David Rodríguez publicaba a finales de 2018 ‘Consagración‘, el regreso discográfico de su alias La Estrella de David, que llegaba 7 años después de ‘Maracaibo’, dando cuenta de que ser prolífico no es su una de sus características como intérprete. Por eso nos ha sorprendido bastante que haya comenzado el año lanzando no ya uno sino dos nuevos singles inéditos: ‘Valor sentimental‘, editado por Fikasound, recoge dos canciones interpretadas junto a La Bien Querida –su último disco se abría con otra así–, mientras que ‘La Estrella de David‘, publicado por Discos Garibaldi, contenía otros dos nuevos temas que hubieran encajado a la perfección en su último largo, ‘Singularidad’ –con cierto deje político en ese «Esta basura de país lo está haciendo Madrid»– y ‘Viva la vida’.
Esta última se ha revelado como una de esas composiciones que hacen de La Estrella de David uno de los proyectos más mágicos de la historia reciente del pop español, y confirma al propio miembro de bandas seminales de la escena indie como Beef o Telefilme como uno de los compositores y escritores más preclaros y emocionantes de su generación. Y eso (o quizá por eso mismo) que se trata de una canción que va calando poco a poco, aparentemente simple pero con una construcción creciente: al principio apenas un bajo (ejecutado por la simpar Laura Antolín de Doble Pletina) y unos acordes de piano sobre el ruido de la calle o el metro dan paso a David cantando «Dando siempre tumbos por la vida / sin porqué ni para qué / esperando que pasara algo / que no iba a suceder».
Una frase que denota cierta actitud de derrota, de una madurez que ha arrasado con casi todas las ilusiones, que perseguimos casi por inercia, porque es lo que hay que hacer. Pero ni esa búsqueda, que en el fondo intuimos inútil de antemano, consigue apagar la certeza de que nada tiene mucho sentido, lo cual empuja a acabar con todo, cual Nerón con su Roma. Desde luego, esta canción se llama ‘Viva la vida’ como aquel himno de Coldplay, pero no imaginamos a Pep Guardiola poniéndosela a su equipo antes de una final: quizá acabarían jugando él, el médico y el utillero.
Sin embargo, Rodríguez no cierra la puerta a una esperanza (imprescindible ver su vídeo oficial, doméstico y agridulce): mediada la canción, justo después de cantar el brutalmente veraz verso «Las medicinas y los psicólogos / sólo curan a quien no los necesita / y cada vez son menos» envuelto en las cuerdas confeccionadas por David Balago, una guitarra muy funky abre una especie de ventana, que parece invitar al bajo de Antolín a crecerse, entre palmas, conduciendo a la parte instrumental a sonar de manera coral. Y hacia la postilla, ese verso final en el que David nos regala cierto alivio: «Aunque hay una algegría… / Esa alegría / que siento a veces / Eso que siento
que me estremece».
La Estrella de David encabeza la nueva edición de BIS Festival, este próximo sábado 23 de marzo en un cartel que reúne también a Hazte Lapón (atención: será su último concierto en Barcelona), Axolotes Mexicanos, Medalla, Confeti de Odio y Cabiria.