Como sabemos, el pasado viernes Justin Vernon nos dio una sorpresa mayúscula y adelantó nada menos que tres semanas el lanzamiento de su nuevo álbum de estudio como Bon Iver, ‘i,i‘. Aunque, eso sí, para tener su edición física literalmente entre manos habrá que seguir esperando hasta el 30 de agosto. Este nuevo álbum, publicado 3 años después del alabado ‘22, A Million‘, supone en general cierto reencuentro con su faceta más orgánica en contraste con el predominio de electrónica en uno de los mejores discos de 2016: su voz ya no está tan enmascarada con filtros –de hecho apenas los hay–, y predominan los instrumentos tradicionales de su banda, sumados a una sección de metales y el coro juvenil de Brooklyn.
Desde que anunciara el lanzamiento un par de meses atrás, hemos ido conociendo distintas tandas periódicas de canciones, multiplicándose hace unos días después de unas listening parties del álbum en todo el mundo (también en España), que hicieron que el pasado jueves 7 de agosto conociéramos prácticamente todo el álbum. Pero hoy, ya con sus trece cortes a nuestra disposición, retrocedemos hasta la primera de las canciones avanzadas en junio, ‘Hey Ma’.
Es, claramente, uno de los momentos más deslumbrantes de ‘i,i’. Co-escrita junto a sus fieles colaboradores Brad Cook y BJ Burton, marca la estética musical del disco, con numerosas capas sonoras que se superponen formando un poderoso todo, pero cuyos inicio y desenlace nos presentan la canción en su forma más desnuda, con un sintetizador, la voz de Vernon, el bajo y un redoble de caja. A partir de ahí la canción se presenta en permanente transición de distintas fases, pero sin perder en ningún momento la esencia melódica de la composición, quizá una de las más fácilmente memorables de la carrera de Bon Iver y que nos traslada a los tiempos de ‘For Emma, Forever Ago‘.
Además, ‘Hey, Ma’ tiene un marcado componente íntimo, a pesar de que su letra es generalmente difusa e inconcreta (esos «Full time, you talk your money up / While it’s living in a coal mine» con los que arranca su estribillo). Sin embargo, el lyric-video de la canción parece más clarificador: comienza con la imagen de una ecografía de la madre del artista (que para colmo se llama Justine), seguida de diversas filmaciones domésticas de una familia que a todas luces parecen los Vernon, incluido el propio Justin. Así, solo cabe pensar en alguna experiencia infantil traumática cuando en su tercer verso canta «Esperé fuera / después me hiciste entrar a la habitación / y me ofreciste la verdad / Mis ojos treparon de la ventana a la pared / de la mañana a la noche / «Déjame hablar con ellos, déjame hablar con todos ellos». Y leer de manera literal ese «gran momento para llamar a mamá / «Hola, Mamá», «Hola, Mamá»» que no solo convierte en el gran mantra de la canción sino también en una invitación para tener siempre muy presentes a nuestras propias progenitoras.