Perfume Genius publicaba el pasado viernes ‘Set My Heart On Fire Immediately’, el quinto álbum de una carrera en permanente ascensión y transformación –desde su tímido pero emotivo debut ‘Learning‘ (2010) hasta el melodramático ‘No Shape‘ (2017)– y que hemos escogido como Disco de la Semana. En los próximos días publicaremos su correspondiente reseña y una entrevista que mantuvimos con el propio Mike Hadreas días atrás, pero abrimos boca destacando como Canción del Día uno de los singles más incontestables de su trayectoria, ‘On the Floor’. [Foto: Camille Vivier.]
Se trata de una canción abiertamente pop en lo musical, quizá una de las más luminosas de toda su carrera. La manera de interpretar los toques de guitarras y rítmica jamaicanas y coros doo-wop la emparentan claramente con los 80, concretamente con hits de la época como ‘Girls Just Wanna Have Fun’ de Cyndi Lauper o ‘True Blue’ de Madonna. Quizá la clave esté en el uso de la guitarra-sintetizador tan recurrente en aquella época, y que aquí interpreta un virtuoso de la música contemporánea como Blake Mills –el guitarrista, que ha trabajado desde con Ed Sheeran hasta con The Killers pasando por Fiona Apple, Andrew Bird o Weyes Blood, acaba de editar precisamente su alabado tercer disco en solitario ‘Mutable Set’–. Y no es el único música de prestigio que se suma a esta suerte de homenaje al pop de los 80: el bajo de Pino Palladino (D’Angelo, Adele, St. Vincent, Ed Sheeran), la batería de Matt Chamberlain (Elton John, Pearl Jam, Frank Ocean) y los coros de Phoebe Bridgers y su colaborador Ethan Gruska enriquecen esta ligera composición de Hadreas y su colaborador habitual Alan Wyffels. Acentuando ese perfil pop, hace unos días se lanzaba un oportuno remix de la canción a cargo del remixer especializado en dar una pátina ochentera a sus creaciones, Initial Talk.
Pero, fiel a la idiosincrasia artística de Perfume Genius, esa atractiva luz de la parte musical sirve de fondo para una turbia narrativa. En este caso, Hadreas se cuestiona qué emociones humanas menos amables que el amor se manifiestan en un crush, un enamoramiento desaforado e instantáneo. «(‘On the Floor’) es esencialmente sobre un crush que se convierte en una obsesión realmente impersonal», explicaba Hadreas a Pitchfork hace un par de días. «Un enamoramiento es algo que tú creas que parece muy egoísta en muchos sentidos, porque tú no piensas en el otr@ como una persona. Es más la idea de lo que él/la puede hacer por ti, lo que tú puedes hacer por él/la. No ha ocurrido aún, no es correspondido, así que es como una cosa palpitante. Pero sigue siendo amor, sigue siendo atención. Puede ser muy confuso», asevera.
Pero también tiene una proyección especial –como tantas de sus canciones– hacia la homosexualidad: «Cuando la escribía, pensaba en cuando eres joven y no has salido del armario, y te enamoras de alguien que parece realmente cercano y excitante, combinado con que se supone que no debes amar a esa persona. Cuando eres queer, te enseñan que lo más vergonzoso de ti es con quién deseas tener sexo, y eso sin ni siquiera haberlo hecho aún. Es una combinación extraña: esto parece amor, parece lo que quiero y lo que siento como natural, pero con una mezcla de vergüenza y miedo. No creo que me haya liberado del todo (aún) de ese combo», concluye. «La lucha me rasga por dentro», canta en el primer verso, antes de entonar en su estribillo «¿Cuánto pasará hasta que eso se borre? / ¿Cuánto, hasta que mi cuerpo esté a salvo? / ¿Cuánto, hasta que camine hacia la luz? / ¿Cuánto, hasta que este corazón no sea mío?» para concluir al final con un lamento que se clava «Sólo quiero tenerle entre mis brazos».
Para perfeccionar la poética de ‘On the Floor’, se lanzaba con un precioso vídeo en el que Mike escenifica esa lucha danzando en un ambiente rudo y rural, entre clichés de masculinidad, puros y ropas sucias, retorciéndose por el suelo… hasta que otro bailarín ataviado exactamente como él –recalcando ese egoísmo que citaba– ejerce de espejo.