La Asociación de Promotores Musicales (APM) ha presentado un balance (¿quizá algo temprano?) de los resultados de asistencia a los festivales celebrados este año en nuestro país. Entre los datos ofrecidos, destaca el liderazgo, un año más, de Arenal Sound, con 250.000 espectadores (uno de ellos, recordamos, fue Alberto Fabra), aunque presenta un descenso de asistencia frente a los 280.000 del pasado 2013. Y también el descenso, sostenido desde 2011, del FIB, que ha acumulado en sus cuatro días de conciertos la cifra de 120.000, perdiendo 80.000 sobre su cifra récord. La organización del festival, sin embargo, valoraba positivamente la asistencia considerando que se estabiliza tras estar a punto de desaparecer. También han perdido tirón el murciano SOS 4.8 (70.000 personas, por 90.000 de 2013) y Sónar (110.000 por 121.000 de 2013, aunque el Sónar de día batió récord de asistentes con 52.000 personas).
En el otro lado están los festivales que ganan público. Primavera Sound registró 190.000 asistentes frente a los 170.000 de 2013, y Bilbao BBK Live alcanza los 120.000 por primera vez. Sube también Rototom (240.000, aunque este evento suma la asistencia de ocho fechas), mientras que se mantienen Low Festival (75.000) y el veterano Viña Rock, que sostiene en la admirable cifra de 200.000 asistentes. La Asociación alerta sobre la profusión de nuevos festivales «que [creen que] con 50.000 personas se rentabiliza un festival, juntando diez nombres de artistas en un lugar de playa y atrayendo a gente de la hostelería que no tiene ni idea de este negocio. Esos están condenados a desaparecer». Pero, a la vez, celebra la aparición de propuestas de «promotoras solventes» como el 101 Sun Festival de Málaga o «festivales premium» como Cap Roig. La APM vuelve a denunciar de nuevo la injusticia del tipo de IVA aplicable a conciertos: «Un festival nutre a la población en que se ubica con 50.000 visitantes que van a dormir en sus hoteles y a comer en sus restaurantes y supone un agravio bestial que todo esto tribute al 8 por ciento y que el promotor que genera el negocio tenga que pagar un 21 por ciento».