Hubo un tiempo en que los EP’s de Belle & Sebastian eran lo mejor, lo máximo, el culmen de la guayedad. A miles de personas no nos llegaron a su salida, pero el final de los 90 y el principio de los 2000, para muchos, estuvieron ligados al descubrimiento de canciones no contenidas en sus discos como ‘Legal Man’, ‘Take Your Carriage Clock and Shove It’, ‘Dog on Wheels’, ‘Beautiful’, ‘I Love My Car’, ‘Le Pastie De La Bourgeoisie’ o ‘Lazy Line Painter Jane’. El grupo escocés intenta recrear la magia de aquellos tiempos publicando su nuevo disco dividido en 3 EP’s que se han editado escalonados por meses, en diciembre, enero y febrero, bajo el título de ‘How to Solve Our Human Problems’.
El primero de ellos venía presentado por la canción ‘We Were Beautiful’, perteneciente a su vertiente de electrónica desasosegante, que no es fruto de sus últimos experimentos sino también de sus inicios (recordemos ‘Electronic Renaissance’ de ‘Tigermilk’ (1996)). Se trata de una canción sobre el paso del tiempo, en la que se recuerdan tanto la belleza como el sufrimiento de la adolescencia, contraponiéndolos a los sentimientos de la vida adulta. Suena tristón ese «éramos hermosos antes de que pasaran los años», pero suena mejor «éramos hermosos antes de ser sabios», dejando la sensación agridulce de que ambas virtudes no se pueden tener a la vez.
Es una buena canción, aunque algo larga de más debido al reiterado regreso a las incontables estrofas, puentes y outros, y la misma imperfección puede achacarse a la canción que abre, ‘Sweet Dew Lee’, una delicia de pop jazzy sesentero con algo de bossa y también algo de las bandas sonoras más divertidas de los 70 (hay algo de ‘Los Ángeles de Charlie’ por algún lado), en la que no obstante el estribillo no es tan bueno como las estrofas de Stuart. E igualmente algo atolondrada es la electrónica ‘The Girl Doesn’t Get It’, en la que el mito, la falacia de tener que dar con la media naranja -una y nada más- topa con la falacia política («se beneficiarán de la gente / harán del país algo grande otra vez / mientras sean blancos y feos»).
No sé si se entiende el paso de lo concreto a lo general de la banda o nos quedamos como la protagonista de este último título, pero lo seguro es que los textos son lo mejor esta vez, en estas canciones agradables pero olvidables, en la que han descuidado hasta los conceptos: la final ‘Everything Is Now’ se presenta oficialmente como la versión «instrumental» de la canción completa del EP 3 cuando «instrumental», «instrumental» es. La viajera y sesentera ‘Fickle Season’, entonada por la violinista Sarah Martin, puede ser la canción más mona de un disco en el que lo que más poso deja son las letras. Por ahí sí que The Yearning no pueden hacerles sombra. «Las generaciones van pasando / en un abrir y cerrar de ojos», entona Sarah de manera melancólica en su bonita canción-viaje. «No pensé que después de 20 años, estaría justo en el mismo sitio», afirma ‘Sweet Dee Lee’, antes de concluir: «El glamour se apaga a medida que pasa el tiempo». Verdades como puños que en este EP se vuelven un pelín en su contra.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Fickle Season’, ‘Sweet Dew Lee’
Te gustará si te gustan: los primeros Cardigans, los últimos Belle & Sebastian, las bandas sonoras de los 70 y el folk de los 60
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