5 razones para celebrar el 20º aniversario de ‘Más’ y 2 para huir corriendo

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5 razones para celebrar el 20º aniversario de ‘Más’ y 2 para huir corriendo

ale-masEste viernes 3 de febrero se ponen a la venta las entradas para ‘Más es más’, el show con el que Alejandro Sanz celebra los 20 años de su disco ‘Más’ en el Vicente Calderón de Madrid el próximo 24 de junio (Actualización: entradas agotadas en media hora). Se trata del álbum más vendido de la historia de España con más de 2,2 millones de unidades despachadas sólo en nuestro país (22 discos de platino), 6 millones en todo el mundo, presume su sello, muy al alza. En cualquier caso, guste o no, es nuestro ‘Thriller’: un álbum que fue número 1 durante 21 semanas según el libro ‘Solo Éxitos’ de SGAE y que alcanzó una cima comercial que, por los vaivenes de la industria, ya nadie -ni Pablo Alborán- podrá superar jamás. Aquí van 5 razones para celebrarlo y 2 razones para no hacerlo en absoluto.

Cinco razones para celebrar ‘Más’

Lo arriesgadillo de su single principal: Tras ‘Los chulos son pa cuidarlos’, Alejandro Sanz se había popularizado como ídolo de masas adolescente con canciones como ‘Pisando fuerte’ o baladitas al piano como ‘Si tú me miras’. ‘Y si fuera ella’ no era precisamente ‘Paranoid Android’, con la que por cierto apenas se lleva 3 meses, pero sí es un tema sin estribillo, desestructuradillo, de 5 minutazos y medio que desde luego no tenía nada que ver con los discos más vendidos de la temporada 96/97 en España. ‘Lunas Rotas’ de Rosana y ‘Spice’, dos de los álbumes que vendían 1 millón de copias en nuestro país un año antes de ‘Más’, cada uno en su estilo, eran ricos en sencillos cortos, certeros y de estribillos clarísimos.

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Alejandro Sanz apostaba por un «in crescendo» con varios ganchos intensísimos desperdigados («sea lo que quiera Dios que sea», «pero si mi boca se equivoca», el propio título de la canción), muy influido por la canción italiana. De hecho poco antes Laura Pausini había arrasado con un single sin estribillo llamado ‘La soledad’ y ‘Más’ se grabó en Italia.

‘Corazón partío’ y el descubrimiento del flamenquito: En aquel entonces un guapo no, guapísimo Alejandro Sanz era ya un fiel seguidor de Paco de Lucía, pero escribió ‘Corazón partío’ pensando que quizá, la podrían cantar Camela. No podía haber estado más equivocado. La «rumbita» no tenía casi nada de kitsch, pimpinelesco o petardo, es muy claramente el mejor tema que Sanz ha escrito en toda su vida, su gran obra maestra, y suponía su salto definitivo (¿y único contacto?) con la madurez.

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‘Corazón partío’ sí tenía estribillo, pero también una gran intro antes de cada estrofa, un pre-estribillo que dejaba con ganas de más y un crescendo, metales de Lulo Pérez mediante, que elevaba definitivamente la composición a la categoría de obra maestra.

El paso de chiquillo a hombre: ‘Más’ no es la obra maestra que podía haber anticipado esta canción, ni siquiera es un disco notable; pero en muchos sentidos sí refleja un enternecedor paso de la juventud definitivamente a la vida adulta, que en España se podía situar en los 29 años que tenía Sanz cuando lo grabó si pensamos en la crisis económica y el paro durante los 90. ¿Cuánta gente se independizaba en verdad a los 30 y vivía, hasta entonces, una eterna adolescencia? En ‘Amiga mía’ se ve perfectamente ese contraste entre los pasillos del instituto o incluso un colegio («princesa de un cuento infinito») y la amargura de la madurez a la que se acerca Sanz con esa «poesía» que ya se parece demasiado «a las noticias».

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La estructura del álbum: ‘Más’ sólo tenía 10 canciones, 5 por la cara A de su cassette y 5 por el otro lado. No podemos decir, de nuevo, que todas fueran maravillosas, pero al menos no se pecó de excesos y hasta 7 canciones de las 10 del álbum fueron single. Eso significa que cuando te empezabas a hartar de él, te aparecía un hit en el tracklist. De hecho, el disco se cierra con 3 sencillos tan recordados como ‘Amiga mía’, ‘Si hay Dios’ y la ligera ‘Aquello que me diste’. No, no cierra el esperado baladón.

La campaña de márketing: Viendo los resultados del álbum, que fueron inmediatos, solo queda elogiar el trabajo de las personas que idearon su campaña de márketing: primer single en septiembre, segundo single mejor todavía inmediatamente antes de Navidad, retahíla de sencillos bien reservada para el año siguiente… No, Adele no ha inventado nada reservándose la apisonadora de ‘Hello’ y ’25’ para el Black Friday y el Q4.

Dos razones para huir de todo esto

La espantosa producción: Aparte de que a nivel compositivo ‘Más’ no es una maravilla que mereciera «ni un año de composición encerrado en una habitación», como se dice, ni vender 2,2 millones de copias en España, su producción ha envejecido de pena. Los coros de ‘Corazón partío’ suenan, más que a flamenco o a Ketama, a un precedente de ese ‘Operación Triunfo’ sobre el que tantas pestes echó la industria cuando aquí estaban sus raíces. Parece que la tecnología devoró al duende, que está, sobre todo, en espíritu. Los solos de guitarra eléctrica que también habían enfangado el disco de Ella baila sola un año antes, están aquí metidos con calzador, como con 10 años de retraso. Las voces de ‘La margarita dijo no’ se desconoce directamente si pretenden sonar infantiles, inocentes -de nuevo ese juego con la niñez- o cabrear oídos. Desde luego parece más esto último.

La fiesta en el Vicente Calderón: Se anuncia un espectáculo para el concierto de Madrid, en el que Alejandro Sanz lleva un año trabajando. Da un poco de miedo el tipo de invitados que el cantante haya considerado que ha de invitar a esta fiesta. ¿A quién esperamos? ¿Shakira, Miguel Bosé? ¿Cuál es el mejor nombre al que podríamos aspirar? ¿Natalia Lafourcade? Porque Javiera Mena, claro, nada… No sabemos si el baño de nostalgia y en según qué compañías hará flaco favor a estas canciones.

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