A mediados del mes de agosto nos surgía la posibilidad de charlar con algún miembro de los Pixies sobre ‘Beneath The Eyrie‘, el álbum que el grupo de Boston acaba de publicar hace unos días. La ocasión lo merecía, ya que se trata de un disco en el que se recupera parte del espíritu de sus orígenes, diluido en sus dos discos previos, enérgicos pero menos inspirados.
Al otro lado del teléfono nos encontramos quizá al miembro de la banda más discreto y que menos juego nos puede dar en la entrevista, el batería David Lovering. Se revela como un conversador divertido y extraordinariamente amable –recuerda mi nombre durante toda la entrevista, por ejemplo–, esforzado para entender y responder las preguntas lo mejor posible –por raro que parezca en nuestra era, una conexión telefónica con Estados Unidos vía UK aún puede ser un desastre de cortes de sonido–. Aunque a veces no parece querer (o poder: al fin y al cabo, todas las canciones son cosa de Charles Thompson, Black Francis) mojarse de más en las preguntas sobre este nuevo trabajo. Pixies cerrarán su gira mundial de presentación de ‘Beneath The Eyrie’ en España, con los conciertos que se celebran en Barcelona –día 23 de octubre, entradas aún disponibles–, Madrid –24 de octubre, ya agotado– y A Coruña –26 de octubre, ya agotado–.
‘Beneath The Eyrie’ se publica en un par de semanas. ¿Cuáles son tus sensaciones o esperanzas hacia él en este momento?
Oh, Dios, es gracioso, Raúl, porque creo que este es el (Nde: «1, 2, 3…», cuenta en voz alta) séptimo disco de nuestra carrera, y creo que me puse nervioso con el primero. Con el segundo, un poco menos. Ahora ni siquiera pienso en él. (Risas) No tengo expectativas, estoy muy feliz con él y me encanta, pero no me pongo nervioso por el lanzamiento como solía. Sé cuándo se publica, tengo las canciones en la cabeza, las conozco bien… Estoy feliz con él, y es lo mejor que puedo sentir en el plano emocional.
«No tenemos una fórmula ni intentamos recrear algo que ya hayamos hecho»
¿Qué dirías que significa para vosotros dentro de la larga carrera del grupo?
Bueno, es solo el siguiente paso. Quiero decir, todos los discos que hacemos no suenan como el anterior, no puedes comparar un disco con el siguiente. Este es el siguiente avance en esa línea. No tenemos una fórmula ni intentamos recrear algo que ya hayamos hecho. Es una progresión y muestra dónde estamos ahora. Intentamos ser un grupo abierto a recrear cualquier estilo de música… al menos en nuestra cabeza es así. (Risas) Y este es un nuevo capítulo de eso.
¿Ha sido diferente su creación respecto a otros discos, teniendo en cuenta que se publica en una multinacional, después de dos discos publicados en vuestro propio sello?
Para nosotros no ha habido ninguna diferencia con respecto a nada de lo que hemos hecho, en ese sentido. Nuestras sensaciones o incluso nuestro estado mental respecto a hacer un disco no han cambiado. Por supuesto han cambiado la tecnología y nuestra forma de usarla, pero es lo mismo. Siempre hemos hecho lo que queremos, lo que sentimos. Nada ha cambiado.
Comparándolo con esos discos, ‘Beneath The Eyrie’ suena menos salvaje, más contenido y sobrio. ¿Era vuestra primera idea cuando empezasteis a escribirlo y grabarlo?
Como te decía, no hay una fórmula en lo que intentamos hacer. No intentamos sonar más punk o sonar a cosas anteriores de Pixies. Lo único que quizá pueda encontrar como nexo común, aunque no puedo hablar por Charles, es que lo grabamos en pleno invierno (Nde: en Dreamland Recordings, una antigua iglesia en el bosque de Woodstock, Nueva York). Quizá eso hizo que estuviéramos encantados de estar dentro del estudio, y eso se refleje en las canciones. (Risas) Es lo único que puedo encontrar en el disco que lo haga ser como es, y tampoco fue intencionado.
¿Entonces quieres decir que todo ocurre en el estudio tal cual, sin ningún plan previo?
Sí.
«Hay como unas seis canciones (en el disco) que fueron compuestas durante la grabación. Entiendo que sorprenda, pero es la forma en que lo hacemos»
Me parece increíble, nunca pensé que un grupo de vuestro estatus se metiera así en el estudio sin preparar nada.
No, a ver, sí teníamos unas cuantas canciones previas con una producción rápida. Quizá entramos con la mitad de las canciones, pero hay como unas seis canciones que fueron compuestas en el estudio, durante la grabación. Entiendo que sorprenda, pero es la forma en que lo hacemos. Nunca ha habido un guión o un plan. Si algo nos suena bien, decimos «probemos con esto». Así es como funcionamos como grupo, para nosotros no es nada especial, es simplemente nuestra forma de hacer las cosas.
Por otra parte, los arreglos de las canciones suenan menos punk, están envueltos por una onda más oscura, misteriosa, ¿verdad? ¿Cuál ha sido vuestra principal aspiración en esa parcela?
No creo que haya habido una intención, repito. No perseguimos un sonido. Simplemente ocurre, que las canciones surgen así. De nuevo, no puedo hablar por Charles como compositor, si hay algo emocional que haga que sean como son. Pero no hubo una visión previa del disco. Solo teníamos esas pocas canciones hechas antes, entramos al estudio y ha salido así.
«Uno de mis grupos favoritos es Rush (…). Y hay un vídeo en el que están los tres simplemente cenando y hablando. ¡Pue es lo mejor que he visto de Rush en mi vida!»
En cuanto a la grabación, habéis estado publicando una serie de podcasts a cargo del periodista Tony Fletcher, que ha registrado durante el proceso de composición y grabación. ¿Eso lo ha hecho más divertido o era incómodo a veces?
Fue interesante, porque normalmente en el estudio estamos solos. Y allí estaba este caballero, grabando todo lo que hacíamos, estando allí todo el tiempo. Al final se convirtió en algo normal y ni siquiera notábamos que estaba ahí. Pero ahora creo que ha sido fantástico hacerlo, porque… Te pongo un ejemplo: uno de mis grupos favoritos es Rush. He ido a sus conciertos, me encanta su música, me encantan como músicos. Pero hay un DVD, solo ese DVD, en el que en la sección de extras hay un vídeo en el que están los tres simplemente cenando y hablando. ¡Pues eso es lo mejor que he visto de Rush en mi vida! (Risas) ¡Solo cenando y hablando! Porque se convierte en algo personal. Y cuando nos grababan a nosotros me parecía raro, pero ahora lo entiendo mejor. Ver a tu banda favorita hablando de cosas personales, o haciendo el bobo, es un extra muy guay.
No solo los dos singles que avanzasteis, ‘On Graveyard Hill’ y ‘Catfish Kate’, sino todo el álbum respira un estilo de Pixies clásicos, entendiendo como tal ‘Surfer Rosa’. ¿Aspiráis a que este disco se convierta en un nuevo clásico?
Una vez más, no… No deseo o espero nada. Por supuesto que sería genial que salieran más conciertos y tocar mucho, pero la idea siempre es que sea OTRO (Nde: realza con la voz esa palabra) disco de Pixies. En todo caso, ahora que lo mencionas, me han llegado más comentarios en ese sentido. Quizá sea por el uso del español en algunas de las canciones, en lo que coincide con ‘Surfer Rosa’. Pero en todo caso es bonito, es agradable que evoque a eso.
Efectivamente, en los países de habla hispana llamará mucho la atención la canción ‘Los Surfers Muertos’, así que es casi obligado que os pregunte por ella. ¿Sabes si existe realmente esa playa en Nuevo México, como dice la letra? ¿Cómo surgió?
Una vez más, Charles te lo explicaría mejor, pero todo surge de Paz, nuestra bajista. Es una extraordinaria surfista, y la canción cuenta una historia personal suya. Así que, si ella canta una canción sobre surf, estoy seguro de que todo es real. (Risas) (Nde: la letra habla con cariño sobre una surfista amiga suya, Desirée, que murió víctima de una gran ola conocida como «Killer Dana»)
«(Paz Lenchantin) es una gran bajista, una gran músico, y eso es fantástico porque me obliga a tocar mejor. No quiero quedar en evidencia a su lado»
Ya que mencionas a Paz Lenchantin… Ella se ha consolidado del todo como la cuarta Pixie, y es tangible su papel co-protagonista en este disco. ¿Cómo ha sido ese proceso en el que ella llega al grupo hasta que se ha ganado su propio espacio en él?
Bueno, ella lleva con nosotros ya seis años, y nos encanta. Es parte integral de la banda, es una gran bajista, una gran músico, y eso es fantástico porque me obliga a tocar mejor. No quiero quedar en evidencia a su lado. (Risas) Tuve que aprender a tocar mejor, literalmente. En los dos discos que hemos hecho con ella, ‘Head Carrier‘ y ‘Beneath The Eyrie’, su aportación se ha hecho indeleble: tocando el bajo, en los arreglos… Y cuanto más tiempo pasa en el grupo, se hace mejor y su aportación crece. Ha sido muy bienvenida, es maravilloso tenerla.
En algunas canciones, como ‘This Is My Fate’, recuperáis ese fascinante ambiente de desierto fronterizo que solíais, y que ya forma parte del universo Pixies. ¿Qué piensas de ese odio que parte de la sociedad estadounidense, instigada por el propio Presidente, sostienen hacia la comunidad hispanoamericana? (Nde: nuestra charla tiene lugar días después del terrible atentado de El Paso del pasado agosto
No quiero entrar en un análisis político, pero creo que es horrible. Por lo que es este país, cosas así no deberían ocurrir. Es equivocado. Es todo lo que puedo decir.
«Cada vez que hacemos un nuevo disco y vamos de gira, Charles quiere tocar CADA canción incluida en él»
¿Te atreves a decir qué canciones del disco crees que tendrán un papel protagonista en vuestros directos? Y no me refiero solo a la nueva gira, sino también a los del futuro.
Mira, Raúl, te voy a contar una cosa: cada vez que hacemos un nuevo disco y vamos de gira, Charles quiere tocar CADA canción incluida en él. (Risas) Así que vamos a tocar todo el disco. Y solo después de unas cuantas veces pensamos «quizá esta canción no funciona», esto y aquello, y decidimos dejar de tocar algunas. Pero en este momento, te aseguro que vamos a tocar CADA canción de ‘Beneath The Eyrie’ en directo.
«He llegado a un punto en el que cuando publicamos un disco no me creo ningún tipo de expectativa hacia él»
Tanto ‘Indie Cindy’ como ‘Head Carrier’ tuvieron recepciones tibias tanto por parte de la crítica como del público. ¿Es algo que os preocupe con este nuevo disco?
No, no. Como te decía antes, solo me ponía nervioso al principio, es algo que ya no me pasa. Imagino que la gente lo criticará, pero no permito que me afecte, ni me enfada. Esto es lo que hacemos y estoy muy feliz con él. No pretende cambiar nada. He llegado a un punto en el que cuando publicamos un disco no me creo ningún tipo de expectativa hacia él. Creo que es peor generarse expectativas.
Vuestra gira europea de este disco culmina aquí en España. Habéis escogido tocar en recintos medios o incluso pequeños, considerando el estatus del grupo. ¿Por qué ha sido así?
Bueno, nos gusta tocar en sitios pequeños, siempre es más íntimo. Dicho esto, supongo que nuestro management pensó que era mejor tocar en espacios así, porque no lo pedimos específicamente. Pero nos gusta, y tocaremos ahí, Raúl.
De hecho, las entradas del show de Madrid (Nde: más tarde ha sucedido lo mismo con las de A Coruña) se han agotado en unos días. ¿Habéis considerado la posibilidad de añadir alguna fecha más?
Sé que cuando los promotores organizan el tour se anticipan a estas cosas, pero no lo sé. Si no se ha hecho es porque no ha sido posible, no sé por qué. No puedo decirte más.
«Cuando el grupo se separó la primera vez, me quedé destrozado, fue como perder todo lo que yo era»
¿Qué significa para ti, después de más de 30 años, seguir tocando en los Pixies y congregar a montones de gente en vuestros conciertos por todo el mundo?
Es algo maravilloso. Me encanta estar en un grupo y que sean los Pixies. Siempre lo soñé. Y cuando el grupo se separó la primera vez, me quedé destrozado, fue como perder todo lo que yo era. Así que aprecio muchísimo haber tenido la oportunidad de volver a hacerlo. Y no solo yo, todo el grupo. Está en otro nivel de disfrute. No podríamos pedir más.
¿Dirías entonces que disfrutáis más ahora que en la primera parte de vuestra carrera?
¡Oh, sí! Como diez veces más. (Risas) Porque verás, éramos muy jóvenes y era divertido. Nos abrió mucho los ojos, fue un tiempo maravilloso. Pero perder algo, y tener una nueva oportunidad de volver a disfrutarlo, te enseña a apreciarlo de verdad. Y yo lo hago.