Kindness anunciaba su tercer disco hace unos meses pidiendo a sus fans que usaran los nuevos pronombres con los que se identifica más, «they/them». Decía que «muchas cosas han cambiado» desde su álbum anterior y el actual, pero ‘Something Like a War’, que recibe su nombre de un documental de 1991 sobre un atroz programa de planificación familiar de la India con el que se practicaron múltiples esterilizaciones y abortos ilegales (Adam Bainbridge es de madre india y padre blanco británico), no ofrece un cambio de estilo radical frente a aquel, aunque no lo necesitaba en absoluto. La mejor parte de la música de Kindness siempre han sido sus cuidadas producciones y su personal visión del funk y R&B de los 70 y 80, precisamente porque tras ellas solían haber muy poquitas canciones. Y la mejoría de ‘Something Like a War’ en este aspecto es sustancial.
Ya el principio de este disco mezclado por el fallecido Philippe Zdar de Cassius, en el que escuchamos una voz distorsionada que anuncia «alguien te dirá que no puedes mezclar esto con lo otro y tu responderás, mírame» seguido de un contundente arreglo de contrabajo, promete; pero es que la intro ‘Sibambaneni’ y el tema en el que se desarrolla después, ‘Raise Up’, pueden ser lo mejor que ha firmado Kindness hasta la fecha. Es contagioso su mensaje sobre edificar al prójimo «construye a tu gente, hazlos iguales, eleva a los que son diferentes», pero también lo es su fusión de baile y góspel, y con dichos elementos parece la canción más importante de todo el conjunto. Aunque Bainbridge también despunta ofreciendo letras más personales como la de ‘Cry Everything’, en la que, junto a su amiga Robyn, canta sobre al fin sentirse libre de ser quien es en realidad, o ‘Lost Without’ con Seinabo Sey: «recuerda todo lo que se pierde sin amor a tu lado, todas aquellas veces que hablamos me resistí, no tengas miedo a ir demasiado lejos».
En ambas canciones, Kindness refina su gusto por los ritmos electrónicos de inspiración funk-lite y disco-lite y por la armonías del R&B y el góspel, haciendo de ‘Something Like a War’ otro trabajo irresistiblemente neoyorquino, pero eso no es todo lo que este tiene que ofrecer. En ‘Softness as a Weapon’, que como su propio título indica, aboga por una masculinidad más femenina («entrégate a la suavidad, ahí es cuando te enamoras, no intentes ser tan duro, deshaz tu dureza»), conviven atmósferas brumosas y un ritmo cercano a lo caribeño, mientras el ritmo downtempo de la balada ‘The Warning’, otra colaboración con Robyn, con el acompañamiento de una orquesta, es puro años 90. También es destacable el buen medio tiempo R&B ‘Hard to Believe’ con Jazmine Sullivan, sobre todo gracias a la interpretación de ella, y aunque en la segunda mitad del álbum las melodías empiezan a divagar y a perderse por las siempre gustosas producciones de Kindness (‘Who You Give Your Hear To’ con Alexandria es olvidable pese a su bonita letra tipo ‘True Love Will Find You in the End’), al menos la densa ‘No New Lies’ con Cosima sorprende hacia la mitad con un precioso arreglo de piano jazzy bastante inesperado. Este es el dinamismo que han solido necesitar muchas canciones de Kindness, pero comprobado está, sobre todo en este disco, que cuando las hace bien pocos peros se le pueden poner.
Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Raise Up’, ‘Cry Everything’, ‘The Warning’
Te gustará si te gusta: la chupipandi de Kindness, es decir, Robyn, Blood Orange, Solange y Kelela
Escúchalo: Spotify