Javier Corcobado es una de las figuras más personales e influyentes del rock español –aunque nació, curiosamente, en Fráncfort) desde hace casi cuatro décadas, cuando emergió como icono de la modernidad en el Madrid de los 80. Las carreras de artistas tan reconocidos como Surfin’ Bichos, Bunbury, Nacho Vegas, Christina Rosenvinge o Guadalupe Plata no serían sin duda las que son sin la influencia y el camino abierto por proyectos en los que era parte fundamental como Mar Otra Vez y Demonios Tus Ojos, y luego como solista. Por eso, diez años después de ser galardonado con el desaparecido Premio de la Música al mejor disco de rock alternativo por ‘A nadie’, parecía necesario un nuevo trabajo con el que reivindicarse ante una (otra) generación que no era exactamente la suya.
Y eso es, ni más ni menos, ‘Somos demasiados’. Con todo respeto para ‘Mujer y Victoria’ (2016), este primer trabajo para el sello Intromúsica (Dorian, Rusos Blancos, Tulsa) parece una inmejorable ocasión para que un público diferente se enganche a la peculiar idiosincrasia de Corcobado, tal y como otros lo hicimos cuando en 1997 publicó aquel seminal disco con Manta Ray. ‘Somos demasiados’ supone un preciso, variado y concreto (menos de 40 minutos que pasan volando) resumen de su particular idiosincrasia. Esto es, la de un crooner rockero (o viceversa) situado a medio camino de su adorado Camilo Sesto y Nick Cave, con el ancla echada en la música popular europea pre-grandes guerras de comienzos del siglo XX y el catalejo puesto en el electro-rock de los últimos años de ese mismo periodo.
De una vertiente a otra nos mece –ara más brusca, ara más suavemente– este décimo disco en solitario de su carrera, desde el kraut-jazz con base industrial del tema titular al hipnótico ‘Bija mantra rock’ que alude a cierta fascinación por la meditación y la tradición hindú. Un tránsito en el que boleros (‘El día en que ya no nació ningún niño en el mundo’), valses (‘Y yo te saqué a bailar’) y pasodobles (‘Un día triste y otro feliz’) siempre sui generis se dan la mano y juguetean libremente con rock electrónico (‘Europa tan triste’), country-folk crepuscular (‘Haz un acto de amor’) y hasta post-grunge virulento (‘Agradecimiento’), sacando a pasear de cuando en cuando (incluso en los momentos más inesperados) a su célebre y ruidosa “guitarra Tormenta”.
‘Somos demasiados’ puede resultar tan insólito para quien no le conozca ya como recurrente para el que ya le conozca (aunque también procurará algún que otro arqueamiento de cejas a los bien avanzados en “corcobadismo”). Pero no cabe duda de que es uno de los discos más equilibrados en la carrera reciente de Javier. También en el plano lírico, en el que su poesía, siempre en el filo entre lo sublime y lo sonrojante, equilibra reflexiones sobre la podredumbre del superpoblado y mal llamado primer mundo (con Europa como ejemplo de su decadencia) con expresiones de amor exacerbado y deseo sexual (especialmente explícito en la apasionada ‘El amor verdadero’).‘Somos demasiados’ raramente pondrá a alguien de acuerdo y seguro que no será la “cup of tea” de todo el que se aproxime a él, pero eso ya forma parte de la esencia misma del propio Corcobado. Señal clara de su carácter indómito.
Javier Corcobado presentará ‘Somos demasiados’ en Madrid el próximo día 13 de marzo, en la Sala El Sol. Después, de manera harto curiosa, él mismo se teloneará al frente de Mar Otra Vez en la Sala Loco Club de Valencia, el día 3 de abril.
Calificación: 7,3/10
Lo mejor: ‘Y yo te saqué a bailar’, ‘Un día triste y otro feliz’, ‘El día en que ya no nació ningún niño en el mundo’, ‘El amor verdadero’, ‘Agradecimiento’
Te gustará si te gusta: Surfin´ Bichos, Bunbury, Nacho Vegas, Manta Ray.
Escúchalo: ‘Somos demasiados’ (la canción) en Youtube.