El perreo con turbulencias de Rosalía, el barroquismo (como diría Manuela Trasobares) de Modeselektor, la robótica Katy Perry, la magia de Two Door Cinema Club y la épica incendiaria de Rammstein. Sacamos punta a las imágenes de los vídeos musicales más destacados de las últimas semanas.
Con altura (Rosalía)
Tras la intensidad emocional y la potencia visual de ‘Los abrazos rotos’ y ‘La piel que habito’, Almodóvar se repanchingó en la silla de director y dirigió la ligera y zumbona ‘Los amantes pasajeros’. Haciendo un paralelismo con la trayectoria del director manchego, el videoclip ‘Con altura’ sería el ‘Los amantes pasajeros’ de Rosalía, una avioneta que vuela bajo y no está a la altura (ni lo pretende) de los Boeing 747 de ‘El mal querer’. La creatividad del vídeo está en sintonía con la inventiva de las rimas de la canción: “altura”, “travesura”, “sabrosura”… Una relectura con mal de altura y turbulencias del ‘Toxic’ de Britney Spears en clave reguetonera. Filmada en formato 4:3, estrechando los márgenes del plano para que la mirada del espectador no se desvíe ni un segundo de Rosalía, ‘Con altura’ es un pasaje en primera clase, con cava y tortilla, para que la cantante se luzca y perree con sabrosura.
Who (Modeselektor)
En el siglo XVII, el pintor tenebrista Georges de La Tour capturó en su obra toda la belleza, el misterio y el lirismo que se esconde en las sombras que produce la luz de una vela. Olvidado durante años, su redescubrimiento en el siglo XX originó un efecto polinizador que, pasando por la fotografía de ‘Barry Lyndon’ o la obra del ilustrador Dave McKean (ver la portada de la primera edición de ‘Coraline’), ha llegado hasta al nuevo vídeo de Modeselektor. ‘Who’ se abre y cierra con una figura que podría haber vivido en la época de De la Tour y haber sido iluminada por él; un oxímoron (una mujer cegada por una venda iluminándose con una vela) que, como si fueran dos signos de interrogación, envuelve un freak show lleno de imaginativos y siniestros personajes. A medio camino entre las relecturas barrocas de Peter Greenaway y el estilismo sucio de los vídeos de Die Antwoord, ‘Who’ reúne varios arquetipos conocidos –Guillermo Tell, las siamesas Hilton- y los depila hasta sangrar con una cuchilla oxidada de afeitar.
Modeselektor & Tommy Cash — WHO from Chehad Abdallah on Vimeo.
365 (Katy Perry, Zedd)
Ya lo decía Asimov en sus leyes de la robótica: “un robot no puede dañar a un ser humano” (aunque sea a base de abrazos). El realizador Warren Fu, conocido por sus aplaudidos trabajos para Daft Punk, The Strokes o The Killers, es el firmante del nuevo vídeo de Katy Perry. En ‘365’ ha recogido la tradición estética y narrativa del mito de la vida artificial femenina, desde la María de ‘Metrópolis’ (de quien customiza el traje) o las replicantes de ‘Blade Runner’ hasta las androides de ‘Westworld’ o la Ava de ‘Ex Machina’, y la ha sintetizado en cuatro minutos. Katy Perry es una androide doméstica, una mezcla entre Alexa, ‘Las mujeres perfectas’ y una Realdoll, que se rebela ante la falta de atención y cariño de su dueño (interpretado por Zedd). Un experimento de 365 días de duración, narrado con caligrafía cinematográfica, que acaba con la robot como Hal 9000: desconectada por haber fallado en su cometido. En este caso, enamorar a su apocada “pareja”.
Talk (Two Door Cinema Club)
El joven artista Max Siedentopf ha construido su breve pero cada vez más relevante obra sobre un pilar fundamental: el guiño humorístico. El realizador alemán no engola la voz, como hacen muchos principiantes inseguros, sino que saca la lengua como hacen los niños: con la boca cerrada. En el vídeo ‘Talk’, Siedentopf, en sintonía con la letra de la canción (y los “catalanes” de Rajoy), “hace cosas”. Prueba, experimenta, juega. El vídeo, impregnado de un contagioso espíritu lúdico, está articulado por medio de una brillante y muy divertida idea de montaje: encadenar todos los planos imitando el movimiento del popular truco de magia del dedo que aparece al principio del vídeo. A través de varios “pases de mano”, vemos a los integrantes de Two Door Cinema Club y a las del cuerpo de baile, haciendo pantomimas, posados chorras y trucos de prestidigitación como quien juega al Magia Borrás. Todo ello tras una pantalla azul situada en la calle, que se podría ver como el equivalente de los paneles o photocall de madera en los que todos hemos metido alguna vez la cabeza.
Deutschland (Rammstein)
La historia de Alemania según Rammstein contada en nueve minutos. Una épica historia de violencia con elementos fantásticos cortada a espadazos en varios bloques: las luchas de las tribus germánicas con Roma en la Germania Magna (con influencias de la célebre secuencia de ‘Gladiator’), el imperio carolingio (con una estética que recuerda a la algo olvidada ‘Excalibur’ de John Boorman), la reforma luterana (vista como una bacanal entre frailes), la Alemania prusiana (donde se glorificaba la violencia como mecanismo de lucha darwinista), la Alemania nazi y el Holocausto (recreado como una nazisploitation tipo ‘Ilsa, la loba de las SS’), los “años de plomo” de la Baader-Meinhof y un futuro pos-apocalíptico tan oscuro y lluvioso como el de ‘Blade Runner’. En ‘Deutschland’ se mezclan iconos y símbolos de la historia de Alemania y se queman todos juntos en un gran pira, al estilo de la quema de libros de la plaza de la Opera de Berlín en 1933, alimentada con bombas, antorchas y cocteles molotov.