Es ley de vida que, cuando te haces famoso, otros buscarán aprovecharse de tu éxito. El caso de Lizzo ha sido diferente. Este año, la cantante ha arrasado con ‘Truth Hurts’, una canción de 2017 que solo ahora acaba de completar 7 semanas (!) en el número 1 del Billboard Hot 100, igualando el récord de ‘Fancy’ de Iggy Azalea y Charli XCX. Es una de las canciones del año, y como tal, cuenta con su propia polémica, en este caso respecto a su autoría. En 2017, Justin y Jeremiah Raisen, dos hermanos compositores, escribieron junto a Lizzo una canción llamada ‘Healthy’ que después resultaría ser el germen de ‘Truth Hurts’. Ambos han demostrado su defensa con un audio comparativo en Instagram que no solo revela que la melodía del principio de ambas canciones es prácticamente la misma, sino que ‘Healthy’ ya contenía la frase por la que todos conocemos a Lizzo, su grito de guerra: «I just took a DNA test, turns out I’m 100% that bitch».
El golpe de realidad para muchos ha sido claro: Lizzo no es autora, al menos ella sola, de su frase más conocida. Pero ella nunca ha asegurado serlo. Ya en 2017 agradecía a uno de los autores de ‘Truth Hurts’, Jesse Saint John, haberle «regalado» esa frase, en realidad sacada de un meme que ambos vieron en Instagram. La frase, original de un tuit publicado en 2017 que Lizzo ya aseguró en su momento no conocer, por lo que no pudo ser inspiración directa en ‘Truth Hurts’, es en realidad autoría de la rapera Mina Lioness, que ha acabado siendo acreditada en la canción, mientras los hermanos Raisen seguirán sin recibir los «royalties» que dicen merecer. Como explica Rolling Stone, su caso es complicado, pues aunque ellos ya intentaron agenciarse legalmente, durante dos años y siempre sin éxito, con un mísero 5% de la propiedad intelectual de la canción cuando esta fue publicada, por otro lado renunciaron a esos créditos a través de su editorial Kobalt. Así, los autores de ‘Truth Hurts’ son oficialmente Lizzo y sus «lágrimas», su productor Ricky Reed, el productor Tele, el compositor Jesse Saint John y, desde hace solo unas semanas, la rapera Mina Lioness.
I just took a DNA Test, turns out I’m a credited writer for the number one song on Billboard.
— Long Jevetina (@MinaLioness) October 23, 2019
¿Quién tiene la razón? Lizzo defiende que la contribución de los hermanos Raisen a ‘Truth Hurts’ fue de cero y es verdad, en parte. ‘Healthy’ es una canción y ‘Truth Hurts’, otra. Lizzo escribió la primera con ellos y la segunda no. La cantante ha defendido en sus redes sociales que los Raisen no participaron en la letra de ‘Truth Hurts’ ni en cómo decidió ella interpretarla… ¿pero no es el parecido entre ambas demasiado clave, pues implica nada menos que la frase más icónica de ‘Truth Hurts’, como para que ellos no merezcan ser acreditados? ¿Es un 5% de «royalties» tanto pedir? Me da en la nariz que Lizzo busca proteger su imagen a costa de no acreditar debidamente a unos compositores que han demostrado con pruebas que ‘Truth Hurts’ nació de una canción anterior. Nadie está diciendo que los hermanos Raisen escribieran ‘Truth Hurts’, sino que su trabajo previo con Lizzo fue literalmente fundamental para que esta canción existiera en primer lugar. En la era de los «songwriting credits» más abultados de la historia, con 15 compositores por pista en algún caso (la lectura de los créditos de ‘SICKO MODE’ marea), los hermanos Raisen merecen aparecer acreditados en ‘Truth Hurts’ más que muchos. Esta es la diferencia entre ellos y los verdaderos oportunistas de los que hablaba al principio de este artículo. Lo que nos lleva a Ce Ce Peniston.
Poco después de surgir la polémica por ‘Truth Hurts’, la intérprete de la archiconocida ‘Finally’ acusaba en Instagram a Lizzo de haber plagiado esta canción en ‘Juice’. Lo hacía en base a los «ya ya ya» que suenan en ambas canciones y que supuestamente se parecen en un 100%, lo cual solo lo hacen en su cabeza, pues toda persona con oídos comprobará que no es verdad. Y aunque ‘Juice’ se inspirara realmente en ‘Finally’, la idea de que Ce Ce Peniston merece ser la única poseedora en el mundo de unos «ya ya ya» da risa. Y peor aún, la idea de que una canción no puede inspirarse en otra sin que sea acusada de, y condenada por, plagio da más miedo que Albert Rivera sujetando un perro. ¿Es este el legado que nos ha dejado ‘Blurred Lines’? ¿De verdad TLC merecían ser acreditadas en ‘Shape of You’, Tom Petty en ‘Stay with Me’ y The White Stripes en ‘Toy’? ¿A nadie le dio verdadera pena todo el asunto de Lana Del Rey vs. Radiohead? ¿Alguien considera el caso ‘Dark Horse’ algo más que una completa estupidez? Puedo entender que, como artista, mole ser reconocido por tu trabajo, pero de ahí a exigir compensación económica por parecidos peregrinos me hace pensar en que la época de la música como producto empieza a agrietarse. El futuro del pop da ahora mismo un poco de miedo y Lizzo es el menor de sus problemas, pero dada la probada relación profesional entre ella y los hermanos Raisen, creo que se apuntaría un tanto acreditándolos honradamente en su mayor éxito. Así iluminaría el sinsentido de todas estas acusaciones de plagio oportunistas.