con su polémico derroche de violencia. Menos vistosos pero entretenidos son los números correspondientes a las mejores canciones del disco, ‘I’m Addicted’ y ‘Love Spent’, este último acompañando a ‘Like a Virgin’ y su reflexión sobre el lugar de Madonna en la industria del pop y lo apropiado o no de la muestra constante de su cuerpo (o su vida privada), en el DVD lamentablemente con un insoportable montaje lleno de fotografías que deberían haberse guardado para el libreto.
Entre los temas pasados recuperados destacan un ‘Revolver’ que se justifica solo por su graciosísimo «don’t fuck with the queen!» pasado por Autotune, ‘Express Yourself’ con el pegajoso guiño a Gaga no acreditado en el libreto («contains elements from ‘She’s Not Me'», ha escrito, con todo su coño), un siempre muy bien resuelto y bastante raphaelesco (por los espejos) ‘Human Nature’, un ‘Celebration’ más bailado que cantado en homenaje a la cultura dj y especialmente ‘Open Your Heart’ acompañado del Kalakan Trio del País Vasco francés: Madonna termina cantando en euskera, pero lo mejor es que pocas veces ha integrado tan bien su obligado arrebato étnico, en otras ocasiones bastante caspilla (cuota aquí reservada a la presentación de su hijo Rocco, cual Paquirritín).
El montaje, a veces con ralentizaciones innesarias y otras con sucesiones de planos demasiado vertiginosas, no saca todo el partido a una gira que ha recibido las mejores críticas de la carrera de Madonna y varios premios Billboard, pero es más o menos apañado y la mar de entretenido. ¿También el audio de los CD’s? ¿Quién quiere escuchar un concierto de Madonna sin verlo? Sorprendentemente, a pesar del molesto ruido de fondo de fans gritando -exageradísimo en la posproducción- y sin llegar a conformar un ‘101’ de la vida, la escucha de algunas de las canciones está bastante llena de energía. Es el caso de una mitad emocionante mitad hilarante ‘Like a Prayer’, con fans diversos aportando su frasecita frente a su ídola. En general, aunque hace tiempo que la parte musical no está tan cuidada en directo como en sus inicios, el trabajo en la combinación de voces pregrabadas y en vivo es bueno y hasta parece natural, con arrebatos de pasión por aquí y por allá que demuestran que Madonna no hace ni la mitad de playback que a Elton John le gustaría.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Like a Prayer’, ‘Gang Bang’, ‘Give Me All Your Luvin», ‘Express Yourself’
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