La victoria de Israel en Eurovisión, con ‘Toy’ de Netta, ha sido polémica desde el principio, sobre todo después que el presidente del país, Benjamín Netanyahu, propusiera a la Unión Europea de Radiofusión que Jerusalén y solo Jerusalén podía ser la sede del festival el año que viene. Por supuesto, la UER se negaba a aceptar esta propuesta para evitar la politización del evento, especialmente en un clima político como el actual. Pero Miri Regev, La Ministra de Cultura y Deporte de Israel, iba más lejos aún la semana pasada, dando el siguiente ultimátum a la UER: «Si Eurovisión no se puede celebrar en Jerusalén, no seremos los anfitriones».
Por suerte, Israel ha decidido aflojar su pulso con la UER y, como explica Eurovision Spain citando medios locales, ha propuesto cuatro sedes posibles para la celebración del evento en el país el año que viene, estas son Jerusalén, Tel Aviv, Haifa y Eilat. La decisión se ha tomado después de una reunión de Netanyahu con varios ministros israelíes, en la que se ha decidido que el Gobierno no va a escoger la sede de Eurovisión 2019.
Tras este movimiento por parte de Israel, que sin duda facilita la labor de la UER a la hora de seleccionar una sede segura y no politizada, es casi un hecho que Jerusalén no será la anfitriona de Eurovisión el año que viene. Tel Aviv, capital económica, cultural y tecnológica de Israel, parece la opción más segura. La decisión final se dará a conocer, informa Vertele, en torno a “la segunda quincena de julio o la primera de agosto”.