En mi imaginación, la tercera temporada de ‘Twin Peaks’ fue tal éxito que David Lynch escribe ya la cuarta temporada y los grupos matan por aparecer actuando en el Roadhouse como ya lo hicieran Chromatics, Sharon Van Etten, Au Revoir Simone, Lissie, The Veils o Eddie Vedder. El segundo disco de Cigarettes After Sex suena como un intento de que sea este proyecto el que cierre todos y cada uno de los hipotéticos episodios de esa temporada que quizá nunca existirá.
Cuando conocimos a la banda de Greg Gonzalez, ‘Cigarettes After Sex’ sonaba como el disco perfecto de dream pop para aquellos que añoraran los tiempos de Slowdive, Mazzy Starr o incluso Cocteau Twins, y para los que pensaran que tales sonidos no existían. El segundo álbum, que recibe el nombre de ‘Cry’, presenta pocas novedades al respecto: los teclados no pueden sonar más a Angelo Badalamenti, y estas nueve composiciones se entregan a punteos tranquilos y relajados, que nos llevan a una plácida playa en la que echamos muchísimo de menos a alguien.
Greg Gonzalez de hecho ha grabado este disco desde Mallorca y el single principal, ‘Heavenly’, nace de observar una «puesta de sol infinita» en una playa recóndita de Letonia, durante una noche de verano. Y la canción logra ser así de bella. El principal problema que presenta el álbum es que a veces parece que el artista se haya quedado dormido en la citada playa, mecido por las mismas melodías que se iban agolpando en su cabeza. La música de Cigarettes After Sex ha podido conectar en algunas ambientaciones con Beach House y en los punteos con The xx. Sin embargo, estos temas no esconden ni los desarrollos tan espectaculares de los primeros, ni han querido incorporar nuevos elementos por ejemplo electrónicos como han venido haciendo los segundos, aunque haya sido a costa de perder público. A todas luces ‘Cry’ es el típico segundo disco que simplemente busca asentar el nombre del artista, consolidar su base de seguidores.
En ese sentido es un álbum agradable de oír, con canciones que van creciendo tanto con las escuchas como sucede con ‘Heavenly’, ‘Kiss It Off Me’, ‘Cry’ o ‘Falling In Love’. En ellas, Gonzalez realiza un dibujo del amor y el desamor que, como David Lynch y Lana del Rey, cada uno en su estilo, debe mucho a la estética de los años 50. La mujer admirada de ‘Kiss It Off Me’ se «pasea despacio» y bebe «Slurpee», solo para luego desaparecer, inalcanzable. En otros momentos aparecen citas a Playboy, Penthouse o a Hentai. Las referencias al sexo, algo pajilleras, están levantando algunas ampollas, aunque lo peor quizá sea lo explícito de algunas letras: si fueran políticas, Greg es de los que nos diría abiertamente cuál es la papeleta que tenemos que poner en la urna.
Así, ‘Hentai’ habla de «una chica que tan pronto como te hacía correrte / adivinaba tu futuro», e introduce frases tan intensas como «te dije que quería morir en un accidente de avión / sobre el océano, pensé que sería romántico / Pero no te gustó, pensaste que sería estúpido / pensar en mí muerto te hace sentir mal». Como un guión cinematográfico de principiante, las letras a veces dejan ver demasiado. Sin embargo, dos cosas juegan a su favor: este es un proyecto onírico (su género es el «dream» pop) y como tal, es lícito que Greg nos hable de su «sueño» o de su «fantasía» tal y como los siente. Y por otro lado, por muy buena que sea su dicción y por mucho que hables inglés tan bien como los periodistas de The Guardian, en la mayoría de las ocasiones no te das cuenta de lo que esta persona está cantando. Incluso su pronunciación de «cum» pasa desapercibida porque Greg usa su voz como un instrumento más, a veces hasta el punto de que intuyes que una de sus melodías lo mismo la podría hacer la guitarra que su voz, con palabras. Hay clichés, sí, pero no nos estamos dando cuenta ahora de que este grupo se llama Cigarettes After Sex, ¿verdad?
Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Heavenly’, ‘Cry’, ‘Falling In Love’, ‘Kiss It Off Me’
Si te gustará si te gustan: Slowdive, Lana del Rey, Angelo Badalamenti
Escúchalo: Spotify