Imagínate que eres una joven muchacha californiana que graba canciones con un ukelele en su cuarto de baño (literalmente) y un día, estando en el cine, te llega un mensaje de tu hermana que dice que Billie Eilish está diciendo en la tele que le gustaría haber escrito uno de esos temas.
Le ha pasado a Lav, cuyo ‘From Me, the Moon’ encandilaba a la autora de ‘When the Party’s Over‘ hasta el punto de querer haberla compuesto por razones evidentes: la extrema delicadeza de la voz de Lav, el minimalismo de una instrumentación en la que apenas es posible contar la presencia de una guitarra acústica, una melodía melancólica, clásica y atemporal que podría haber cantado tanto Tim Buckley como Scout Niblett como la última Jessica Pratt… son los ingredientes de una composición preciosa que habla sobre la redención desde un punto de vista poético que ya está marcando el carácter de su autora, quien dice escribir poemas ante todo, los cuales después convierte en canciones. «Dime si los años ya han pasado, ¿sigue la luna enamorada del sol? ¿Sigues contando todos mis pecados? ¿Perdonará tu corazón alguna vez mi piel?»
‘From Me, the Moon’ es la temprana sublimación de un estilo acústico, lo-fi y profundamente nocturno que Lav ya había explorado en sus dos primeros singles, ‘Tell Me’ y ‘Love Me, Sweet’. El espíritu de Sibylle Baier parece reconfortar a la artista, fan declarada de Molly Burch, en la soledad de su voz y su guitarra acústica… por eso sorprende que su single más reciente, ‘Wavvy’, dé tal paso adelante en cuanto a producción, al adentrarse en los caminos del lo-fi hip-hop de moda. La artista afirma que la canción, de melodía igualmente familiar en el buen sentido, es un «himno para las zorras», pero la producción remarca la textura del siseo del vinilo y no puede ser más delicada.