Isabel Díaz Ayuso es uno de los personajes políticos que más están dando que hablar en los últimos días gracias (o pese a) sus cuestionadas y muy mediáticas declaraciones sobre temas como el empleo, el permiso maternal o contra el aborto. La candidata del PP a la presidencia de Madrid ha llegado a proponer que el bebé concebido no nacido sea ya considerado parte de la unidad familiar de cara a la expedición de títulos de familia numerosa o a solicitar plaza en escuelas; ha afirmado que hablar de empleos basura supone una ofensa «para la persona que está deseando tener ese empleo basura» y ha defendido romper con la «dictadura de las feministas radicales». También ha dicho que los atascos son una «seña de identidad» de Madrid y -entendemos que desde cierta exageración- que una mujer embarazada, cuando es verdaderamente emprendedora ya está «emprendiendo una semana después» de dar a luz, al contrario que la «mujer de la izquierda que tiene que victimizar y colectivizar los sentimientos».
Ante estas declaraciones que unos considerarán disparatadas y otros magistrales, pero que, no se puede negar, sobre todo suenan bastante conservadoras, se nos puede olvidar que Díaz Ayuso no es una señora mayor precisamente, de hecho tiene 40 años y por tanto vivió su juventud en los años 80 y su adolescencia en los 90. Aunque es imposible adivinar qué pensaría la Díaz Ayuso de 18 años de entonces sobre sus ideas de ahora, parece que al menos sus gustos musicales no han cambiado y como sus ideas, también son bastante sorprendentes. Este miércoles mismo, Díaz Ayuso ha aparecido en El Intermedio durante las fiestas de San Isidro para participar en un cuestionario de Thais Villas y cuando esta le hacía cantar un chotis de Agustín Lara, la madrileña respondía que no lo recuerda muy bien pues ella es más de la música de los 80, en concreto «de Depeche Mode y Los Secretos».
Quien guste de conocer en profundidad a sus representantes políticos probablemente habrá leído ya la entrevista que Díaz Ayuso concedía el pasado mes de marzo a Vanitatis en la que la vicesecretaria de comunicación y portavoz del Partido Popular de la Comunidad de Madrid hablaba sobre su amor por Depeche Mode, el grupo más importante de su adolescencia hasta el punto que uno de los dos tatuajes que lleva, y que se hizo de adolescente durante una época de rebeldía, representa al grupo. Según El País se trata de una flor que Díaz Ayuso @relaciona con su»vinculación ochentera» y que solo puede ser la icónica flor que ilustraba la portada de ‘Violator’, el álbum más emblemático del grupo británico -lanzado en 1990- aunque no hemos encontrado ninguna imagen para confirmarlo (parece que a Díaz Ayuso no le gusta enseñar sus tatuajes).
En Vanitatis, Díaz Ayuso decía esto sobre sus tatuajes: «Llevo dos. Este del brazo es de Depeche Mode, un grupo que me gustaba mucho y me recuerda a mi época de verano, a mi adolescencia, a mis amigos. Y el otro es un dibujito decorativo». Aunque aclara que no se arrepiente de haberse hecho los tatuajes, dice que no se hará ninguno más. «Con estos es suficiente. Cuando hay días rebeldes, un poco complicados, miro el tatuaje y me vienen a la memoria momentos felices. Algo así como tener presente que se puede empezar de cero y no pasa nada».
Por suerte, Díaz Ayuso no limita su admiración por la música de los años 80 a Depeche Mode y Los Secretos y, al menos según un artículo sobre ella publicado el pasado 11 de enero en MSN.com, y firmado por el periodista experto en política de The Huffington Post Antonio Ruiz Valdivia, otros de los artistas y grupos favoritos de Díaz Ayuso son, citamos textualmente, «Peter Murphy, Simple Minds, Pet Shop Boys, All about Eve, Suede, Texas e INXS». Sobre estos grupos, Díaz Ayuso no ha emitido más palabra que sepamos, así que nos quedaremos con las ganas de saber cuál es su álbum favorito de Peter Murphy o si acaso le gustan Bauhaus, si es más de ‘Actually’ o de ‘Please’ o qué opina sobre el regreso de Texas.
Así que respondiendo a la pregunta de este artículo, sí, parece que Díaz Ayuso tiene buen gusto musical pese a lo que puedan reflejar de ella sus extrañas ideas políticas y que este se inclina más hacia las playlists electorales del PSOE, al gusto de Pedro Sánchez por festivales como el FIB o al de su colega en el PP Andrea Levy por el indie que a lo que, con algún que otro prejuicio, cabe reconocer, podemos esperar. O no, pues visto lo visto, parece que la música trasciende cualquier ideología… y eso que ganamos todos.