Uno de los mayores talentos emergidos en nuestro país –aunque su origen es argentino– durante el pasado año es Nathy Peluso, una artista que rezuma singularidad y personalidad, con un trasfondo jazz y arty poco común en el batallón de nuevos artistas urban que poco a poco está revolucionando la escena musical española. Tras compilar en el miniálbum ‘Esmeralda’ sus primeros temas –a excepción del bárbaro ‘Corashe‘, que ha quedado en el limbo–, con los que ha venido llenando salas no ya de España, sino de toda Europa y América Latina, Everlasting Records ha apostado por ella en este su primer EP oficial, ‘La Sandunguera’, un disco atrevido y poderoso, que no deja duda sobre sus enormes virtudes, aunque se aleje bastante de las presunciones del nuevo hip hop.
Sabíamos de su formación clásica y de su facilidad para ir, también vocalmente, del rap al jazz, pero no estábamos preparados para el clasicismo soul y R&B que gobierna buena parte de estas 6 canciones. Ni siquiera lo habíamos sospechado tras el genial, exuberante tema titular, donde logra que la idea de una Celia Cruz de nuestro tiempo no resulte escandalosa ni exagerada. Pero no imaginábamos que la mayor parte de ‘La Sandunguera’ tuviera tanto (o incluso menos) de hip hop como de latin-jazz-soul (producen, espectacularmente y casi al 50%, Peter Party y Dano –Ziontifik–) orientado sobre todo al lucimiento vocal del virtuosismo de Natalia. De primeras, impacta encontrarse ante un disco totalmente alejado del nuevo rap español, dispuesto para que Peluso demuestre su virtuosismo en territorios propios de Erykah Badu o D’Angelo, en el mejor de los casos (o alguien más random, en los más predecibles).
Pero eso es, simplemente, quedarse en la superficie. Nathy, en realidad, está imponiendo su impronta como artista total, provocando, desconcertando y, al final, embriagando. ¿Cómo, si no, puede calificarse el hecho de que dedique, de manera hilarante, el 80% de ‘Gimme Some Pizza’ a repetir sin cesar su deseo del plato estrella de la cocina italiana –por supuesto, hablamos de una metáfora sexual–? ¿O que abra el disco gritando y llorando desgarradamente ese ‘Estoy triste’ que al principio descoloca y luego cautiva? ¿O que en ‘La Sandunguera’ –como en el rap de la estupenda ‘Hot Butter’– lleve al extremo su inigualable flow italo-argentino-yanqui con una dicción totalmente delirante?
Ciertas fases de esta obra pecan de un exceso de estandarización, por más calidad que tenga (‘La Passione’, respaldada por la banda que la acompaña en directo, Big Menu, es una pasada), y se echa de menos una mayor conexión con lo contemporáneo. Sin embargo, su audacia precisamente, está en ese sonar añejo y en su atención a otros aspectos. Más allá de su lírica –en esta ocasión centrada en lo sentimental y sensual, más vibrante cuando rapea, más predecible cuando canta–, la teatralidad, la interpretación, la magia de un personaje (entendemos «La Sandunguera» como un álter-ego) son comúnmente descuidados, cuando no despreciados, en el pop contemporáneo y Nathy Peluso, dice, quiere traer el pasado al presente. Podemos discutir lo oportuno de esa idea, quizá haya mucho que matizar, pero las posibilidades de esta artista se antojan ya enormes.
Tras girar por Sudamérica, Nathy Peluso presenta ‘La Sandunguera’ en España las próximas semanas: el 13 de abril está en la Sala Prince de Granada; el 14 en La Calle, Sevilla; el 20 de abril en Caprichos de Apolo, en Barcelona; y el 4 de mayo en la Sala Joy Eslava de Madrid. También forma parte del cartel del FIB 2018.
Calificación: 7,3/10
Te gustará si te gustan: Erykah Badu, D’Angelo, Xenia Rubinos.
Lo mejor: ‘La Sandunguera’, ‘Hot Butter’, ‘La Passione’, ‘Estoy triste’.
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