George Ezra entra dentro de esa categoría de jóvenes solistas británicos que, como Adele, Ed Sheeran o Sam Smith, han contribuido enormemente a vencer la depresión post-britpop con canciones de inspiración por lo general clásica y sobre todo amables. En su caso, el joven Ezra debutó con apenas 20 años con ‘Wanted on Voyage’, un sleeper nutrido de esencia folk-blues pero abiertamente pop, que fue ganando adeptos poco a poco hasta convertirse en Disco de Platino y transformarle, de la noche a la mañana, en una estrella. Cuatro años le ha llevado a George superar el vértigo de su nuevo estatus y crear –o intentarlo, al menos– un nuevo disco a la altura.
Viajar –compuso el disco en diversos países del mundo, entre ellos un alojamiento en Barcelona propiedad de una chica llamada Tamara, referenciado en el título del álbum y que apuesto a que es donde está tomada la foto de la portada–, divertirse y enamorarse –sobre todo esto ultimo– parecen haber insuflado a Ezra la inspiración necesaria para escribirlo, y esas sensaciones de felicidad, emoción, efervescencia y candor se filtran a borbotones, imparables, en ‘Staying at Tamara’s’. Sobre todo, con un contraste muy marcado entre lo que serían cara A y cara B, en una primera parte absolutamente embriagadora. Por entendernos: para cuando llega la vibrante ‘Paradise’, primer single oficial y que se ha convertido (de nuevo) en un éxito en Reino Unido, uno ya está casi fatigado de bailar y cantar las optimistas y alegres ‘Pretty Shining People’, ‘Don’t Matter Now’, ‘Get Away’ y ‘Shotgun’. Pocos arranques de álbum escucharemos este año como este, tan extenuante y divertido, capaz de plantar una amplia sonrisa en la cara al más amargado y pesimista. Pop brillante y elegante, quizá algo académico, pero con cierto desemelene. Como un Jack Johnson (o un Jason Mraz) soportable, vaya.
Grabado y escrito con el equipo de su confianza que ya trabajó en su debut (el productor Cam Blackwood más el músico y compositor Joel Pott –de los extintos Athlete, también detrás de Shura, Mabel, ‘Skyfall‘ de Adele…–), Ezra se entrega lo más luminoso la amistad, el amor y la vida sin el más mínimo rubor a ser demasiado naif. Lo hace, además, sofisticando palpablemente su sonido sin que la raíz soul de su estilo pierda pie (esa estupenda voz de barítono, sin duda, contribuye a que tenga un punto de solemnidad). Sin embargo, ha cometido una osadía que podría haber arruinado ‘Staying at Tamara’s’: al contrario de lo que marcan las convenciones de la industria, Ezra no alterna temas uptempo y downtempo con habilidad para que haya un equilibrio fácil, masticable, de principio al fin del disco. De manera insólita, el artista criado en Hertford, un pequeño pueblo al norte de Londres, polariza su obra del todo, casi como si fueran dos álbumes (¿dos EPs?) distintos.
Así, tras el bonito medio tiempo de inspiración doo-wop ‘All My Love’ –una más de las varias declaraciones de amor a su pareja que aquí desgrana–, el ritmo del disco comienza a ralentizarse paulatinamente (apenas ‘Sugarcoat’ mantiene un aire vivaracho algo contenido). Esto supone un bajón de intensidad difícil de asimilar tras el impetuoso arranque del disco, especialmente en las primeras escuchas, y la certeza de que hubiera mejorado ostensiblemente con una secuencia más convencional es palpable. Pero por suerte las melodías, las canciones, como siempre, están ahí para apuntalar la obra. Canciones que, aunque suenen algo inconexas, resultan meritorias. Especialmente la creciente ‘Hold My Girl’ –la típica balada sheeranesca que acaba sonando en bodas; al tiempo– y una ‘Saviour’ que tendría cabida en el último álbum de First Aid Kit (y no solo porque las mellizas suecas hagan coros en ella). El bien arreglado baladón de autoayuda (con piano de Rae Morris y cálidos metales) ‘Only a Human’ o la algo pastelosa ‘The Beautiful Dream’ (con coros de Florrie, presente en varios temas) se escoran hacia los Coldplay más prescindibles, pero eso no hace que, en conjunto, ‘Staying at Tamara’s’ sea un muy buen disco. Eso es más de lo que podremos decir de buena parte de los otros álbumes que, probablemente junto a este, veremos entre los más vendidos del año 2018.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: la explosiva secuencia inicial hasta el corte 6, ‘Hold My Girl’, ‘Saviour’
Te gustará si: no te espantan Ed Sheeran y Adele y además te gustan Shout Out Louds o los desaparecidos The Crookes
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