Madrid es un constante «o todo o nada». La prensa ha hablado últimamente de las razones por las que Adele, Madonna o Coldplay no actúan en la ciudad. Y son las que hemos analizado muchas veces: ubicación geográfica, subida del IVA cultural a un 21% cuando en otros países es mucho menor, el hecho de que el Barclaycard Center sea algo más pequeño que el Palau Sant Jordi, etcétera.

Después, está el típico día como este jueves 10 de diciembre, en el que tienes tanto plan que no sabes dónde meterte. Coinciden en la ciudad cuatro conciertos con un target bastante parecido. Llama especialmente la atención la coincidencia del show de Christina Rosenvinge en Joy Eslava (entradas, aquí) con el de La Bien Querida con Hidrogenesse de teloneros en OchoyMedio (entradas, aquí). Ambas presentan en la ciudad, y en salas bastante grandes, grandes discos que seguramente estén en todas las listas de lo mejor del año, pocos días antes de que estas listas vean la luz. Se trata de ‘Lo nuestro‘ y de ‘Premeditación, nocturnidad y alevosía‘, dos álbumes que podrían coronar perfectamente nuestra lista de mejor álbum de 2015 (a falta de redactores por votar ambos aparecen en el top 10), gracias a su excelente colección de buenas canciones, ejecutadas por dos artistas muy diferentes pero igual de inquietas que no han parado de evolucionar, y que podrían optar quizá también a una nominación al Premio Ruido (aunque aquí están llamados a votar más de 100 periodistas especializados de la PAM y sabe Dios qué podría pasar).

También tocan en Madrid este jueves, entre otros, Sidonie en La Riviera, en este caso cerrando la gira de ‘Sierra y Canadá‘ del año pasado; y Kings of Convenience, tras su paso por Barcelona y con todas las entradas agotadas para el pase doble que realizan en el Teatro Lara (día 9, aparte del día 10). Una cosa está clara: no parece noche de quedarse en casa…