Como sabíamos gracias a una entrevista ofrecida por Nicola Roberts –de la que nos hacíamos eco cuando Jaime Cristóbal recuperaba su fantástica ‘Lucky Day‘–, la pelirroja había estado trabajando en la composición del nuevo álbum de su amiga y compañera en el girl-group Girls Aloud, Cheryl Tweedy (también conocida como Cheryl Cole, apellido que adoptó cuando estuvo casada con el futbolista Ashley Cole).
Ese disco, decía Roberts, contendría algunas canciones en las que Cheryl verbalizaría sus decepciones amorosas, siendo la última de ellas bien sonada: después de conocerse allá por 2008 en el Factor X británico, ella como jurado y él como concursante, en 2015 entabló una relación con el ex-One Direction Liam Payne, con el que tuvo un hijo en marzo de 2017 –Bear, «oso», han tenido los bemoles de llamar al chiquillo– para romper a finales del pasado mes de junio –pocas semanas después de que acallaran los rumores de crisis apareciendo juntos en los Brits en los que Este Haim troleó a la pareja–.
Así, tras contarle a Jessie Ware en el podcast que esta mantiene que está harta de fracasar en lo sentimental y que para ella el único hombre en su vida es el pequeño «Oso», es imposible no pensar en Liam cuando en el nuevo single estrenado ayer, ‘Love Made Me Do It’, canta en el pre-coro: «Ay, Dios mío / Soy tan imbécil / Me enamoro de todos los cabrones / Pero no me arrepiento, no / porque…» y comienza el estribillo en el que culpa al amor de todo. «Debería usar la cabeza / porque el corazón realmente la ha cagado / El amor me obligó a hacerlo», dice.
Pero, más allá del componente morboso-rosa, ‘Love Made Me Do It’ es una buena canción pop escrita por un amplio equipo en el que destacan Natasha Bedingfield (sí, la de ‘Unwritten‘) y la ya citada Nicola, con una producción de The Invisible Men (responsables de los hits del debut multinacional de Iggy Azalea, ‘Work’ y ‘Fancy’ incluidos, así como temas de Anne-Marie o Bebe Rexha) que llama la atención por su exquisito minimalismo –en cierto sentido y salvando las distancias, la primera impresión remite al estilo de ‘Faith’ de George Michael– y por alejarse de las últimas tendencias pop, de manera tremendamente refrescante.
Eso quizá no la lleva a conseguir un éxito rápido, pero sí podría garantizar la pervivencia de ‘Love Made Me Do It’ más allá de la dictadura de los charts. Su vídeo combina imágenes de coreografías a contraluz con primeros planos de su rostro en los que, coincidiendo con las frases más llamativas de su letra, da rienda suelta a su gestualidad interpretativa de manera bastante cómica. Por todo eso, impacta descubrir la saña con que se la ataca en los comentarios del clip en Youtube, esgrimiendo como crítica que tiene «demasiada cirugía». No queremos pensar que, sencillamente, se trate de directioners escocidos por el supuesto ataque a Liam que, por lo leído, no se da por aludido y ha felicitado públicamente a Cheryl por la canción. Un regreso que como mínimo despierta interés de cara a ese quinto álbum en solitario de la artista, 4 años después del tibio ‘Only Human‘.