Hay artistas que no han surgido porque necesiten el reconocimiento del público, para darse baños de masas, para hacerse cuanto más millonarios mejor. En el último lustro hemos visto a Moderat, el conjunto formado por Apparat y Modeselektor, dar un enorme salto de popularidad gracias a la edición de ‘III‘ y a su gira de presentación, en la que actuaron frente a cientos de miles de personas. Y sin embargo, el grupo anunciaba su separación indefinida justo cuando estaba a punto de convertirse en una banda digna de encabezar macrofestivales. En su regreso a su proyecto personal, el hombre detrás de Apparat, Sascha Ring, ha decidido actuar en contraste, aliviado por la falta de obligación de «tener que escribir grandes himnos de pop» en este proyecto. En su lugar, ha preferido sumergirse «en los detalles y en las estructuras».
No hay por tanto especial influencia tampoco del pelotazo dado por Apparat al colocar la preciosa y accesible ‘Goodbye’ como sintonía de la excelente serie alemana ‘Dark’, uno de los descubrimientos de Netflix de los últimos años. En su nuevo disco, titulado secamente ‘LP5’, el sucesor de ‘The Devil’s Walk’ (2011) y la adaptación de la banda sonora de ‘Guerra y paz’ que hizo en 2013, deja por supuesto momentos hermosos perfectos para la introversión y la reflexión, pero no ha buscado tanto lo inmediato como en otras ocasiones.
Lo abstracto de sus nuevas intenciones se evidencia en el desenlace de este álbum. Tras una especie de interludio a piano que luego se pasa al ambient, ‘EQ_BREAK’, aparece la penúltima canción del disco. ‘OUTLIER’ se abre como una balada también a piano que parece que va a ser un instrumental tipo banda sonora, pero después evoluciona hacia otra cosa con la incorporación de un sintetizador (si no un órgano de iglesia), la toma vocal y finalmente el regreso a la paz con la tímida incorporación de una guitarra. Y la variedad es aún más radical en la pista final del álbum. ‘IN GRAVITAS’, que comienza también «en pequeño», introduce por sorpresa beats completamente bailables 2 minutos después, pero al final culmina con un «spoken word» robótico y repetitivo de corte sociopolítico, con frases como «estatuas se erigen dedicadas a nadie que haya sido elegido» o «el proceso revela todo su falso sentido».
Inmediatamente antes de estas tres canciones, en cambio, encontramos al Apparat más llano. Más incluso que en el single ‘DAWAN’, que con su puntito de drum&bass noventero incluso es algo que podría haber cantado Dido en sus inicios; la canción llamada ‘CARONTE’ es la típica grabación de Sascha Ring que piensas que podría haber pertenecido al repertorio reciente de Radiohead (pienso en concreto en ‘Burn the Witch’). Guiada por el chelo de Philip Thimm, elaborando el leit motiv de la composición à la Owen Pallett, incorpora luego un delicado trabajo de sintetizadores, cuerdas y guitarras, sonando definitivamente pastoral.
De la misma manera que la letra de esta canción no es muy clara en su sentencia «el secreto es esconderse en silencio / el secreto es mi violencia interior»; tampoco lo es el destino de un álbum que no termina de decidirse en sus ambiciones. Es muy lícito que Apparat haya querido centrarse en detalles, pero tampoco aporta demasiado en cuanto a texturas ni termina de decirnos algo que no hubiera dicho antes. Es como si en su afán por componer liberado de la -minúscula- presión comercial de Moderat, se hubiera olvidado también de aportar algo nuevo a su discurso en su primer disco de estudio en 8 años. En ese sentido, el antitítulo dado al álbum no es buena señal porque ‘LP5’ no es indicativo de nada concreto ni específico de esta obra, salvo que estamos ante el 5º álbum de Apparat. Por suerte, eso sí, su excelente gusto para producir discos a medio camino entre lo orgánico y lo sintético, no se ha marchado a ningún lado.
Calificación: 6,8/10
Lo mejor: ‘CARONTE’, ‘DAWAN’, ‘HEROIST’
Te gustará si te gusta: Radiohead, Aphex Twin, The Postal Service, James Blake
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