slowthai ha sido uno de los artistas nominados en la última edición del Mercury Prize ganada por Dave, gracias a su debut ‘Nothing Great About Britain’. Con tremendo título, llevado al mercado en plena era del Brexit (el disco iba a salir a la calle el mismo día que Reino Unido de la Unión Europea, pero ambos planes se retrasaron) está claro que el joven rapero Tyron Frampton no ha querido hacer un disco discreto que fuera entendido solo por una minoría, sino un trabajo capaz de dar voz a toda una generación.
De momento, slowthai no ha adquirido la popularidad de Dave, pero no le faltan tablas para lograrlo desde sus propios términos. Criado en un barrio pobre de las afueras de Northampton por una madre adolescente, el joven Tyron perdió a su hermano pequeño Michael en 2001, con un año de vida, debido a una distrofia muscular, y después la realidad de su vida provocó que cayera en el mundo de las drogas como vendedor y consumidor. Hoy es uno de los raperos más prometedores de Reino Unido debido, en buena parte, a sus crudas y honestas letras sobre su pasado y el mundo que le rodea. Y es que como consecuencia de su dura crianza, Tyron ha adquirido una visión duramente crítica del país en el que ha crecido, donde la riqueza de unos pocos contrasta con la pobreza de otros y donde el dinero parece más importante que el futuro de la población más vulnerable. En una de sus mejores canciones, ‘Peace of Mind’, slowthai habla de su vida anterior, cantando en el estribillo: «siento paz interior cuando duermo en mi cama / siento paz interior cuando sueño en la vida que no tengo».
En plenas elecciones generales en Reino Unido, es importante escuchar qué tiene slowthai que decir en ‘Nothing Great About Britain’. Porque su mensaje va más allá de que llame «zorra» a la Reina Isabel II en el estupendo tema titular o de que en la elástica ‘Dead Leaves’ espete una frase como «yo soy el líder de mi pueblo, pero no me parezco nada a Boris». Las diversas crisis a las que se enfrenta el país actualmente -social, económica, de vivienda, el abuso de drogas, etc.- aparecen reflejadas, en mayor o menor medida, en unas canciones que, a partir de los ritmos del grime, el garage, el hip-hop clásico o incluso el punk, siempre van al grano en cuanto a lo que buscan expresar. ‘Doorman’, su tema más emblemático, lanza un dardo a la «alta sociedad»… para terminar sampleando un vídeo de Youtube en el que varios jóvenes británicos hablan de su adicción a esnifar pegamento. Producida, de manera extraordinaria, por Mura Masa, ‘Doorman’ es un balazo electro-punk que sirve tanto de animador de pogos como de nuevo himno punk para toda una generación sin futuro aparente.
También Slaves son colaboradores sorprendentes en ‘Missing’, pero aunque el espíritu de ‘Nothing Great About Britain’ es punk de cabo a rabo, y ahí entraría también el enérgico flow de slowthai, a medio camino entre la rabia y el entusiasmo infantil, la producción del disco puede ser sofisticada y exquisita, como demuestran los otoñales beats de ‘Gorgeous’ o ‘Toasters’, cuya riqueza parece inspirada en el trabajo del primer Kanye West. En contraste con sus letras llenas de slang y referencias regionales o a la cultura británica, las producciones de ‘Nothing Great About Britain’, firmadas en su mayor parte por Kwes Darko y J.D. Reid, deberían ser bastante comprensibles por cualquier aficionado al rap, si bien quizá no sean tan creativas como las de un Stormzy o un Dave, lo que no significa que el carisma de Tylor no termine nunca imponiéndose a ellas, como sucede tan obviamente en ‘Grow Up’ con Jaykae.
Al final es slowthai y solo slowthai quien unifica, con su voz y su energía, todas las canciones de ‘Nothing Great About Britain’. De la misma manera que el UK drill de ‘Inglorious’ se revela como un verdadero hitazo de rap inglés, con la aparición estelar de un Skepta que vuelve a presumir de flow en uno de los mejores versos del disco, es imposible no prestar atención a Tyloe cuando rapea sobre su vida, dejando pasajes tan impactantes como el de ‘Northampton’s Child’. En esta canción slowthai dedicada a su madre, el rapero se dirige a su antiguo padrastro para espetar: «tienes suerte de que no sea tan grande como tú, porque te pegaría puñetazos hasta que mis manos se volvieran azules». Cuando al final recuerda el episodio en que su padrastro echa a toda la familia de casa y apunta «ahora vivimos en casa de Tasha, es curioso cómo el buen rollo convirtió esa habitación en un palacio», queda más claro que nunca que slowthai tiene muchas razones para expresar toda la rabia del mundo. Y en ‘Nothing Great About Britain’ demuestra que se lo ha ganado con creces.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Nothing Great About Britain’, ‘Doorman’, ‘Inglorious’, ‘Peace of Mind’
Te gustará si te gusta: Dave, Stormzy, Kate Tempest, Little Simz
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