Yo la Tengo / There’s a Riot Going On

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Yo la Tengo / There’s a Riot Going On

En su crítica de ‘Fade’, el último disco como tal de Yo la Tengo (‘Stuff Like That There’ eran rarezas), Miguel Sánchez se preguntaba si Yo la Tengo tendrían disco malo alguna vez. Pues malo, no. Pero ahora sí podemos decir que existe algún pequeño descenso de peldaño. Eso es ‘There’s a Riot Going On’. Pequeño, porque la calidad del trío sigue siendo incuestionable. Pero contiene demasiado lastre.

Lo primero que llama la atención es el título, que remeda prácticamente el del clásico de Sly & The Family Stone. ¿Es este un álbum combativo? ¿Es el disco de la era Trump de Yo la Tengo? Pues no. Al menos, aparentemente. Poco “riot” hay aquí. No se palpa violencia, ni tensión, ni siquiera una leve amenaza –salvo, quizás, en la letra del tema de cierre, ‘Here You Are’: “Eyes shut blinded/Darkness without dawn”–. Solo calma chicha. ¿La que precede a la tempestad? Puede, pero apenas se atisban nubes en el horizonte. Entiendo que el objetivo del trío de Hoboken con este disco es construir un refugio confortable frente a la fea realidad, pero se les ha ido la mano. El resultado es una obra plácida. Incluso soporífera.

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Lo de soporífero es una acusación un tanto fuerte, asumo. Pero me tengo que rendir a la evidencia. Aunque primero nos centraremos en lo bueno, que lo hay. Y mucho. La primera mitad es un compendio de lo mejor del trío cuando se ponen dulces. Ahí está la apertura con la magnífica ‘You Are Here’, una pieza instrumental, seguida de ‘Shades of Blue’, pop sencillo, puro azúcar cantado por Georgia, cuajado de panderetas y rimas consonantes: “Laid in my room / To reflect my mood”. Una simplísima y fantástica carta de amor. ‘She May, She Might’ rompe un poco la suave dinámica gracias a sus toques psicodélicos. ‘For You Too’ es otra pieza ligera, pegadiza, adornada por un eterno fuzz de guitarra, ensuciando lo justo para hacerla aún más atractiva. Mientras, la otra guitarra va dibujando riffs trasparentes, con un gran equilibrio entre la nitidez de las clásicas producciones sofisticadas de los ochenta y el lo-fi habitual de la banda. ‘Ashes’ encandila con su cadencia de duermevela, con las voces en segundo plano, tamizadas, y adornada con preciosos arreglos de guitarra. Y, para coronar esta estupenda primera parte, la divertida ‘Polynesia #1’, la única versión del álbum (de Michael Hurley), un tema bufo con coartada hawaiana.

Pero tras una primera mitad brillante, el disco decae en una suerte de calma amodorrada y eminentemente instrumental. Una música que casi tiene más de ambiental que de pop, que acaba sonando como si fuera un mismo tema de largo desarrollo, con las voces de Ira y Georgia asomando escasamente, más ensimismadas que nunca, asemejando por momentos a unos Beach Boys narcotizados y estancados en un mar quieto, sin viento ni movimiento. Y nos acaban sumergiendo en el aburrimiento. De vez en cuando, eso sí, reaparece el brillo. La voz de Ira emergiendo en ‘Above the Sun’, tras una larga intro levemente selvática, o ‘Let’s Do it Wrong’, de ritmos hawaianos adormecidos y bella melodía, con las voces a dúo de Ira y Georgia. También tiene su punto ‘Esportes Casual’, con su organillo y su ritmillo de mambo de Fiesta mayor. O ‘Forever’, con Ira recitando sobre unos coros dulces, sólo a base de contrabajo, efectos y armonías vocales propias de Brian Wilson.

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No, Yo la Tengo no tienen disco malo. ‘There’s a Riot…’ es tan bonito y tan bien hecho como es habitual en ellos. Pero se echa de menos su nervio, su furia contenida, su efervescencia. Esas que sí que manaban a borbotones en ‘Fade’.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘You Are Here’, ‘Shades of Blue’, ‘For You Too’, ‘Forever’
Te gustará si: eres fan completista de YLT.
Escúchalo: Spotify

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