Eartheater aparece en la portada de su último disco con alas de dragón, un diminuto bañador de perlas, tatuajes en las piernas, una trenza de burbujas y uñacas a la moda a la vez que parece emerger de un volcán en erupción, con todas esas chispas de fuego amenazando con abrasarle el trasero. ¿Es el nuevo fichaje de La Vendición? ¿Es amiga de La Zowi? ¿El nuevo alias de Kali Uchis? En absoluto: hablamos de la cantante, productora y compositora estadounidense Alexandra Drewchin, una artista de pop experimental de Pensilvania que acaba de publicar uno de esos discos que no se escuchan todos los días.
Asociada al sello PAN, Eartheater es compañera de Arca, Yves Tumor o Amnesia Scanner y además es integrante de Guardian Angel, pero en lo musical va completamente a su bola y practica una especie de de folk post-apocalíptico que absorbe todo tipo de influencias. Los primeros compases de ‘Phoenix: Flames Are Dew Upon My Skin‘, nuestro «Disco de la Semana», remiten a la obra más acústica de Grouper, pero luego el disco nos puede llevar por el post-folk digitalizado de un Bon Iver, por las orquestaciones de una Björk o por las melodías de guitarra noventeras de unos Cranberries.
¿Cranberries? Sí, en serio, y no solo por las melodías: el timbre de Alexandra se parece mucho al de Dolores O’Riordan, como demuestra el tema ‘Fantasy Collision’: es una pena que las colaboraciones de Dolores con Angelo Badalamenti no se encuentren en Spotify para agregarlas a la playlist de música parecida a ‘Phoenix: Flames Are Dew Upon My Skin’ que hoy os presentamos. Nosotros nos decantamos por ‘I Still Do‘ pues, al fin y al cabo, el debut de Cranberries es su disco más fantasmagórico.
¿Más posibles puntos de fuga en este disco grabado, por cierto, en Zaragoza? La folktrónica no es un invento nuevo y esta etiqueta sobrevuela muy evidentemente cortes como ‘How to Fight’, por lo que añadimos en la playlist temas viejos de DM Snith o, desde España, El Hijo: dos artistas que también hicieron virguerías con las guitarras y la electrónica, muy a su manera. Por otro lado, las alas de dragón de la portada de ‘Phoenix: Flames Are Dew Upon My Skin’ tienen su razón de ser: el neomedievalismo es una influencia reconocida por Eartheater y su trabajo invita a pensar en la primera Soap & Skin, en la revelación Oklou (por algún tema en concreto) y en Caroline Polachek. Dato: Eartheater toca la guitarra en ‘Ocean of Tears’.
Otras referencias que surgen al escuchar ‘Phoenix: Flames Are Dew Upon My Skin’, disco que reseñaremos próximamente, son las contemplaciones bucólicas de ‘Feels‘ de Animal Collective, el noise contemporáneo de gente como Pharmakon o The Body, el pop satánico de Lingua Ignota, el pop rudimentario de CocoRosie, las chifladuras vocales de Meredith Monk o Diamanda Galás y, cómo no, por supuesto, Kate Bush, una de las mayores influencias de Alexandra hasta el punto de que la artista ha llegado a versionar ‘Babooshka’.