El DJ y productor Miqui Brightside, al que posiblemente hayas visto en el FIB, Razzmatazz, el Dabadaba de Donosti o en eventos de Jägermeister o Urban Outfitters, nos tiene acostumbrados a hilar la electrónica más fina de nuestro país. Ha publicado el EP ’Green Heart’ en 2015 y ha despuntado con colaboraciones como ‘Home’ con Akacia o temas ‘Panorama’. Curiosamente, pese a ser madrileño, la mayoría de sus oyentes están en lugares como Los Ángeles, San Francisco, Londres, Nueva York y Chicago, lo que muestra sus posibilidades de internacionalización.
Si en viejas canciones como su hit ‘Home’ o incluso en ‘Disappear Here’ quedaba claro lo bien que se llevan sus creaciones con las voces femeninas, el tema que estrenamos hoy en JENESAISPOP es otra prueba de ello. Esta vez en compañía de la asturiana Adriana Proenza a las voces (su carrera está más en la estela de Amy Winehouse y SZA), publica ‘Burning Bridges’, un tema con la sensibilidad y la delicadeza de las producciones de Caribou, que habla sobre dejar atrás el pasado, como nos cuenta el propio artista a continuación:
«‘Burning Bridges’ es un tema que produje durante este verano. Tenía una idea que me rondaba la cabeza relacionada con dejar cosas atrás y con evitar que ciertas cosas del pasado me atasen de cara al futuro. Con eso en mente decidí sentarme a producir un día y, a pesar de que posteriormente se añadieron vocales y ciertos arreglos, la estructura del tema la completé en menos de 24 horas. Tenía claro que quería un bombo constante, que avanzase, algo que explicase totalmente la expresión inglesa de «If you want to move forward, you gotta burn some bridges», la idea de volver hacia atrás. Adriana es impresionante e hizo un trabajo precioso con los vocales y Pablo Amores, el director del vídeo, supo transmitir a la perfección la idea de la canción. Por mi parte, ahora solo me queda avanzar».
Pablo Amores, conocido por su trabajo para The Parrots o Alien Tango (y también por su cameo en Operación Triunfo como novio de la concursante María Villar), hace aquí uno de sus mejores trabajos. A través de lo que parece un accidente de coche, el artista contrapone al protagonista consigo mismo. El añadido de un cementerio de coches sirve probablemente como metáfora de la muerte de nuestro propio pasado.