Menudo personaje este Francis Farewell Starlite: resulta que su carrera musical –iniciada hace algo más de una década, publicando varios EPs– como Francis and the Lights es poco más que un secreto del mundillo musical y, sin embargo, es uno de los músicos más influyentes de los últimos tiempos. Porque un artista que no tiene éxito pero es admirado y está entre los colaboradores de cabecera de Kanye West, Bon Iver, Chance The Rapper, Drake o Frank Ocean… es de lo más influyente. Y este es el caso. Starlite, sobre todo por su particular estilo de producción vocal pero también con apariciones puntuales en discos de aquellos, es una figura muy relevante en el pop de esta década.
Pero el californiano parece querer esquivar esos focos que precisamente están en su alias y a su alcance, y él sigue trabajando en (algo parecido a) la sombra: hace unos días, tras publicar su álbum de debut ‘Farewell, Starlite!’ en 2016, ha lanzado su segundo álbum ‘Just for Us’ casi en el último día de 2017, un poco de tapadillo, cuando todo el mundo ya estaba pendiente del entrante 2018. Para colmo de la discreción y la modestia, no ha dado el más mínimo bombo a las sonoras colaboraciones que se incluyen, como las de Bon Iver, Benny Blanco o Cashmere Cat (el primero canta el estribillo de ‘Just for Us’, la canción; los dos últimos producen ‘Never Back’ y ‘Cruise’).
‘Just for Us’ es un disco brevísimo de apenas 26 minutos en el que sus cortes, casi siempre rondando los 2 minutos de duración, parecen más esbozos que canciones rotundas: a menudo terminan y la sensación es que, sobre todo, hay buenísimas ideas que podrían dar más de sí pero no han sido pulidas lo suficiente, simplemente dejadas un poco «a su ser». Pero así y todo, dan para recrearse en ellas, por diversos motivos. Para empezar, esos «bocetos» que se desarrollan con una producción minimalista y algo más old-fashioned de lo habitual resultan –pese a su sonido eminentemente sintético– vivas, orgánicas y cálidas, con un espíritu que recuerda enormemente al ‘So’ de Peter Gabriel. A una versión lo-fi, claro. Dudo que a Francis pueda molestarle esta comparación, puesto que el tono de su voz –muy natural, alejada en muchas canciones de la idea de voz ultratratada por la que se ha hecho famoso– es indisimuladamente parecido al del ex-Genesis, especialmente en ‘Tear It Up’, ‘Back In Time’ y ‘I Won’t Lie To You’. ¿Se trata quizá de un homenaje o guiño a su afición compartida con alguien por el artista británico?
Digo esto porque, atendiendo a lo lírico comprendemos que ‘Just for Us’ es un disco conceptual, una obra que retrata en primer plano una relación sentimental, desde el escepticismo hacia el amor tras un intento fallido que comienza a desaparecer al conocer a alguien nuevo, por el que se siente el flechazo, se le ama con pasión y confianza… hasta que todo se desmorona y vuelve al punto de partida.
Pero más allá de su línea argumental y su irregular acabado, ‘Just for Us’ nos regala varios momentos álgidos, especialmente en su inicio. El amable piano de ‘Morning’ –cuesta poco imaginar, por ejemplo, a Chance The Rapper haciendo unos versos sobre su base– es una bonita introducción (no en vano fue elegida por Kanye West como sintonía de la anterior temporada del reality de su esposa y su célebre familia, ‘Keeping Up With The Kardashians!’) para la que es, innegablemente, la mejor canción del álbum, la que le da nombre. Está, a diferencia del espíritu demo de gran parte del disco, fantásticamente estructurada, con grandes melodías de versos, estribillo –cantado por Justin Vernon, recordemos– y puente, rematados con un delirante arreglo final de sintetizador.
Un animoso contrapunto con la balada al piano y base extremadamente sutil que es ‘Faithful’, que habla del momento en que la coraza se resquebraja (al menos un poco: “si no hubiera dios y nada que hacer, podría tener fe en ti”, dice su estribillo con humor). Aunque, para balada emotiva, ‘Breaking Up’ –con una base que, esta vez sí, usó Chance The Rapper–, en la que la voz en primer plano de Starlite sobre un colchón de sintetizadores retrata los nervios previos a una conversación en la que se masca la tragedia, aunque aún deja un espacio para lo tragicómico: “¿Has dicho que estamos cortando? ¿Has dicho que se ha acabado? No te oigo, estamos cortando. ¿Has dicho que vas a venir?”, juguetea empleando el doble sentido de “breaking up” como “se entrecorta” en una conversación telefónica. En las subidas y bajadas de un disco tan irregular, ’Cruise’ es la segunda canción mejor construida, y aunque carece de un estribillo claro, supone una despedida preciosa que, como Francis dice en Genius, empuja a centrarse en el futuro, más que a mantener el duelo por el pasado. Al final ‘Just for Us’ no deja de ser un disco raro, a la altura de un outsider como su autor, pero a la vez deja una certeza: el día que se lo proponga, Francis and the Lights presentará una obra maestra.
Calificación: 6,6/10
Lo mejor: ‘Just for Us’, ‘Breaking Up’, ‘Morning’
Te gustará si te gusta: el Peter Gabriel de ‘So’
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