Tame Impala publica su nuevo disco en San Valentín, una fecha muy apropiada para un ‘The Slow Rush’ que no teme entregarse al lado más azucarado de la música de Kevin Parker tras el enorme paso adelante dado en ‘Currents‘ hacia el pop. JENESAISPOP tiene oportunidad de reunirse con el australiano a finales de noviembre en un céntrico hotel de Londres, el día después de que un absurdo atentado terrorista en el puente de Londres se lleva trágicamente la vida de dos personas. El entusiasmo por conocer en persona a un artista que ha aportado música tan maravillosa a la vida de tanta gente se transforma rápidamente en una sensación de inquietud que no me abandona en todo el viaje.
A pesar de esto, la tranquilidad impera en la habitación del hotel donde comparto media hora de charla con el autor de ‘The Less I Know the Better’, uno de los nombres claves del pop de la última década. Conozco a un artista indeciso por momentos, y también a un culo de mal asiento capaz de cambiar varias veces de posición en el chaise longue en que se encuentra sentado dependiendo del grado de entusiasmo que le produzca lo que esté contando en ese momento. Me recibe con una camisa azul y negra de franela, tejanos y el cabello despeinado de haber pasado el día entero manoseándoselo, como de hecho hace no pocas veces durante nuestro encuentro. Sin embargo, sus declaraciones son mayormente decididas tanto cuando habla de ‘The Slow Rush’ como de sus colaboraciones con otros artistas.
‘The Slow Rush’, ‘Patience’, ‘One More Year’, ‘Tomorrow’s Dust’, ‘Lost in Yesterday’… Por los títulos de tus nuevas canciones da la impresión que tienes una obsesión con el paso del tiempo. El título del disco de hecho es un oxímoron. ¿Te preocupa el tiempo, hacerte mayor, no hacer todo lo que quieres hacer?
El tiempo no es algo que me obsesione… o puede que sí. Estoy en un punto de mi vida ahora mismo en que pienso mucho en lo que fue y en lo que será, y esto ha inspirado muchas canciones del disco.
¿La nostalgia condiciona tu vida de alguna manera?
No es un factor pero siempre he sido una persona nostálgica, aunque no creo que lo sea más que cualquier otra persona. A todo el mundo le gusta recordar su infancia, pero yo no soy tan sentimental como antes. Antes coleccionaba objetos y todo.
¿Qué tipo de objetos?
Cuando era adolescente guardaba todos mis teléfonos móviles viejos. También unas cuantas piedras, un trozo de árbol que había en una casa que alquilé una vez… Creo que con tantas mudanzas he perdido casi todas esas cosas. Ahora no me queda casi nada, a lo sumo una caja de teléfonos y otra llena de latas de desodorante gastadas.
El verano pasado tocaste en Primavera Sound. Entonces ya habías sacado ‘Patience’ y ‘Borderline’ pero no tocaste más temas nuevos. Me sorprendió, pensé «¿aún sigue presentando ‘Currents’?»
En un festival como Primavera Sound podemos llegar a tocar para una 40.000 personas, y solo hace falta una para que grabe un vídeo en que la canción se escuche estupendamente y lo cuelgue en Youtube. Vídeo que luego alcanzará millones de visitas… No quiero que la primera vez que mis fans escuchen mis canciones nuevas sea a través de un vídeo grabado de mala manera de nosotros tocándolas medio borrachos. Porque son canciones en las que he trabajado durante mucho tiempo. Para mí eso es una pesadilla, es exactamente lo contrario de lo que quiero que escuche la gente.
Curiosamente la versión de ‘Borderline’ del disco es nueva. ¿Qué ha pasado?
La versión que salió de ‘Borderline’ no era la definitiva, la acabé deprisa y corriendo porque actuaba en Saturday Night Live y en el programa debes presentar dos canciones.
La otra no sonaba tan mal, ¿no? Ya no tiene el «fade out»…
La actual es la versión de la canción que siempre había tenido en mente, y el «fade out» ya no está pero la versión del disco es la misma que hemos estado tocando en directo. Pero me encantan los «fade outs», la verdad…
Ya no se llevan mucho.
¡Lo sé! Yo mismo abusé de ellos en ‘Currents’. Un «fade out» tiene que ser merecido, si no es mejor no usarlo. Me encantan los «fade outs» porque cuando suceden, parece que dirigen la canción hacia la eternidad, el horizonte… Pero esta nueva versión de ‘Borderline’ no lo necesitaba.
«Tengo maquetitis crónica»
El escenario de tu última gira era espectacular, acorde al enorme cabeza de cartel en que te has convertido. ¿En qué momento te diste cuenta de que este era el tipo de escenario que necesitaba tu show?
Fue el momento en que me pidieron que fuera de cabeza de cartel. Esto es algo que mi banda y yo no habíamos hecho antes. Hoy por hoy, obviamente tenemos la necesidad de traer un show de cabeza de cartel porque si no no sería tan espectacular como la gente espera. Seguramente la gente se sentiría decepcionada si trajéramos un show más modesto.
¿Por qué ‘Patience’ ha quedado fuera del disco? Escuchándola me habría encajado en la secuencia de ‘The Slow Rush’, suena un poco a ‘Tomorrow’s Dust’, con esos pianos y bongos, pero quizás tú no estabas convencido. ¿No has tenido ganas de meterla?
Al principio yo mismo había asumido que ‘Patience’ estaría en el disco, pero cuando empecé a armar el tracklist definitivo, no había ninguna canción que quisiera sustituir por ‘Patience’. Y si la hubiera metido en el álbum este habría quedado demasiado largo. Habría superado la hora de duración y siempre prefiero que mis discos no superen los 60 minutos. Otra razón por la que ‘Patience’ no está en el álbum es que la llevábamos tocando un año, la canción ha existido más que cualquier otra del disco y ya me he cansado de ella. Algunas canciones no acaban en un disco porque nacen demasiado tarde, y otras porque lo hacen demasiado pronto, y este último ha sido el caso de ‘Patience’.
«No creo que sea verdad que soy perfeccionista. En el disco, las grabaciones de muchos instrumentos son primeras tomas y están tocados de muy mala manera»
‘Posthumous Forgiveness’ tiene dos partes, ¿eran dos canciones distintas originalmente?
Eran dos secciones de música que habría escrito y que por separado no tenían ningún propósito, pero cuando las junté la canción cobró todo el sentido.
Has dicho que con este disco no has tenido miedo de llevar más lejos que nunca muchas de tus influencias, y por ejemplo el final de ‘Breathe Deeper’ no puede ser más Daft Punk…
El Roland TB-303 lo he usado en varios puntos del disco, pero nunca pensé en Daft Punk cuando compuse el final de esa canción… o quizá sí. Realmente no me acuerdo. No recuerdo hacer esa parte.
¿Ha habido alguna influencia en ‘The Slow Rush’ que pueda sorprendernos?
Me ha influido el hip-hop de los 90, gente como Dr. Dre, Notorious B.I.G…. incluso The Neptunes. ¿Has visto los vídeos de Youtube del «making-of» de ‘Justified’ de Justin Timberlake? Son como 6 episodios y son fascinantes. Salen todos ellos haciendo las canciones, Pharrell componiendo por partes… Es increíble. Yo no era muy fan de ‘Justified’ pero después de ver estos vídeos respeto enormemente a The Neptunes. En un vídeo salen Pharrell y el resto componiendo ‘Señorita’, por un lado haciendo la melodía del (tararea) *beep beep beep beep*, por otro haciendo los ritmos con las piernas (reproduce el ritmo de ‘Señorita’ con las palmas y las piernas), esto durante minutos… y el documental no está editado ni nada. Me parece increíble presenciar el modo en que todos los involucrados en ese disco componen la música, me inspira.
Da la impresión de que Pharrell y tú tendríais modos diferentes de hacer música.
Yo pensaba lo mismo pero después de ver esos vídeos me he dado cuenta de lo parecidos que son en realidad. Yo siempre he hecho música de manera desordenada, un poco a lo loco, voy trasteando con los instrumentos… Es como lo que hice en ‘Lonerism’. En realidad todo el mundo trabaja así pero me interesa lo parecidos que pueden ser este disco y ‘Justified’ por concepto, aunque por sonido sean totalmente diferentes.
«En trabajos anteriores me he arrepentido de rebajar ese tono «cheesy», de esconderme, de sonar menos revelador, menos grande… y en ‘The Slow Rush’ he querido dejar claro que ya no tengo miedo de esas cosas»
Tienes fama de perfeccionista. ¿Te molesta o te da igual?
No creo que sea verdad que soy perfeccionista. Conozco a mucha gente que lo es más que yo. Muchas cosas de este disco, muchos instrumentos, las grabaciones están sacadas de las primeras tomas. Las guitarras, los bajos… Muchos instrumentos en el disco están tocados de muy mala manera. Si escuchas atentamente incluso escucharás notas incorrectas. Pero el disco está editado obviamente para que suene bien. Es una cosa llamada maquetitis (NdE: él usa la palabra «demoitis»). Me arraigo al «mood» de una canción. Yo tengo maquetitis crónica. Puedo tocar una mierda a las 4 de la mañana, medio fumado, y meses más tarde la escucho, me gusta, y por mucho que trabaje y le dé vueltas a esa parte, cuando la vuelvo a escuchar la sensación es diferente a la primera vez. No es la misma. El hecho de componer algo que parece que no tiene valor, escucharlo meses después y descubrir que mola es una experiencia cercana al éxtasis. Es la razón por la que hago todo esto. De hecho, el motivo por el que ‘Borderline’ ha cambiado es porque la versión vieja suena más a la maqueta y la nueva no. Siempre quise que sonara como lo hace ahora pero no podía porque tenía maquetitis.
Querías cambiar ‘Patience’ también.
Sí pero no tenía tiempo y al final decidí no hacerlo. Mark Ronson me convenció de no hacerlo.
¿Qué te dijo?
Me dijo «no la cambies, ya suena bien». Y también que cambiarla comprometería mi visión y también el modo en que la gente ve mi visión. Quería hasta cambiar el titulo de la canción…
¿Por cuál?
No te lo diré por si acaso decido cambiarlo después (ríe).
‘Glimmer’ me sonaba al temazo del disco, pero resulta que es muy corta, casi un interludio. ¿Había por aquí una canción que no conseguiste terminar?
(ríe) Es la versión completa. Quería que fuese una cosa breve. El título («centelleo») lo dice todo, es un pequeño destello de esperanza, un pequeño destello de optimismo. Quizá alguien haga una versión extendida en el futuro, pero yo no sentí que necesitara ser más larga.
«Imagínate el mundo que debe ser para Radiohead componer un estribillo pegadizo. Bueno, lo hicieron, el de ‘Creep’, que era el estribillo más pegadizo de la historia»
Eres muy fan del pop, las melodías del disco son muy pop, son muy claras, casi podría decir que un poco «cheesy». ¿Te preocupa que la gente diga que es cursi? ¿Ni siquiera te lo planteas como algo malo?
Sí me preocupa, pero sonar cursi es una de las cosas por las que intento no rallarme la cabeza. Siempre me he arrepentido de preocuparme demasiado por sonar azucarado. En trabajos anteriores me he arrepentido de rebajar ese tono «cheesy», de esconderme, de sonar menos revelador, menos grande… y en ‘The Slow Rush’ he querido dejar claro que ya no tengo miedo de esas cosas. Ha sido un ejercicio de no arrepentimiento. Sonar cursi es algo que tengo muy presente, pero ante todo intento simplemente seguir mi visión. Digamos que «one’s man cheese is another man’s crackers».
No sé cómo voy a traducir esa expresión al español.
Significa que para lo que una persona es cursi, para otra puede ser duro. Es mi versión de «one man’s trash is another man’s treasure».
Hay grupos «cursis» con mala fama como Carpenters, que luego componían unas melodías espectaculares.
Hay muchísimos artistas así. Imagínate el mundo que debe ser para Radiohead componer un estribillo pegadizo. Bueno, lo hicieron, el de ‘Creep’, que era el estribillo más pegadizo de la historia. Por eso quiero ser inmune a la idea de que algo puede ser demasiado cursi, porque aunque lo sea, si está hecho con honestidad, nadie te puede decir que es «demasiado» cursi. Si lo haces de manera insincera, o de broma o para mofarte, a la gente le causará rechazo.
«Gaga y yo tenemos dos éticas de trabajo muy diferentes. A mí me gusta tomarme mi tiempo con las cosas, pero ella va a saco»
Dices que el proceso de composición de un disco puede llegar a ser muy estresante. ¿Llegará un punto en que necesitarás llevar tu sonido a otros lugares con la ayuda de otras personas? ¿Te ves colaborando en el futuro?
Posiblemente lo haga. No quiero que exista un patrón en lo que hago. No quiero que sea demasiado predecible. Solo por eso colaboraría con otras personas. Siempre busco que en mi música haya algo que no puedes adivinar. Por supuesto, con los singles de ‘The Slow Rush’ la gente ya puede formular una idea en su cabeza de cómo sonará el disco, pero mi intención siempre es que lo que hago no sea predecible.
¿Qué es lo que más recuerdas de trabajar con Lady Gaga y qué es lo más importante que aprendiste de aquella colaboración?
Recuerdo pasar mucho tiempo en el estudio Shangri-La de Malibú, que es precioso, y escribir la letra de ‘Perfect Illusion’ a lo largo de tres días. Lady Gaga es la primera persona con la que he escrito letras mano a mano. Antes solo había escrito letras para mí mismo únicamente. Lo que más aprendí de la experiencia es que Gaga y yo tenemos dos éticas de trabajo muy diferentes. A mí me gusta tomarme mi tiempo con las cosas, esperar a estar inspirado, pero ella va a saco, en plan «hay que hacerlo ya». De todas formas solo trabajamos juntos en esa canción.
¿Estás orgulloso de ‘Perfect Illusion‘ pasado todo este tiempo?
Absolutamente. Soy consciente de que, comercialmente, la canción no funcionó como otras de ella, pero a mí la canción me encanta. Aunque reconozco que pudimos haber hecho un par de cosas mejor…
Hay un cambio de volumen en la canción súper brusco, en el primer estribillo, que siempre me ha extrañado, no sé si fue intencionado.
No lo recuerdo, lo escucharé. Los ingenieros a veces hacen estas cosas cuando están masterizando…
Colaboraste con Kanye West en ‘ye‘, pero hubo un poco de lío con tu parte: tú pensabas que estabas participando en ‘Ghost Town’, pero al final tu parte pasó a ‘Violent Crimes’.
Es una cosa totalmente normal en la industria y sobre todo en los discos de hip-hop. Es frecuente que se arrojen y se barajen multitud de ideas al mismo tiempo. A veces pueden trabajar hasta 20 personas en una canción y solo se usa el trabajo de 5. Especialmente Kanye no tiene ningún miedo de que la gente contribuya su parte para después hacer él el arreglo que considere. Me impresiona a un nivel extremo que haya gente que pueda trabajar así: Kanye tiene un filtro en su cabeza, pero yo no podría trabajar como él, yo cuando compongo una canción tengo que meter absolutamente todo lo que haya hecho.
¿Has seguido escuchando ‘Anti‘? La versión de ‘New Person, Same Old Mistakes’ me suena totalmente fuera de lugar porque es 100% Tame Impala.
(ríe) Rihanna básica hizo un «re-record». Es surrealista que versionara esa canción. He escuchado mucho ese álbum, pero la versión también me suena fuera de lugar porque yo estoy acostumbrado a escuchar esa canción en mi propio disco. Y es raro cuando escucho ‘ANTI’ en Spotify y la secuencia es «canción de Rihanna, canción de Rihanna, canción de Rihanna» y después mi canción. Pero me encantó que lo hiciera y la llevó a su terreno.