En unos días (concretamente, el 4 de agosto), se cumplen exactamente 22 años del último concierto de la primera etapa de Ride. Y fue en la primera edición del Festival de Benicàssim, como el bajista del grupo, Steve Queralt, recordaba perfectamente en una entrevista que ofreció a JENESAISPOP en 2015. Curiosamente, esta semana el grupo de Oxford, héroes del shoegazing, vuelven al mismo festival de la población castellonense para presentar por primera vez en nuestro país ‘Weather Diaries’, el nuevo disco gestado tras la reunión del grupo en 2014. No puede negarse que se trata de una visita cargada de simbología para el grupo y sus fans.
Así que hoy a lo que vamos es a verificar si este quinto álbum, recién publicado, de Mark Gardener, Andy Bell, Lawrence Colbert y Queralt está a la altura de las expectativas de un grupo que tocó la gloria creativa con sus primeros EPs y álbumes, para después ir perdiendo el norte y la energía en dos álbumes irregulares (‘Carnival of Light’) o directamente olvidables (‘Tarantula’, publicado ya con el grupo separado). ‘Weather Diaries’, como ya señalaban sus primeros avances, se posiciona claramente en sintonía con ‘Nowhere’ y ‘Going Blank Again’, desechando los aires retro y el rock stoniano de sus últimos pasos. Los Ride de 2017, producidos por Erol Alkan, están tan influenciados por William Basinski como por My Bloody Valentine, y ‘Weather Diaries’ lo refleja a la perfección e incluso muestra, a estas alturas de su carrera, interesantes caminos que transitar en ¿el futuro?
Sin embargo, pese a mostrar un buen nivel compositivo general, ‘Weather Diaries’ no logra esquivar la sensación de que grupo y productor no han atinado en el tratamiento de las canciones. Así, en las estupendas (ambas con carga política en sus letras) ‘Charm Assault’ y ‘Lannoy Point’, hay demasiada contención en el uso del fuzz y tremble en sus guitarras. En ‘Home Is A Feeling‘, ‘Cali’ y la bonita ‘Impermanence’ se echa también en falta algo más de maldad, de veneno. Cuando el ruido (algo) desbocado emerge con cierta libertad –en los vaivenes ambientales/épicos de la notable ‘Rocket Silver Symphony’, en la contundente ‘Lateral Alice’ y en la inspirada ‘All I Want’– la cosa mejora ostensiblemente, brindando momentos de efervescencia y energía que sí cumplen todas las expectativas.
Tampoco ayuda demasiado su secuencia: los 7 minutos de ‘Weather Diaries’ –que alternan una melodía poco consistente con interesantes erupciones volcánicas abisales en su final– suponen un bajón importante poco antes de la mitad del álbum. Tanto como el innecesario interludio ambient ‘Integration Tape’. La calma, en cambio resulta perfecta para cerrar el álbum, como bien muestra la intrincada y fascinante ‘White Sands’. Sin ser un regreso fallido, mostrando muy buenas maneras e inspiración, en quinto disco de Ride se percibe demasiada templanza, demasiada moderación y hasta cierto cansancio. Y no culpemos a la madurez, cuando precisamente un grupo coetáneo y de su cuerda musical como Slowdive han demostrado que era posible volver a lo grande.
Ride actúan el jueves, 13 de julio, en la primera jornada del Festival de Benicàssim 2017.
Calificación: 6,9/10
Lo mejor: ‘Charm Assault’, ‘All I Want’, ‘Rocket Silver Symphony’, ‘Lateral Alice’
Te gustará si te gustan: Slowdive, The Charlatans, Lush.
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