«Quiero que te quedes / estoy mucho mejor a mi bola» es la primera frase que escuchamos en ‘Human Ceremony‘, el álbum debut de Sunflower Bean. No es la única contradicción presente en las canciones de este trío compuesto por Julia Cumming (voces, bajo), Nick Kivlen (voces, guitarra) y Jacob Faber (batería), tres jóvenes de Nueva York que aún no han cumplido los 21 años, pero quizá la mayor de todas es que las discordancias del álbum juegan más a su favor que en su contra, como bien demuestra el contraste entre sus dos mejores canciones, ‘Easier Said‘, un corte dulce y melancólico que combina los punteos de Sarah Records con las melodías atemporales de Fleetwood Mac, y ‘Wall Watcher‘, que extrae toda su energía y efectividad del repertorio de Black Sabbath. ¿Es posible hablar de estas canciones sin mencionar sus evidentes influencias? El secreto de ‘2013‘, que el trío define como su canción más importante, es que acompaña sus inquietudes psicodélicas con los primeros R.E.M. y los primeros The Cure, mientras ‘I Was Home’ y ‘Space Exploration Disaster’ fluyen con la energía de los Led Zeppelin a los que tanto deben los Tame Impala de ‘Lonerism‘. No es casualidad que una de las primeras canciones de Tame Impala se titule ‘Led Zeppelin’ y que una de las primeras canciones de Sunflower Bean se titule ‘Tame Impala’… ¡el círculo se ha cerrado! Así que no, no es posible hablar de estas canciones sin evocar influencias pasadas, pero sí es posible disfrutar de ellas, que ya es mucho. La de un grupo debutante buscando su sonido en su primer disco es una historia mil veces vista, pero si Sunflower Bean hacen de la variedad su marca, estoy seguro de que, en el futuro, nos pueden dar muy buenos momentos.
Calificación: 6,3/10
Lo mejor: ‘Human Ceremony’, ‘2013’, ‘Easier Said’, ‘Wall Watcher’
Te gustará si te gusta: R.E.M., The Cure, Led Zeppelin
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