Días atrás en nuestra página dos proyectos de largo recorrido del underground madrileño como Puzzles y Dragones y Alborotador Gomasio se deshacían en elogios hacia Cariño, un trío femenino de la capital que semanas atrás publicaba su primer single en (no se nos ocurre otro sello más apropiado) Elefant Records. Tras este nombre tan sencillo están Paola Rivero (guitarra), Alicia Ros (bajo y voz) y María Talaverano (teclados y voz), que se autodefinen en redes sociales como “pop de barrio para la bajona”. Curiosamente, sus dos primeras canciones ni dan bajona ni suenan a lo que uno espera cuando piensa en “barrio” y en “Madrid”, aunque imaginamos que lo que quieren destacar, en realidad, es su carácter decididamente amateur.
‘Pop para la bajona’ (en su edición oficial se han desecho del «barrio»), lanzado el 1 de junio como single digital, reúne los dos únicos temas subidos a su Bandcamp que ya venían dando que hablar entre los más avezados seguidores del indie pop nacional desde hace un par de meses: ‘Momento inadecuado’ –“un temita para todas esas personas que la han cagado contigo y las que la cagarán”– y ‘Canción de pop de amor’. Ambas remiten al twee pop más cándido y emocionante, tan bajo en fidelidad (su caja de ritmos esquelética, sus teclados de sonido chillón y colorido…) como excitante y divertido, a lo Heavenly o Helen Love pero con la idiosincrasia eminentemente local y cotidiana de los primeros Papa Topo, como recuerda la propia nota del sello madrileño.
Entre ambas, nos quedamos hoy con la segunda, una canción totalmente irresistible que sirve como declaración de amor, algo obsesiva y delirante, repleta de rimas rápidas y simpaticonas (“voy a llevarte a la boda de mi primo el neoliberal”) sin temor a resultar exageradamente cursis (“voy a comprarme un billete directo al centro de tu corazón”) o cínicas (“voy a reírme de tus chistes aunque sepas que son lo peor, peor que toda esa mierda que habla de política en televisión”). Su vídeo oficial, además, representa una terapia de grupo en la que asientan sus referentes estéticos que en principio parecen ajenos a tres chicas tan insultantemente jóvenes: Super 8, hombreras, CD-Rs… Y es que todo vuelve. Hasta el twee pop.