A finales de 2008 hablábamos de White Lies como “uno de los grupos que pegaría en 2009”, llegando su debut en enero de ese mismo año. Diez años después, la banda británica publica su quinto álbum, y no piensan desaprovechar la oportunidad que les brinda un décimo aniversario a la hora de hablar de este disco. Así, su vocalista Harry McVeigh comentaba que llegar a la década como banda les ha empujado a expandir su sonido y alcanzar nuevos territorios, definiendo este ‘Five’ (ellos, que pasan de comerse la cabeza con el título) como el inicio de un nuevo capítulo para el grupo. Desde luego van a por todas; de hecho, para el disco, que publican con PIAS (sello también de Róisín Murphy, Pixies o Harper Simon), cuentan de nuevo con la supervisión de Ed Buller, que se encargó de su debut. El productor, vinculado también a Pulp, Slowdive o Suede, se ha convertido a lo largo de los años en una figura paterna para la banda, según ellos mismos dicen. Parece lógico, por tanto, que no se olviden de él en un trabajo que para McVeigh, Cave y Lawrence-Brown supone un punto de inflexión.
Por si todo esto fuera poco en su intención de transmitir “ojo, que éste no es otro disco más de White Lies”, la banda va y lanza un primer single de siete minutazos, su tema más largo hasta la fecha, que además se encarga de abrir el álbum. ‘Time To Give‘, de inicio un poco ‘Dreamer’ de Supertramp, incorpora un sugerente toque psicodélico-popero -que recuerda a los últimos MGMT- a lo largo de unos interludios instrumentales, recurso que usarán también en ‘Kick Me’, que realmente parece tres canciones en una (la tercera y última parte podría ser también el cierre de una balada ochentera). Los ochenta siguen siendo, sí, un espejo en el que los ingleses se miran cada vez más, y esto es especialmente obvio en cortes como ‘Never Alone’ o ‘Tokyo’. Resulta curioso además encontrar, no ya las referencias, sino las similitudes probablemente no buscadas: ‘Tokyo‘, por ejemplo, recuerda a ‘Year of Living Dangerously’ de Scissor Sisters, y ‘Fire and Wings’ sirve como un estupendo cierre, funcionando tanto en sus enigmáticas estrofas como en un estribillo que se acerca al rock industrial de unos Nine Inch Nails más relajados.
Incluso se pueden apreciar pequeñas sorpresas: ‘Jo?’ o ‘Denial’ pueden ser las típicas canciones “menores” que luego no lo serán tanto cuando suenen en un festival, y ‘Finish Line‘ se beneficia especialmente de su tramo final. Aunque a veces crucen demasiado la línea llenaestadios, a lo Imagine Dragons o los temas que en esa línea tienen The Killers, por lo general lo hacen con cierta contención y, en definitiva, consiguen que este ‘Five’ sea uno de sus álbumes más sólidos, sino el que más.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘Tokyo’, ‘Time To Give’, ‘Jo?’
Te gustará si te gusta: The Killers, Editors, Imagine Dragons, los últimos MGMT
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