No habrá, como era de prever, canciones de Klaus&Kinski en el repertorio del nuevo proyecto de su único autor, Alejandro Martínez Moya. Ni siquiera cupieron cuando la nueva banda, Alexanderplatz, tenía solo en el mercado un EP de 4 canciones, de las que 2 eran instrumentales; así que no van a caber ahora que la banda tiene más de una veintena de canciones editadas. La presentación del álbum ‘Muera usted mañana’, de 18 pistas, en el Maravillas Club de Madrid el pasado sábado, sí implicó la experiencia de Alejandro como músico y de alguno de sus compañeros en «Klaus» (así los llama él mismo), como Antonio de Vicente-Yagüe a los teclados, lo que supone que en todo momento veamos a una banda rodada y con ciertas tablas. La timidez de Alejandro como vocalista es palpable, aunque solo sea porque el de este fin de semana ha podido ser más o menos su tercer concierto como cantante, pero también lo son su experiencia a la guitarra y su humor. En cuanto a esto último, la anécdota de haberse cruzado ese mismo día por Madrid con José María Cano paseando un perro con la bandera de España como collar; y en cuanto a lo primero, todo un arsenal de pedales y efectos a sus pies, o ese momento en un tema en el que incluso cabe un cambio de cejilla para unos segundos de punteo.
También hay recuerdo a las melodías de Klaus&Kinski en canciones como ‘La muerte y la vida’ o ‘Sí pero no’, pero en otro sentido ver a Alexanderplatz es ver a una banda totalmente nueva sobre las tablas. Los interludios instrumentales, lejos de provocar la distracción del respetable, logran meterle más en el universo de la banda, y en las canciones con letra el protagonismo de la batería -instrumento que brillaba por su ausencia en «Klaus»-, los sintetizadores y la guitarra les inclinan más hacia la banda sonora, el kraut o incluso el post-rock. En un par de momentos puntuales, hasta recuerdan a esa apisonadora llamada Toundra. El show, que se había abierto como el disco con ‘Vivan las cadenas’ y ‘Homenaje’, reservó sus momentos más pop para el final: de ‘Podías haberte quedado quieto’ hasta el supuesto cierre con ‘Dios ahoga aunque no apriete‘ y ‘Odio el siglo XXI‘. En el bis cae la preciosa ‘Bucle’ del anterior EP ‘Contrarreforma’, una canción que no debería caer en el olvido, muestra de que el grupo puede ofrecer ya conciertos llenos de interesantes composiciones en la próxima temporada festivalera. 7,5.
Ejercieron de teloneros Shadow Girls, el proyecto de Jaime Cristóbal (J’aime, Souvenir, Popcasting) y el siempre enigmático y carismático Charlie Mysterio, a eso de las diez de la noche a unas gafas de sol pegado, que además justo acaba de publicar esta semana un álbum como Mysterio. Shadow Girls han publicado en Jabalina un EP de cuatro canciones en el que destaca ‘Flowers for my Sweetheart’, pero también se incluye otro tema propio, junto a sendas versiones de Go-Betweens (‘Bachelor Kisses’) y Bobby Fuller (‘I Fought the Law’). Los 11 minutos que dura el EP se doblan en vivo con la incorporación de otras versiones, como la que utilizaron para cerrar, también de The Go-Betweens, en concreto de ‘Don’t Let Him Come Back’, con Cristóbal sentado a su guitarra «lap steel»; y otras de The Church y The Shortcuts. Canciones que incluso cuando proceden de Australia se presentan pasadas por el filtro de la música americana más tradicional y evocadora.