No se puede decir que el hype de Fontaines D.C. se haya extinguido con su segundo álbum: más bien todo lo contrario. Si en ‘Dogrel’ canciones como la urgentísima ‘Big’, ‘Sha Sha Sha‘ y la compleja ‘Boys in the Better Land’ sonaban como clásicos que siempre nos acompañarían, lo mismo puede decirse de una serie de canciones que encontramos en ‘A Hero’s Death’, nuestro «Disco de la Semana». Ahí están el agitado sencillo ‘Televised Mind’, el desangelado y poético tema que abre el álbum ‘I Don’t Belong’, el primer single homónimo y canciones con todo el potencial para ser un enorme cuarto o quinto sencillo como es el caso de la trotona ‘I Was Not Born’ y ‘A Lucid Dream’. Canciones con títulos tan enormes como ‘Love Is the Main Thing’ o ‘Living in America’ tampoco van a pasar desapercibidas, pues desprenden el suficiente carisma como para jamás ser confundidas con otras. Foto: Ellius Grace.
Las melodías reptantes de la banda y sus letras existencialistas han conectado con el público en muy poco más de un año, pues hay que recordar que ‘Dogrel‘, a todas luces uno de los mejores discos de 2019, salía en abril del año pasado, y tan sólo 15 meses después ha llegado este segundo álbum que a todas luces será también uno de los mejores de 2020. Curiosamente, aunque el clima que vivimos no es el mejor para un grupo de 5 chicos de punk, con la música latina y los ritmos antiguamente conocidos como «trap» y «urban» dominando listas y playlistas, la banda ha triunfado.
Sin que sus conciertos sean dechados de energía brutal, al menos hasta lo visto en el FIB 2019, cuando presenciamos algo más meditado y atormentado que salvaje (volverán a nuestro país en marzo de 2021, en principio), Fontaines D.C. están logrando situarse como una de las bandas más queridas de su generación. Esta semana, si el streaming de Taylor Swift o similar no lo impide, ‘A Hero’s Death’ será el nuevo número 1 oficial en álbumes de Reino Unido. Su debut se quedó en el top 9, pero sin duda su música y sus letras, estas últimas inspiradas por poetas como Yeats y James Joyce, están conectando con el desencanto del mundo este último par de años.
En Reino Unido siempre han guardado un hueco para el rock, y este 2020 han sido número 1 en la lista de álbumes Paul Weller, Liam Gallagher y Blossoms, además de Bob Dylan, pero todos sabemos que lo habitual es ver a Dua Lipa, Drake, Lewis Capaldi o Juice WRLD (casi siempre solistas de pop, rara vez grupos y menos de guitarras, a lo sumo más versátiles como The 1975) en la cima a día de hoy. Visto el tímido apoyo de Radio 1 (BBC), que ha incluido en sus playlists ‘Televised Mind’ (en modo «C», no en el «A», ni en el «B», pero menos da una piedra), algo a lo que no pueden aspirar otros artistas más ruidosos como IDLES, el fenómeno Fontaines D.C. recuerda un poquito al apogeo del hype británico de finales del siglo XX. Lo cual es bastante gracioso porque ni son británicos ni hacen exactamente punk.
Procedentes de Irlanda, y han hecho de su procedencia de Dublín una de sus señas de identidad desde el icónico vídeo de ‘Big’, Fontaines D.C. están ocupando una parte del espacio que el NME dio a Joy Division entre 1979 y 1980 o el que dio al Brit Pop en los 90. Este mes de junio el grupo protagonizó de hecho la portada del semanario británico -ahora virtual-, ese lugar otrora tan importante que Oasis llegaron a ocupar hasta 56 veces (sin contar las portadas referidas a sus carreras en solitario). Antes de que el público internacional virara hacia la crítica americana gracias a medios como Pitchfork, Stereogum o Gorilla vs Bear, era la prensa británica la que cortaba el pescado, normalmente ensalzando a grupos británicos. Con el post-Brit pop en punto muerto, fue muy significativo que el mismo NME diera una portada en 2008 a las 25 mejores bandas americanas, destacando a Vampire Weekend, pues los tiros estaban yendo por otros derroteros. El fenómeno Fontaines D.C. -como antes Arctic Monkeys- parece conectar con los viejos tiempos, y en este caso con mayor unanimidad crítica que Blossoms: a pesar de ser irlandeses, Fontaines D.C. pueden optar al Mercury Prize y de hecho ya fueron nominados con ‘Dogrel’… finalmente perdiendo contra Dave.
No parece probable que dentro de más de un año se acuerden de ellos en el prestigioso premio, pues este 2020 ya se han jugado las cartas y Fontaines D.C. han llegado esta vez fuera de plazo. Quién sabe qué discos aguardan en esta temporada 2020/2021 tan incierta, pero parece difícil que el encanto de las canciones de ‘A Hero’s Death’ pueda desvanecerse. Y es que entre tiros como ‘I Was Not Born’ y ‘Televised Mind’, llama la atención el enorme número de «baladas» que encontramos en su álbum. Nótense las comillas, pero es que el disco no solo decide abrirse con la pausada ‘I Don’t Belong’, sino que después continúa con ‘Love Is the Main Thing’, se recrea en un punteo cincuentero en ‘Oh Such a Spring’ y se cierra con dos composiciones de melodía tan sentida como ‘Sunny’ y ‘No’. Y cuando a un grupo le funcionan igual las «baladas» que los números de rock, es que puede quedarse contigo para siempre.