Terrible el título del nuevo disco de DJ Shadow, casi tan llamativo como su portada inspirada en el arte pop. ¿De verdad son tan «patéticos» los tiempos que nos ha tocado vivir? Abre el digipack que contiene este CD doble y quizá te toque cerrar la boca: un hombre y una mujer aparecen haciéndose un selfie delante de una explosión. Una foto de la foto que recuerda a los polémicos casos vistos tras el incendio de la Torre Grenfell, los autorretratos que se han hecho incluso en lugares donde se han producido atentados terroristas y en general todo tipo de selfies desafortunados.
‘Our Pathetic Age’ es un disco doble que se compone de un primer «CD» que incluye temas relativamente instrumentales y un segundo lleno de artistas invitados, en general procedentes del mundo del rap, pero también de otros géneros. Uno de los temas incluso se llama como el álbum, y muchos de los más o menos instrumentales expresan solo con música el sentir de una «era patética». Pero quizá el que mejor resuma la filosofía del disco sea aquel que se ha decidido llamar ‘C.O.N.F.O.R.M.’ Es en esta canción donde mejor se refleja nuestra obsesión absoluta por las redes sociales, mientras no prestamos tanta atención a los problemas del mundo. Dice la letra: «me valido a mí mismo a través de seguidores para sentirme importante / en lugar de vivir el momento, prefiero grabarlo / nadie sabe mi nombre pero sí mi alias en Snapchat / solo soy un millennial atrapado en los estándares de las redes sociales». Y también: «estas corporaciones manipulan nuestra vida diaria / logran exasperarnos trabajando de día y de noche / sacrifica tu tiempo libre para terminar trabajando de 9 a 5 / hasta que te mueres sin un solo momento para la paz».
Puede que estemos ante una posición extrema o incluso ya un tanto trillada, pero hay frases que son un puntazo en medio de todo esto, como lo irónico que es «hablar con Instagram live» para «no sentirte solo». En cualquier caso, DJ Shadow no se ciñe en el disco a criticar las redes sociales, sino que dedica su álbum al «creciente número de gente sin hogar» y al «miedo real a caer en una pobreza generacional»; hay también alguna referencia al cambio climático (la primera canción, experimental y tremebunda, se llama ‘Nature Always Wins’) y en general lucha contra lo «distraída» y «confundida» que parece la gente, «desafectada por sus propias instituciones gubernamentales».
Pese a todo, el álbum pretende ser «esperanzador», y quizá por ello, el segundo disco nos ofrece una buena sucesión de pepinazos y canciones revitalizantes, mientras que el primero funciona más que nada como una banda sonora. Decía que esa primera parte es «relativamente instrumental» porque hay voces tratadas o sampleadas al estilo de DJ Shadow, y cuesta llamar «instrumental» a una parte que trae cosas como ‘Rosie’ o ‘If I Died Today’, pero el caso es que ese «CD 1» se acerca a la B.S.O. de distopía apocalíptica (‘Juggernaut’), a la música de John Carpenter (la electrónica ‘Intersectionality’) o a la simple recreación de la desazón (‘We Are Always Alone’). Muchas de estas canciones están enriquecidas aún por lo que fueron aquellos años 90 de DJ Shadow, y así, el piano de ‘Firestorm’ no es una sorpresa para los que crecimos escuchando ‘Building Steam With a Grain of Salt’, mientras que su sección de cuerdas bien podría haber sido aportada por el Craig Armstrong de finales de los 90. A su vez, este álbum está enriquecido por el carácter jazzy y orgánico que ya se apercibía en ‘The Mountain Will Fall‘ (2016), y para muestra los vientos de la mencionada ‘Firestorm’ o los de ‘My Lonely Room’.
Si ‘Juggernaut’ parece el sonido de una guerra del futuro en muchos de sus momentos, el segundo CD comienza también beligerante con un tema llamado ‘Drone Warfare’ que nos habla de «misiles en el aire» y «control global». «Obedecerás y vivirás / o desobedecerás y morirás», dice un interludio hacia el final de la pista. Pero la vibración del disco es diferente. Con alguna salvedad como la inane colaboración de Paul Banks de Interpol, la balada ‘Small Colleges’, estamos ante una segunda parte trepidante y urgente que sí sabe contagiarnos de esa positividad ante el futuro con la que DJ Shadow presentaba el álbum. El single ‘Rocket Fuel’ con De La Soul es la prueba de cuánto puede funcionar en 2019 un tema old school bien hecho, y lo mismo puede decirse del maravilloso ‘Kings & Queens’ con Run the Jewels.
Entre los samples, destaca sin duda el de ‘Rain or Snow’ de Samantha Jones de 1968, usado en el tema ahora llamado ‘Rain on Show’ en el que encontramos también a Inspectah Deck, Ghostface Killah y Raekwon, es decir, tres miembros de Wu-Tang Clan. Un contraste que nos retrotrae ciertamente a los años en que tras el hip hop de los primeros años 90, surgieron bandas como Goldfrapp. Te gustará si te gustaba lo mismo Tricky que Public Enemy. Después, en algún momento el álbum se pierde entre interludios y, sobre todo, tras el tema titular, que se ha decidido dejar en manos de nada menos que Sam Herring de Future Islands sin que su texto termine de justificar por qué su visión de ‘Our Pathetic Age’ es tan importante: básicamente parece haber hecho un medio tiempo de desamor de ritmo cuasi disco que no venía tanto al caso. Tras él, el álbum ni siquiera termina con los mismos bonus tracks en su versión CD y en su versión streaming, haciendo que perdamos un poco la noción de lo que estamos oyendo. Ahí a DJ Shadow parece haberle dado igual meter otra colaboración con Nas (versión CD) que una versión larga de ‘Taxin» y dos «featurings» más (versión streaming), pero esto de que los extras solo existan para afear un conjunto bien conseguido ya lo sabíamos hace rato.
Calificación: 7,4/10
Lo mejor: ‘Rocket Fuel’, ‘Kings & Queens’, ‘Firestorm’, ‘Slingblade’
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