Tras su retirada por la grave enfermedad de su hijo, el regreso de Michael Bublé ha sido triunfal. Su disco navideño de 2011 suele volver a los charts anglosajones siempre por estas fechas, y eso parece haber fortalecido su nuevo lanzamiento original. El número 1 se ha escapado a ‘Love’ en algunos territorios como Estados Unidos, donde ha sido top 2, pero a estas alturas se puede asegurar la longevidad del álbum, lo cual es más importante que ser número 1 directo y luego hundirte.
Así, a las 235.000 unidades que Mediatraffic estimaba para la primera semana de venta a nivel global, habrá que sumar muchas más. ‘Love’ fue top 1 en Reino Unido en su semana de salida; en la segunda solo bajaba al top 2 debido al huracán Take That; y la tercera la pasará ya por encima de la banda de Gary Barlow, probablemente en el número 3, como apuntan las «midweeks».
También hay buenos datos en Canadá o Australia -top 1 y top 2 respectivamente- y dignos en mercados tan importantes como Alemania (top 6) o Italia (top 5). El disco está excelentemente situado en listas justo antes de Navidad y parece que Papá Noel repartirá unas cuantas copias de ‘Love’ la próxima Nochebuena. El millón de unidades está aseguradísimo ya y puede haber más.
Mariah Carey también regresa cada Navidad a las listas de éxito, pero en su caso ‘All I Want For Christmas’ no ha traído bajo el brazo ni un poquito de impacto para su disco ‘Caution’. Al contrario, el efecto es casi el contrario. El villancico de Mimi está en la cima del mundo, mientras su nuevo álbum amenaza con resultar un disco peor recibido que la banda sonora de ‘Glitter’.
Bien es cierto que los tiempos han cambiado y la era del streaming no ha sonreído a Mariah Carey, pero también lo es que su disco de 2005 fue un gran éxito de ventas en Estados Unidos y que no queda ni rastro de aquello. ‘Caution’ ha tenido que conformarse con el número 5 del Billboard 200, para en la segunda semana caer estrepitosamente.
Y por supuesto, el escenario en Europa es aún peor: un top 40 en Reino Unido para desaparecer del top 100 por completo durante la segunda semana suena desolador, como el top 71 en Francia o el top 67 en Alemania. Lo peor es que las críticas de su disco son espectaculares, pero parece que desde que la radio dejó de pinchar sus sencillos por «ageism» o cambio de modas (esto último algo difícil de tragar a tenor del éxito de Ariana Grande), automáticamente se apagó el interés por la artista. Este fin de semana mi compañero Jordi Bardají ahondará en el caso Carey en un artículo dedicado.