Ya se sabe que Mediaset domina a la perfección el arte de enaltecer y hundir en la miseria a sus personajes en cuestión de días. Si bien hace unas semanas Los Chunguitos fueron expulsados disciplinariamente de ‘Gran Hermano VIP’ por unos comentarios que trajeron cola en las redes sociales (desde entonces van a las galas a calentar silla, básicamente), anoche volvieron al prime time como grandes protagonistas de ‘Los Gipsy Kings’, un programa que toma prestado como referentes a ‘Alaska y Mario’ y ‘Palabra de Gitano’ (cuyo mayor highlight fue exhibir la dantesca prueba del pañuelo) para mostrarnos el día a día de cuatro estirpes gitanas. La cosa prometía entretenimiento en vena después de cotillear unos cuantos avances, pero una vez visto el primer episodio el experimento cae por su propio peso dado el desigual interés que generan muchos de sus protagonistas y una edición que, ni por asomo, luce la mala leche de esa obra maestra de la televisión contemporánea que es ‘¿Quién quiere casarse con mi hijo?’.
Pocas, muy pocas cosas destacables ha habido en su primera hora y media. Más allá de ver a los hermanos Salazar en tanga por las playas de Marbella y haciendo el ganso en un gimnasio de Vallecas (con esos subtítulos tan necesarios al meón crónico de Juan para no perder el hilo de la conversación), la única figura a reivindicar del programa es La Rebe. La muchacha, que tanto se mueve como pez en el agua por los mercadillos como por las plazas de Plasencia para que la «roneen», próximamente va a emular aquel ‘My Super Sweet 16’ de la MTV con un cumpleaños que promete ser el acontecimiento del año para los amantes del brilli-brilli más kitsch. Ha nacido una estrella y una futura tronista para ‘Mujeres Hombres y Viceversa’.
Los Maya, con esa beligerante matriarca de armas tomar llamada Salvadora y su hijo Juan Andrés, también podrían salvarse de la quema al prometernos un sinfín de broncas falseadas entre las bambalinas de la granadina ‘La Cueva de La Rocío’ (atención a Sonia, la sufrida cocinera del tablao, que en menos que cante un gallo abandonará el delantal). Pero en cuanto a los Fernández, lo único destacable han sido las cejas metrosexuales tan 2005 del joven Kiki (al que se le podría llamar simplemente nini) y El Charro, un patriarca vestido como el icónico J.R. de ‘Dallas’ que ha vuelto al caserón mallorquín para poner algo de orden entre los holgazanes que proliferan en esa familia.
El programa promete ser tan blanco que dudamos de que vaya a mostrar broncas de aúpa y situaciones comprometidas (anoche, por ejemplo, no se explotó como se debía la aparición de un Andrés Pajares que no hacía más que soltar gilipolleces sinsentido mientras disfrutaba de una copa en el reservado de un club marbellí). Así que, o los guionistas se ponen las pilas y explotan el morbo que cualquier espectador espera de un show televisivo como este, o los datos de audiencia se desplomarán salvajemente porque así no habrá nada muy llamativo que contar durante las próximas semanas.
Calificación: 3/10
Destacamos: La Rebe como nuevo icono gipsy, los subtítulos que nos ayudan a entender a Juan Salazar y el look de El Charro, todo un must para los Carnavales.
Te gustará si te gusta: ‘Palabra de Gitano’ y perder el tiempo con realitys blancos en los que en realidad no se cuenta nada.
Predictor: Compitiendo con el incendiario debate de ‘GH VIP’ tiene muy pocas posibilidades de despuntar la noche de domingo.