«Como grupo, Fontaines D.C. no queremos quedarnos en un estilo»

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«Como grupo, Fontaines D.C. no queremos quedarnos en un estilo»

Fontaines D.C. han publicado este año el Disco Recomendado ‘A Hero’s Death’, un trabajo de post-punk de ensueño en el que han dejado Dublín a un lado para entregarse al existencialismo, la ansiedad… pero también al amor y a las armonías de los Beach Boys. Hace unas semanas, antes del fallo de los Mercury, a los que este año Fontaines DC no han optado al salir su disco fuera de tiempo, tuvimos oportunidad de hablar con el guitarrista del grupo, Carlos O’Connell, sobre su nuevo disco, los mismos Mercury o sobre Taylor Swift después de que esta les adelantara en la carrera por el número 1 de álbumes en Reino Unido, sacando unas copias físicas antes de lo previsto. Carlos, que habla en perfecto español pues nació y vivió en Madrid hasta la adolescencia, es un entrevistado generoso y sincero.

¿Cómo estás pasando esta crisis?
Pasé la cuarentena en Irlanda, al oeste del país, con unos amigos y con el bajista del grupo, en una casa al lado del Atlántico en medio del campo. Fue una época buena para nosotros que nos permitió relajarnos después del año que tuvimos.

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¿Cómo te sientes al haber sacado un disco en un momento como este?
Sacar el disco ha sido extraño, pero no puedo estar más contento de que haya salido este año y de no haberlo pospuesto otro año porque esto ha significado que el grupo pueda seguir creciendo. Me ha gustado ver cómo un proyecto musical puede existir y crecer y tener impacto fuera de lo que está establecido, que es girar sin parar. La industria tiene un punto de vista según el cual los discos son solo una herramienta promocional para las giras, y el disco siempre ha sido mucho más que eso, porque es lo que queda ahí para siempre.

«Da rabia que las discográficas grandes no puedan aceptar que las pequeñas les adelanten, pero quieren mantener el orden establecido y pueden hacerlo porque tienen todo el dinero del mundo»

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¿Os gusta más grabar que tocar?
Lo que nos gusta más como grupo es escribir y grabar, pero yo particularmente echo mucho de menos tocar en directo porque no hay nada parecido a ello: cuando empieza un concierto es como tirarte por un precipicio, ya has dado el salto y no hay vuelta atrás, tienes que seguir adelante. Ese subidón de adrenalina no lo consigues en ningún otro sitio. Es cansado hacerlo todos los días durante un año entero pero lo echo mucho de menos, porque los directos son donde se produce la conexión real con el público.

¿Odiasteis mucho a Taylor Swift cuando os «quitó» el número 1 de álbumes en Reino Unido?
(ríe) Al principio me molestó, pero luego me di cuenta de que ella no nos había «robado» nada… (Taylor) es una artista que está en otra liga y ha jugado as sus cartas. Nosotros lo hicimos mejor en un principio y por eso íbamos a ser número 1, pero ella y su equipo tienen todo el dinero del mundo detrás para cambiar sus cartas y sacar unas mejores. Da rabia que las discográficas grandes no puedan aceptar que las pequeñas les adelanten, pero quieren mantener el orden establecido y pueden hacerlo porque tienen todo el dinero del mundo. Me molesta poder haber tenido la oportunidad de dar un paso por delante en la industria, y no haberlo podido hacer. Es como la historia de David y Goliath pero al final dicha historia no se ha repetido.

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«Hay bastantes niveles de industria (para que Taylor Swift nos pueda adelantar en el número 1) y eso es lo que me molesta: al final, las discográficas grandes y las independientes no están jugando al mismo juego»

El caso es que era la segunda semana de Taylor en listas y para vosotros la primera, y sacó unas ediciones físicas antes de tiempo.
Yo leí que hacía mucho tiempo que una artista femenina solista no conseguía un álbum número 1 en las «charts» de Reino Unido. Eso es un éxito increíble para ella y para las mujeres, pero hay bastantes niveles de industria (para que Taylor Swift nos pueda adelantar en el número 1) y eso es lo que me molesta: al final, las discográficas grandes y las independientes no están jugando al mismo juego.

¿Has escuchado el disco de Taylor?
No lo he escuchado. La música de Taylor Swift nunca me ha llamado la atención y como pasó todo aquello me he quedado con mal sabor de boca, pero estoy leyendo que es un disco bastante bueno, en el que Taylor ha cambiado su sonido.

En cualquier caso, vuestro disco ha sido número 2 nada menos.
Tardé semanas en poder apreciar esto porque yo quería el numero 1, pero ser número 2 es muy bueno también.

«Este año, las nominaciones a los Mercury Prize me han decepcionado»

Os quedasteis muy cerca de optar al Mercury Prize, pero vuestro disco salió fuera de tiempo… ¿No os ha sabido mal? (NdE: la entrevista tuvo lugar antes de que se fallase el ganador, Michael Kiwanuka).
No fue una decisión consciente, el disco iba a salir en abril pero nos parecía un mes horrible porque el disco se habría perdido (entre todas las noticias). Entonces había cosas más importantes a las que prestar atención. En julio ya estábamos todos más acostumbrados a la situación. Pero el disco está ahí para el año que viene. Este año me da un poco de pena no haber podido optar: pensaba que iban a cambiar el «deadline» porque se pospusieron muchos discos, pero no lo hicieron. Creo que las nominaciones son un poco flojas este año, y que hay discos bastante buenos que se han ignorado, como el de Baxter Dury. Es una lista extraña la de este año, y tampoco va a haber una ceremonia grande como la suele haber.

Siempre ha habido mucho debate sobre si a los Mercury le gusta el rock porque lo suelen dejar de lado, sobre todo el metal.
El año pasado estábamos nosotros, IDLES, black midi… Fue una selección curiosa para el Mercury, fue una muy buena selección. Este año me han decepcionado, pero tampoco han salido tantos discos este año. El año que viene va a haber muchos, todos los que no han salido este año. Habrá más competencia.

Con ‘Dogrel’ decís que todo fue demasiado deprisa, temíais quemaros demasiado rápido… y este disco contiene varias baladas, parece una reacción a aquello. ¿Os apetecía frenar también encima del escenario?
Intentamos escribir este disco ignorando todo lo que había pasado con el grupo. Por eso decidimos explorar cualquier inclinación musical que tuviéramos sin miedo y ser totalmente honestos con nuestro apetito musical. Fue una buena terapia para nosotros volver al local de ensayo donde escribimos el primer álbum y olvidarnos de todo lo que había afuera, volver a escribir como un grupo que nadie conoce.

¿Al grupo le ha cambiado esta atención a la hora de encerrarse en el estudio a escribir?
Es imposible que la atención mediática no te afecte ni te cambie, y no tienes que ir en contra de ello, la fama te cambia como persona y tienes que aceptarlo. Tienes que escribir desde el punta de vista de la persona que eres en ese momento. Habría sido un error buscar la misma inspiración de antaño, hacer otro disco sobre Dublín… Ya no somos esas personas, hace tiempo que no estamos en Dublín, la ciudad ya no nos ha podido inspirar como lo hizo con el primer disco. Con las giras terminas cansado de la música y en los viajes de furgoneta buscas algo nuevo: escuchamos música visceral como The Birthday Party, Suicide, Cabaret Voltaire… y luego escuchábamos músicas más fantasiosas que contaban historias como The Beach boys o Lee Hazlewood, quien (en su música) pintaba unos cuadros perfecto de un tiempo que ya no existe y en el que te puedes perder. Al final, consumes arte que represente cómo te sientes y creas arte que represente como te sientes.

Grabasteis el disco en Los Ángeles, no os gustó el resultado y lo volvisteis a grabar en Londres con Dan Carey. ¿Qué le faltaba a las grabaciones originales que ahora no? ¿Por que Carey ha sido importante?
Grabamos el disco primero en Los Ángeles con Nick Lunay con el objetivo de salir de nuestra zona de confort, pero el resultado no nos convencía. Las canciones sonaban bien, todo estaba bien tocado, pero sonaban como un grupo distinto, no sonaba como Fontaines D.C. Eso nos hizo sentirnos lejos de quienes somos, así que volvimos a Londres para volver a grabar el disco con Dan Carey. Y entonces ya no nos sentimos con la necesidad de crear una personalidad distinta.

¿Qué ha aportado Dan Carey a la grabación?
Dan tiene dos cosas: psicológicamente hemos podido expresarnos de manera honesta, cuando él está con nosotros es uno más de nosotros. Nos ha ayudado a aceptar todas las inseguridades que tenemos como personas y a valorar que esas inseguridades nos hacen ser quienes somos. Dan Carey es capaz de crear un espacio en el que podemos abrirnos.

Y como productor, Dan tiene una técnica que no he visto usar a ningún otro productor. Él está en el estudio y crea unas atmósferas que suenan por debajo de la música, pero que están creadas a raíz de los instrumentos. Él toma líneas directas de guitarra y bajo y las mete por una cadena de pedales para convertirlas en una especie de ruido blanco. Ese sonido representa la sensación que uno tiene cuando ve a un grupo en directo, cuando el volumen está muy alto y en el oído de la persona se crean unas distorsiones naturales debido al volumen. Son unas distorsiones que dan mucha energía y que son gran parte de nuestro sonido grabado: está por todo ‘Dogrel’ y está por todo ‘A Hero’s Death’ también. Es un sonido que crea una especie de pegamento entre todos los instrumentos.

¿Con qué canción del disco te sientes más identificado?
Hay dos canciones a las que estoy muy apegado, la primera es ‘I Don’t Belong’ porque es de las primeras que grabamos y que a mí me hizo sentir que teníamos algo nuevo entre manos, y que lo teníamos otra vez. La letra de Grian (vocalista y letrista de Fontaines D.C.) representa muy bien como nos sentíamos los meses después de que saliese el primer disco. Y después está ‘You Sad’, una canción que empezamos a escribir (el guitarrista Conor) Curley y yo en Bruselas, una noche que estábamos sin nada que hacer en uno de esos días perdidos entre giras. Él tuvo muy buen día, hizo muchas cosas en Bruselas, y yo tuve el día totalmente contrario, todo el rato buscaba algo que hacer y no encontraba nada que me dise satisfacción. A las 2 de la mañana volví a la habitación, estaba Curley tocando la guitarra y yo estaba de muy mal humor, me puse a tocar con él sin hablar durante una hora y de repente salió esta canción. Sin quererlo, aquel día perdido había merecido la pena porque me llevó a ese momento.

«Como grupo, Fontaines D.C. no queremos quedarnos en un estilo, queremos poder experimentar en todos los sonidos que nos gusten, y no estar atados a lo que ya hemos hecho»

¿De qué habla ‘A Lucid Dream’? Contadme sobre la composición de este tema, es el más escuchado del disco…
Grian escribió la letra y melodía vocal de ‘A Lucid Dream’ en casa con una guitarra acústica, te puedes imaginar cómo sonaba eso… porque la melodía es muy chocante y, para acompañarla, una guitarra acústica no pinta nada. Grian me enseñó esta canción en el aeropuerto justo antes de irnos de gira a Estados Unidos con INDLES, en torno a mayo de 2019. En la gira, entre pruebas de sonido, intentamos desarrollarla con el grupo, sacando acordes de guitarra.. pero nada funcionaba. Luego la abandonamos y cuando volvimos a Dublín se nos ocurrió meterle un ritmo de drum n’ bass porque habíamos estado escuchando mucho este tipo de música. Era obvio que la canción iba a ser muy agresiva y potente pero que a la vez necesitaba espacio ente los arreglos. Entones (Conor) Curley buscó un rollo más atmosférico en su guitarra, en el estilo de ‘Too Real’, y yo intenté escribir unos arreglos inspirados en la música de Lee Hazlewood, en todas esas líneas de guitarra que suenan muy «cowboy». Intenté sacar algo que encajase con la melodía vocal sin sobrepasarla. Que no se perdiera la intensidad de la canción. ‘A Lucid Dream’ es una canción muy distinta a todo lo que hemos hecho.

Cuando estábamos grabando en Los Ángeles, ‘A Lucid Dream’ fue la canción que nos dio confianza para ser más agresivos. Por eso la composición tiene secciones superdrásticas donde la batería se vuelve un rollo más The Doors, más jazz… y después sube con un ruido enorme de las guitarras. (Nick Lunay) nos dio la confianza para dar esos saltos tan grandes. Por tanto nuestro tiempo con Nick en Los Ángeles no fue un tiempo perdido, ya que él nos dio confianza para buscar cosas nueva y cuando nos fuimos pudimos ver con perspectiva qué cosas de las que habíamos hecho molaban y cuáles no. Nick nos ayudó a experimentar.

Has dicho que con ‘A Hero’s Death’ habéis querido salir de vuestra zona de confort. ¿Alguna idea de hacia qué nuevos lugares podríais llevar vuestro sonido?
Nosostros siempre estamos escribiendo. Por separado vamos por caminos distintos y después entre todos encontramos un camino en común. Yo no tengo ningún miedo de seguir desarrollándome como autor y músico. En octubre nos volvemos a reunir todos para escribir, pero aún nos queda mucho por hacer: me gustaría desarrollar el estilo mas tradicional irlandés que hemos tocado y la mezcla de la electrónica con el rock ‘n roll que hemos hecho en ‘A Lucid Dream’ o ‘Televised Min’. No se qué saldrá (en las nuevas sesiones) porque, cuando escribimos este segundo disco, terminamos con material para llenar tres discos enteros. ‘A Hero’s Death’ podría haber sido un disco totalmente distinto al que es ahora. Pero como grupo, Fontaines D.C. no queremos quedarnos en un estilo, queremos poder experimentar en todos los sonidos que nos gusten, y no estar atados a lo que ya hemos hecho.

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