De la irreverencia a la irrelevancia. Los sudafricanos Die Antwoord nos sacudieron durante la década pasada con su personal visión del hip-hop, sus polémicos agravios a otros artistas y su arsenal de imágenes desconcertantes. Su quinto álbum, el primero que conocemos desde el incierto anuncio de su separación, ha tardado 4 años en llegarnos, y no puede estar pasando más desapercibido. Son pésimos tiempos para lo políticamente incorrecto y su mensaje está quedando diluido: es difícil comprenderlo, porque si Ninja y Yolandi Visser lo explicaran demasiado y completamente en serio estarían perdiendo el 50% de su gracia. Panther Modern, uno de los raperos invitados rescatados de la escena underground, arranca ‘HOUSE OF ZEF’ pidiendo que «abramos la puerta». Hay pancartas contra «haters» colgando del cuello, proclamas de «Ninja for President», autorreferencias (‘I Fink U Freeky’) y escuchamos lo que significa el título del álbum… ¿pero dejará el público entrar a Die Antwoord acaso?
La receta sigue siendo la misma: bases hip-hop, trap, a veces tecno, trip-hop o psicodélicas suenan en segundo plano bajo unas letras mitad en inglés, mitad en afrikáans, siempre subyugantes, ora con mensajes de autoafirmación, ora pervertidas. En su objetivo de machacarnos el cerebro, ‘ZONKE BONKE’ y ‘DA GODZ MUS B KRAZY’ no pueden intentarlo más fuerte. A Moonchild la han invitado para cantar que va a «comerte el culo» mientras la oímos relamerse en una canción llamada ‘NAAI IS ’N LEKKER DING’ en la que lo primero que escuchábamos era un coro infantil. A continuación, a Smiley le han llamado para contar que «no es gay», y que «no la tiene pequeña, obviamente», pero que Ninja tiene «la polla más grande». «Siempre la he admirado», incluye la apasionante narración de ‘MY LIFE IS A PORNO’. Nada nuevo bajo el sol en una secuencia que incluye un extraño relato sobre la locura y la muerte a cargo de Roger Ballen (‘WHEN THE SUN GOES OUT’) y una balada reptante llamada ‘DON’T SLEEP’.
Tras estas dos canciones situadas hacia la mitad de la secuencia, ‘BANG ON EM’ vuelve a sacar literalmente la ametralladora, y lo cierto es que esa última parte del disco remonta entre los teclados truculentos de ‘HO$H HO$H HO$H’ y sobre todo el poder de las dos últimas canciones. ‘FUTURE BABY’ representa el éxito de un buen contraste, con la dulce voz de Ninja en las antípodas de una base industrial que ni Chimo Bayo; y el álbum se cierra con una ‘No 1’ que han querido producir bajo un manto de electro ochentero. Ninja, convertido en un crooner del synth-pop, pasea por el mundo preguntándose cómo sienta «ser nadie», sin que nadie te haga «fotos», sin «fama» y sin que «nadie sepa tu nombre», sin que a nadie «le importes», «ni te mire». Después de varios «eye rolling», ‘HOUSE OF ZEF’ se despide dignamente con una curiosa canción de despedida… ¿o es una metáfora de su presente?
Calificación: 5,9/10
Lo mejor: ‘No 1’, ‘FUTURE BABY’, ‘OPEN THE DOOR’
Te gustará si te gustan: Eminem, Enrique y Ana, Diplo
Youtube: ‘No 1’ en Youtube