Agar Agar son Clara Capaldi y Armand Bultheel, un dúo que se conoció en la famosa escuela de arte Beaux-Arts de París. Y, por lo que demuestran en su propuesta musical, la manera de expresar su concepción del arte se sitúa a medio camino del surrealismo –al que ya evoca la portada de su debut ‘The Dog and The Future’, obra del artista Keith Rankin) y la provocación que les distingue mucho de ser un dúo de electropop con el dichoso french touch. Quiero decir, sobre el papel lo son, claro, pero no de la manera más sencilla que uno pueda imaginar.
Ya ‘Cardan’, su EP debut publicado en 2017, mostraba una actitud algo esquiva hacia el pop con canciones que parecían más inspiradas en el tecno punk primigenio –Suicide, Throbbing Gristle, Fad Gadget, Cabaret Voltaire– que en las tópicas referencias ochenteras más glamurosas y pintonas (de hecho, ‘Cuidado, peligro, eclipse’ tiene toda la pinta de ser un homenaje al anti-hit ‘Los niños del parque’ de Liaisons Dangereuses). Y este debut largo no sólo se devanea por caminos similares, sino que va aún más allá.
Según han declarado, no consideran un factor especialmente importante para una buena canción que se quede adherida en tu cabeza. En palabras de Capaldi, “puedes escuchar mierda realmente profunda y extraña y pasarlo mejor que escuchando una canción en la que todo está estructurado. Me gusta lo desestructurado, las movidas menos obvias”. Eso, básicamente, define ‘The Dog and The Future’ un disco sin ganchos claros, en el que no sólo cuesta entrar sino que a veces incomoda ostensiblemente. Un disco que termina y del que, más allá de los singles ‘Fangs Out’ (con su insólita conexión de electroclash y ecos jamaicanos) y ‘Sorry About The Carpet’, recordarás poco, pero a la vez tendrás la sensación de haber vivido una experiencia musical única y a la que apetece regresar.
Agar Agar también dicen que no trabajan con un método en particular, sino que les interesa precisamente huir de un método porque buscan que cada canción sea diferente. Es algo que también trasluce en su debut: prácticamente cada tema propone, aún partiendo siempre de sonidos sintetizados abiertamente retro y cajas de ritmo de tienda de segunda mano, una ambientación y un propósito diferente. Con cierta querencia cinematográfica en su construcción, temas como ‘Made’ o ‘Schlaflied für gestern’ irían de perlas en cualquier película de Nicolas Winding Refn, tanto como la dupla formada por la royorbisonesca ‘Gigi Song’ y la misteriosa y magnética ‘Shivers’ son dignas de algún film de David Lynch. Hasta ‘Duke’ y ‘Requiem’, con sus insólitos efluvios medievales, hacen pensar en algunos arreglos que Andrew Powell compuso para la BSO de ‘Lady Halcón’. Estos símiles dan cuenta de hasta qué punto es diverso este álbum, con ‘Lost Dog’ y ‘Lunatic Fight Jungle’ situándose no muy alejados de la sensibilidad de los últimos The Knife.
Coronando ese desconcertante –por diverso– pero atractivo mix, están unas letras que no sabemos si desconciertan más cuando muestran una aparente ausencia de sentido (‘Made’, ‘Shivers’, ‘Duke’) o cuando provocan declarando falta de amor a un perro perdido (‘Lost Dog’) o encontrando excitación en someter a un humano como si fuera uno (‘Fangs Out’). O cuando tratan de materializar las palabras de amor que podría tener un acosador con su víctima (‘Gigi Song’), asiendo lo inquietante como otra porción de su singular estética. ‘The Dog and The Future’ es un disco extraño, difícil, pero también extrañamente atractivo, difícilmente obviable, que hace de Agar Agar una de las propuestas más originales del pop reciente.
Agar Agar actúan hoy 2 de marzo en Barcelona, en la Sala Razzmatazz.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Sorry About the Carpet’, ‘Fangs Out’, ‘Gigi Song’, ‘Duke’
Te gustará si te gustan: The Knife, Kavinsky, Throbbing Gristle
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