El nuevo disco de versiones de Morrissey, ‘California Son‘, es top 4 en Reino Unido, lo cual no está mal ni para lo que es, ni para la promo que ha hecho, ni para el momento de popularidad por el que pasa el artista.
Como adicto a las listas de éxito, ha decidido comentar el resultado, quizá adivinando que en su segunda semana el álbum iba a salir del top 20 (es número 24 en las midweeks de hoy). Mozz indica que el top 4 en su opinión está bien “para la campaña de odio” que se ha vertido contra él, de la que responsabiliza directamente al prestigioso diario The Guardian. “Dada la infatigable Campaña de Odio ejecutada contra mí por The Guardian y sus seguidores, estoy satisfecho con la posición en Reino Unido para ‘California Son’. Es reseñable que su responsable antagonista en esta Campaña de Odio es alguien a quien llevé a juicio hace algunos años por escribir mentiras sobre mí. Perdió su batalla en el juzgado entonces, y ahora está buscando su venganza personal usando The Guardian, que ha estado acosando a toda persona relacionada con mi música, pidiéndoles que dijeran algo terrible sobre mí que pudieran imprimir. Esta es la cara abierta de la Bretaña soviética”. Morrissey ha publicado unas estadísticas que sitúan la pobre tirada de The Guardian por debajo de una buena docena de periódicos de Reino Unido (en general tabloides), si bien no habla de sus datos online ni a nivel internacional. ¿De alguna manera responsabiliza a The Guardian de que el disco no haya llegado más alto en las listas pero a la vez se burla de la escasa influencia del medio?
En cualquier caso, Morrissey se refiere a Tim Jonze, al que demandó por una entrevista hecha en 2007, en aquel caso para el NME, de la que se extraía que el artista era racista. Jonze ha publicado estos días un artículo en The Guardian preguntándose «por qué los fans de Morrissey se sienten tan traicionados». En él recuerda cómo mucha gente no creyó su versión de los hechos, cómo el NME titubeó en publicar su texto por sus polémicas citas sobre Inglaterra e inmigración, cómo mucha gente no las creyó, llevando a la consiguiente denuncia de Morrissey cuando fueron publicadas. Jonze recuerda cómo Morrissey se burló de su físico y asegura que se publicó una disculpa tipo «Morrissey no es racista», pero que no se le pagó indemnización. Finalmente, cuenta que puede seguir escuchando la música del artista aunque no es el caso de muchos de sus amigos, que han tirado la toalla tras el apoyo de Morrissey a For Britain, considerado racista.
Ciertamente hace unos meses nos preguntábamos si The Guardian estaba realizando una caza de brujas contra Morrissey -antes de verle actuar en la tele con un pin de For Britain, aún por explicar- pero en aquel caso era otro periodista quien firmaba el artículo, Daniel Dylan Wray, que escribe también para Noisey o Pitchfork. La crítica de The Guardian puntuando ‘California Son’ con 1 estrella sobre 5 es de Laura Snapes, que también escribe para Pitchfork, que ha puntuado el álbum con más generosidad, un 5,9 sobre 10.