Foto Let’s Eat Grandma: Óscar L. Tejeda para Bilbao BBK Live
Let’s Eat Grandma actuaron en uno de los escenarios pequeños del BBK Live presentando ‘I’m All Ears‘, su segundo y maravilloso álbum. El dúo formado por las jovencísimas Rosa Walton y Jenny Hollingworth, estuvieron a la altura defendiendo los temas principales de su nuevo trabajo, al cual le dedicaron todo el concierto. Comenzaron siendo fieles al tracklist encadenando la intro ‘Whitewater’, ‘Hot Pink’, ‘It’s Not Just Me’ y ‘Falling into Me’. Después también hubo espacio para la genial ‘I Will Be Waiting’, que sonó tan sugerente como en estudio; ‘Ava’ y, finalmente, el viaje casi psicodélico de ‘Donnie Darko’, donde capturan toda la esencia del grupo gracias a una interpretación desenfadada y a la vez sentida. Teniendo como principal recurso sonoro un teclado cada una (y sus voces, claro), añaden nuevos sonidos tocando diversos instrumentos como la guitarra eléctrica, la flauta o la trompeta. Se hubieran merecido un escenario más grande, porque son puro talento y un soplo de aire fresco necesario en el pop más experimental. Fernando García.
Gaz Coombes retomaba la gira europea de su tercer disco en solitario, ‘World’s Strongest Man‘, tras una serie de conciertos en Reino Unido. Él y su banda estuvieron más que correctos, ya que su experiencia sobre los escenarios es palpable. Sin embargo, la carpa donde les tocó actuar no fue una buena opción. El sonido se oía algo distorsionado, las voces de la gente del público rebotaban y ensuciaban los esfuerzos del ex-Supergrass por buscar un sonido más limpio. Debido a esto, no fue todo lo disfrutable que cabría esperar. Hubo algunos buenos momentos, especialmente durante las primeras canciones y en las partes instrumentales, pero desgraciadamente no fue un concierto memorable. No terminó de establecerse una conexión con el público, por lo que todo resultó algo frío pese a la profesionalidad de Gaz y los esfuerzos su banda. Quizá en una sala sea mejor opción para verle que en un festival. Fernando García.
alt-J traen a su concierto la precisión de su trabajo de estudio, y son varias las voces que oigo que concuerdan su directo mola igual que sus discos. Yo diría que más, puesto que además el grupo lleva una puesta escena compuesta por un brutal diseño de luces. Tocan por supuesto sus temas más conocidos, entre ellos un ‘In Cold Blood’ que presentan mediante español chapurreado (“es genial estar de vuelta con ustedes”), aunque a mí me conquistan sobre todo con su apasionada ‘Matilda’, con ese “this is wrong Matilda” coreado en multitud. Jordi Bardají.
Foto Childish Gambino: Twitter de Bilbao BBK Live, no acreditada
Ayer se daba a conocer que Donald Glover está nominado a dos premios en la próxima edición de los Emmy (por ‘Atlanta’ y ‘Saturday Night Live’) poco antes de su actuación en Bilbao bajo el pseudónimo de Childish Gambino. Era uno de los platos fuertes de la jornada, así que varios minutos antes de que empezara, ya estaba repleto el escenario principal, adornado con una escenografía sencilla que lo decoraba con luces que cambiaban de color. Acompañado de una gran banda, Glover apareció con una fuerza tremenda, haciendo que el público se entregara desde el primer minuto. No hay demasiados artistas a los que podamos llamar estrellas, pero sin duda, se puede decir que él es uno de ellos. El carisma que desprende, su forma de bailar, de actuar, y, sobre todo, su amplísimo registro vocal (algo realmente impresionante y digno de escuchar) consiguen hechizar a cualquiera, incluso a quienes no disfrutan particularmente de su música en estudio. El setlist acertó equilibrando temas más raperos con otros más melódicos y veraniegos como ‘California’. Además, aprovechó para presentar una de sus dos nuevas canciones del EP ‘Summer Pack‘ (que salió hace tan solo un par de días). Era la primera vez que Childish Gambino actuaba en España, por lo que había bastante expectación, y más viendo el éxito que han tenido sus singles recientes. Así, en los últimos temas que tocó –’Redbone’ y ‘This is America‘– el público directamente enloqueció, y no fue para menos, ya que sonaron perfectos, poniendo el broche de oro a un show enérgico y divertido, que confirma al cantante como un artista ecléctico, y capaz de defender cualquier tema, sea cual sea el género. Fernando García.
Foto Florence + the Machine: Óscar L. Tejeda para Bilbao BBK Live
La extraordinaria presencia de Florence + the Machine arrebató al público desde el principio, con una emotiva ‘Queen of Peace’ que en directo no puede ser más épica, a la que siguió una coreada ‘Only for the Night’. Emocionadísima por el calor del público, Florence lloró varias veces, como cuando presentó una ‘Hunger’ que considera una de las canciones más importantes que ha escrito. Y buscando una conexión mayor con su audiencia, en ‘Dog Days Are Over’ nos pidió que guardáramos nuestros teléfonos móviles y expresáramos todo aquello que nos preocupaba a través de la fuerza de esta canción. Se producen de hecho varios momentos de apoteosis durante el concierto, mientras Florence salta y brinca por el escenario, presenta la potente ‘100 Years’ o se deja llevar –y nosotros con ella– por el éxtasis de ‘What Kind of Man’. Pero sin duda el mayor de todos es el momento en que Florence baja hacia el público y se mete entre la marabunta, dejándose elevar por manos anónimas cual Mesías. Pareció Florence eso, un “gran Dios” venido para hacernos saber que el amor es la cosa más importante del mundo, y vaya si nos dimos por enterados. Jordi Bardají.
Bomba Estéreo es uno de esos grupos que definitivamente se benefician de la primera impresión. Visto un concierto, ya los has visto todos. Está bien: Li Saumet tiene una gran presencia escénica, su batín amarillo le da un gran porte, y los temazos se suceden uno tras otro. Curiosamente todo el mundo canta ‘To My Love’ en el cámping, y cuando llega en el concierto, como es de esperar, es de las más coreadas. ‘Soy yo’ y ‘Fuego’ elevarían el espíritu de un muerto, sobre todo en directo. Pero no hay mucho más que contar: un concierto divertido… como todos los que hace Bomba Estéreo.