Ibeyi: “Sería increíble compartir tiempo en el estudio con Beyoncé”

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Ibeyi: “Sería increíble compartir tiempo en el estudio con Beyoncé”

Ibeyi han publicado uno de los discos destacados de 2017, un ‘Ash‘ en el que las hermanas cubanas Lisa-Kaindé y Naomi Diaz han seguido explorando las interesantes conexiones entre músicas como el R&B, la electrónica y el soul con la cultura yoruba, esta vez a través de canciones abiertamente políticas en su aproximación al feminismo, el racismo o la igualdad. Un disco, por otro lado, muy esperado después de la colaboración de Ibeyi con Beyoncé en la película ‘Lemonade’. Especialmente memorable fue su presentación de ‘No Man is Big Enough for My Arms’ en X Factor Italia, donde las hermanas actuaron frente al vídeo del impresionante discurso de Michelle Obama en New Hampshire, que se samplea en la canción. Hace unas semanas tuvimos la oportunidad de sentarnos con Ibeyi en un hotel de Barcelona para hablar sobre ‘Ash’ y sus múltiples referencias, desde Frida Kahlo a Claudia Rankine pasando por la misma Michelle Obama o Mala Rodríguez, o sobre los temas que preocupan a las hermanas en el disco, además de por supuesto su trabajo con Beyoncé, a quien tildan de “extraordinaria”.

Mala Rodríguez ha colaborado en vuestro disco en ‘Me voy’. Curiosamente el padre de los hijos de La Mala es el rapero cubano Reynor Hernández, y vosotras sois cubanas…
Naomi: Sí, no sabíamos eso, nos enteramos el otro día. Nosotras escuchamos a La Mala desde hace tiempo, como escuchamos a Residente, Calle 13…
Lisa: La gente de Andalucía tiene algo, no sé si es el acento, y La Mala escribe unas letras tremendas, su arte es muy sensual y femenino, es muy profundo. Es una artista increíble.

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No hay raperas en España tan famosas como La Mala, aunque ahora que se lleva más el dancehall, se está haciendo muy conocida Bad Gyal, no sé si habéis oído hablar de ella.
N: Ahhh Bad Gyyyal, it’s like Jamaican!
L: “Bad Gyal”.
N. ¿B-A-D G-Y-A-L?

Sí.
L: ¿Es española? [NdE: busca “Bad Gyal” en el móvil]

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Sí, es de Barcelona.
L: Ha hecho una canción sobre el Mercadona.

Ella se hizo famosa con una versión de ‘Work’ de Rihanna.
[Ambas cantan]: “Work, work, work, work, work, work…”
L: ¿Cómo hizo? ¿“Trabajar, trabajar, trabajar, trabajar”? [ambas ríen]

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No, se inventó una palabra que es “pai”.
L: [canta]: “pai, pai, pai, pai, pai, pai…”

¿Cómo surgió la colaboración con La Mala?
L: Sabíamos que ella conocía a Ibeyi porque durante la segunda parte de nuestra gira nosotras cantábamos un pedazo de ‘Por la noche’, y un día alguien nos filmó y lo puso en Youtube, más tarde Naomí lo subió a Instagram y La Mala le puso corazones. Entonces, cuando hicimos ‘Me voy’ tuvimos claro que necesitábamos a La Mala. Y el mismo día que se lo propusimos dijo que sí. Fue muy lindo.

“Naomi: Hubiéramos hecho el mismo disco de haberlo producido durante las elecciones francesas [en lugar de las americanas]. Trump y Le Pen son lo mismo.”

Habéis dicho que vuestro nuevo disco es más vital. El anterior hablaba sobre la muerte, el pasado, fantasmas, y en este habláis sobre que el tiempo se escapa y que hay que aprovecharlo.
L: Y también habla sobre el mundo. Todos, nosotras incluidas, tenemos que movernos, somos ceniza, el mundo se está destruyendo y todos nosotros nos estamos destruyendo juntos y tenemos que levantarnos y decir “away, away”! Ya basta, aquí me quedo y vamos a hacer algo ahora, y transformar eso, de las cenizas hacer algo.

¿Os referís a Donald Trump, la guerra…?
L: Sí, esos temas pusieron una electricidad en el ambiente que nos ayudó mucho para el álbum. El disco lo producimos en la semana de elecciones en Estados Unidos, cuando ganó Donald Trump.
N: Hubiéramos hecho el mismo disco de haberlo producido durante las elecciones francesas. Trump y Le-Pen son lo mismo.
L: Estos son temas que practicamos juntas desde hace años, que son importantes para nosotras desde hace años. Pero en el primer álbum teníamos que presentarnos y hablar sobre el duro pasado que teníamos sobre la espalda. Es ahora cuando podemos abrirnos al mundo y hablar de esos temas.

‘No Man is Big Enough for My Arms’ contiene un sample del discurso de Michelle Obama en New Hampshire, que fue muy emotivo.
L: ¡Fue increíble!

¿Recordáis la primera vez que escuchasteis el discurso?
N: Yo lo escuché justo cuando lo hizo, que después se fue por Facebook… Everywhere it was.
L: La primera vez que lo escuché fue con Richard Russell, nuestro productor. Y conecté mucho con lo que dice, tan verdadero y profundo, pero también es casi poético. Es muy importante hablar a las mujeres a y los jóvenes y el discurso nos conmovió mucho.

“Lisa-Kaindé: Frida Kahlo pasó su vida transformando el dolor en algo bello, era una mujer avanzada a su tiempo, una mujer libre cuando era mucho mas difícil ser libre”

Hay muchas conexiones en el disco. Obama habla sobre feminismo, pero a su vez colaboráis con Meshell Gdegeocello, que aparte de ser una destacada cantante de neo-soul, es bisexual y salió con la feminista y activista Rebecca Walker. Luego sampleáis a Frida Kahlo, otro icono feminista… ¿Son deliberadas estas conexiones?
L: ¿Tú sabías que Meshell había estado con Rebecca Walker?
N: Sí, yo había oído.
L: Pero estas cosas no son conscientes…
N: A Meshell la conocemos desde que nacimos porque mi mamá es una fanática de ella y nosotras también. La respeta muchísimo y a ella ya la conocíamos, porque tocó una vez con mi papá (NdE: el padre de las hermanas fue el músico Miguel “Angá” Díaz, integrante de Buena Visa Social Club e Irakere].
L: Es muy lindo que Meshell toque en ‘Transmission’ cuando ella nos ha transmitido tanto con sus discos. Lo mismo intentamos en el disco con Frida Kahlo, que no es solo una estrella, es casi la imagen de México hoy, ¡está en las monedas! Ella pasó su vida transformando el dolor en algo bello, era una mujer libre, una mujer avanzada a su tiempo, un icono y una mujer libre cuando era mucho mas difícil ser libre. También podemos hablar de Claudia Rankine, la escritora de ‘American Citizen’, que es un libro increíble sbre racismo, pero nada más escrito en poesía… Todas ellas son mujeres impactantes, fuertes, increíbles y talentosas que nos transmitieron cosas increíbles. Pero también hay hombres en el álbum, están Kamashi Washington o Chilly Gonzales, que son genios.
N: Nos encantan los hombres, nos hay ningún problema con ellos, los amamos [ríe] Pero por ejemplo queríamos hacer una canción para las mujeres, ‘No Man is Big Enough for My Arms’…

No es una canción anti-hombres.
N: No, es una canción donde queríamos celebrar a las mujeres.
L: Esa frase, “no hay hombre que sea más grande que mis brazos”, es una frase que he leído yo en un libro, ‘Widow Basquiat’ de Jennifer Clement. Ella escribió que cuando tenía 7 años, un soldado le vino y le dijo: “one day I’ll come back and I’ll marry you”. Y ella le contestó: “no man is big enough for my arms”. Cuando leí eso me conmovió tanto… El día después, fui a ver a Richard Russell, se lo enseñé y me dijo: “esto es una canción”.

Contadme más sobre ‘American Citizen’. ¿Cómo recordáis la lectura del libro?
L: Fue muy fuerte, yo nunca había leído un libro sobre racismo en poesía, era una manera diferente de entrar en ese tema, y muy personal, porque el libro es sobre las situaciones racistas que ELLA vivió, y hubo veces que me quedé pensando “eso no puede ser”.

¿Alguna en particular?
L: Cuando fue a una psicóloga, y la mujer se puso a gritar “LEAVE MY PROPERTY!! ¡¡Vete! ¡¡Vete!!” como si ella fuese un perro y, en un momento dado, se da cuenta que tenía cita con ella y fue como “¡ay, disculpe!” También sale Serena Williams y Rankine cuenta su experiencia cuando miraba a Serena en el televisor y lo que cuenta es tan difícil…

“Lisa-Kaindé: A las mujeres no se las educa para que piensen que son las mejores o que la ambición es algo bueno, sino para ser educadita y calladita”

¿Visteis las declaraciones del ex tenista John McEnroe sobre Serena Williams? Dijo que si Williams hubiera competido con hombres toda su vida, sería la 700 mejor del mundo.
L: Me asombra que haya hombres que se permitan decir cosas así.
N: Esos son celos, porque se sienten tan chiquiticos…
L: Ese sentimiento de soy el rey, porque soy un hombre, es muy malo, porque la mayoría que dice eso, discúlpame, pero son viejos hombres blancos.

Están ejerciendo su privilegio.
L: Se creen la pepita del queso. Y me asombra porque yo no crecí pensando eso. Las mujeres no crecen pensando eso. No te educan para que seas fuerte o para que creas que eres la mejor o para que pienses que la ambición es algo bueno. Te educan para que seas “polite”, “well-behaved”, educadita y calladita. A los hombres sí, pero no todos. Por eso hicimos ‘No Man is Big Enough for My Arms’. Luego también me da rabia que haya grupos de personas que no quieran hablar con otras porque son diferentes. ¡Ve a hablar! ¡Conoce! ¡Sé abierto!

Nos olvidamos que al fin y al cabo el mundo no es tan grande…
L: Nosotras mismas a veces creamos unos muros ridículos con ese mecanismo para defenderse que es estúpido. Hay un astronauta francés que acaba de volver del espacio [NdE: posiblemente se refiera a Thomas Pesquet] y dijo que, viendo la Tierra tan chiquita, se dio cuenta que somos unos estúpidos, que somos nada, que para que tenemos que matarnos, maltratarnos… Y él dijo que todo el mundo tenía que darse cuenta de eso, porque después de volver del espacio se sentía desconectado con el mundo.

“Naomí: Beyoncé es una persona extraordinaria que trabaja mucho, mucho”

Esta conversación me lleva a preguntaros sobre vuestro trabajo con Beyoncé en su película ‘Lemonade’, en la que salís. Todo el proyecto de ‘Lemonade’ es feminista. ¿Cómo surgió la colaboración? ¿Cómo fue trabajar con Beyoncé en un espacio de cine, no musical?
N: Unos meses atrás, Beyoncé puso un vídeo en Instagram con nuestra canción ‘River’, así supimos que nos escuchaba, y más tarde su equipo le escribió un mail a nuestro manager: “quisiéramos saber si las chicas quieren trabajar con Beyoncé, sería en Nueva Orleans, pero no podemos decir para qué”. Dijimos que sí y llegando allí supimos que era para ‘Lemonade’. Entonces la conocimos, la vimos y hablamos con ella. Beyoncé es una persona extraordinaria que trabaja mucho, mucho. Pero no podemos hablar mucho de eso porque firmamos un contrato.
L: Es verdad que estar filmando con ella y no creando música es muy diferente. Seria increíble un día encontrarnos de nuevo con Beyoncé y compartir tiempo con ella en el estudio.

En ‘Ash’ utilizáis mucho el autotune. ¿Fue divertido experimental con este instrumento?
L: ¡Sí! Es muy interesante. Cuando lees una frase de una canción, tú ves si quieres que una palabra en concreta salga más, y utilizas esos medios para hacerla surgir. Es una manera de trabajar el texto muy interesante. Es como la guitarra cuando utiliza una distorsión, es para dar una emoción, un efecto. Mucha gente conoce a T-Pain, en el hip-hop se usa mucho. También nos gusta el hecho que lo que hay detrás del autotune es una voz, pero a veces no sabes muy bien si es real o no. A las percusiones de Naomi a veces les ponemos un efecto y no sabes si es electrónico o madera.

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