SebastiAn / Thirst

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SebastiAn / Thirst

Es curioso cómo, pese a su escasísima producción artística concreta, SebastiAn es uno de los músicos más respetados e influyentes de los últimos años. Surgido a mediados de la pasada década a instancias del gurú del french touch Pedro Winter (de Ed Banger Records, bajo cuya etiqueta sigue militando a día de hoy), apenas un EP y sobre todo algunos remixes (dice la leyenda que el que hizo para ‘Human After All’ de Daft Punk es, aun a día de hoy, el favorito del dúo en toda su carrera) bastaron para convertir a Sebastian Akchoté en adalid de la electrónica francesa más vanguardista e influyente.

Desde entonces y hasta hace unas semanas, en su haber se contaba –al margen de su skit en ‘Blond’ de Frank Ocean, casi tan célebre como sus remixes– su debut de estudio oficial ‘Total’ (2011), junto a trabajos de producción puntuales para Uffie, Kavinsky, Katerine, Fall Out Boy, Wolfram o lo último de Charlotte Gainsbourg, el soberbio ‘Rest’ y su apéndice ‘Take 2’. Todos ellos proyectos tan diversos como lo es el segundo disco en la carrera de SebastiAn, este ‘Thirst’ que se lanzaba semanas atrás tras muchos meses publicando distintos adelantos.

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“Me encanta cuando no sabes dónde te ubicas exactamente”, dice Akchoté en esta interesante entrevista con Billboard, en referencia a la diversidad estilística de ‘Thirst’, un título que, explica, tiene muchos significados y ninguno en concreto –el nombre del disco fue “un sentimiento de lo que sucede ahora. La gente parece sedienta, no sé de qué”–. Lo cierto es que la cantidad y variedad de artistas invitados ya es parece una declaración de intenciones: el MC japonés Loota, el crooner neosoul Mayer Hawthorne, la audaz artista de R&B Syd, el heterogéneo artista británico Bakar, los simpares Sparks y su amiga Charlotte Gainsbourg entran y salen del disco con la naturalidad con la que SebastiAn maneja electro, pop vocal, hip hop, house y soul en su repertorio.


Así, ‘Thirst’ se convierte en un carrusel de sonidos que están hilvanados por la particular paleta sonora de Akchoté, caracterizada por esos sonidos sintéticos, ácidos y grandilocuentes, que comparte con compañeros de sello y generación como Justice o Simian Mobile Disco. Un canon que, hábilmente mezclado con cuerdas reales, identificamos inmediatamente en cortes como el single ‘Beograd’ –inspirado en la capital serbia donde, pese a nacer en París, vivió muchos años con su familia materna– o en la elegante ‘Time to Talk’, junto al interesante Sunni Colón.

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Aunque quizá lo más interesante de ‘Thirst’ es, precisamente, cómo lleva ese teórico canon estético a territorios inexplorados, ayudado por voces nuevas y teóricamente alejadas de su hábitat frecuente. Es el caso de la evocadora y abiertamente pop ‘Run for Me’, que cierra el disco con la versátil voz de Gallant transportándonos, la tan sinuosa como bailable ‘Sober’, el paso de un ambient delicado a un electro violento (tanto como su vídeo dirigido por Gaspar Noé) en el tema titular, la muy Beach Boys ‘Better Now’ o el imposible (tanto como su título, “Esposado al parquímetro”) número de disco abstracto que perpetra con el simpar dúo Sparks.

Curiosamente, son las voces femeninas las que parecen inspirarle a texturas más extremos. Si bien ‘Doorman’ posee una suave cadencia de neo-R&B, sus teclados chisporroteantes disputan protagonismo a la dulce voz de Syd. Y, yendo aún más lejos, ‘Pleasant’ es un asfixiante (quizá los jadeos de la Gainsbourg tengan que ver con esa impresión) número de metal hecho con sonidos sintéticos, mientras que ‘Sev’, que alude a un diminutivo cariñoso de la iraní Sevdaliza, es un número oscuro y tenso.

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La portada de ‘Thirst’ pone a Akchoté a luchar consigo mismo –en contraste con la memorable portada de su debut, en la que se automorreaba–, quizá aludiendo a romper con sus propias barreras. Desde luego lo hace, sacrificando en parte la comercialidad –desde luego hay temas que lo son, pero no es la tónica– a cambio de obtener un trabajo compacto y variado, repleto de subidas y bajadas, no siempre igual de deslumbrante pero que, sin duda, posee un sello. Y es que, pese a su carácter algo errático, ‘Thirst’ explica en sí mismo porqué SebastiAn es uno de los artistas franceses más influyentes y respetados de la última década.

Calificación: 7,4/10

Lo mejor: ‘Sober’, ‘Run for Me’, ‘Thirst’, ‘Beograd’, ‘Doorman’
Te gustará si te gustan: Justice, Simian Mobile Disco, Yuksek.
Escúchalo: Spotify

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