Tras haber publicado dos álbumes casi consecutivos, ‘Humanz‘ (2017) y ‘The Now Now‘ (2018), Gorillaz han vuelto este 2020 para presentar no exactamente un álbum pero sí un grupo de canciones. Se trata de una serie de temas recogidos bajo la etiqueta ‘Song Machine‘ en los que el grupo virtual ideado por Damon Albarn –como catalizador musical– y Jamie Hewlett –en el apartado visual– se abre a nuevos procesos creativos con artistas diferentes a los que habían participado anteriormente en su carrera, sin necesidad de un hilo conductor. El proyecto, por ejemplo, se presentaba el pasado mes de enero con ‘Momentary Bliss‘, un single en el que colaboraban el rapero Slowthai y el dúo de punk rock Slaves. Apenas un mes después sorprendían (o no tanto, habida cuenta de la conexión regular con la cultura africana que mantiene Albarn) trabajando con la costamarfileña Fatoumata Diawara en ‘Désolé‘ y, apenas, hace un par de días, reaparecían con ‘Aries’, un tema muy distinto.
En este caso se trata de una colaboración con Peter Hook, el conocido bajista de Joy Division y New Order rechazado por sus ex-compañeros de grupo(s), y Georgia, artífice de uno de los discos del año, el bailable ‘Seeking Thrills‘. Ambos artistas invitados se suman a Gorillaz aportando la base rítmica: el primero con su característico sonido de bajo, y la segunda poniéndose a su instrumento predilecto, la batería, mientras que el resto de instrumentos y producción los capitaliza Albarn con colaboradores como James Ford (de Simian Mobile Disco, productor de referencia de Arctic Monkeys) y Remi Kabaka.
El resultado es harto curioso, puesto que en cierto modo explota la conexión bastante tangible entre los primeros New Order –los de discos como ‘Movement’– y los LCD Soundsystem de James Murphy –especialmente en esos coros engorilados (¡je!) que repiten «high tide» in crescendo–. Aunque lo mejor es que ese encuentro no es menos seductor por «fácil» que pudiera parecer a priori, con Albarn en una tesitura casi de crooner, desarrollando la melodía con cierta sobriedad. El conjunto se remata, además, con un estupendo vídeo animado marca de la casa, en el que Noodle, Murdoc, 2-D y Russel se dan un garbeo en motocicleta por un suburbio norteafricano.