El colectivo californiano Peach Tree Rascals continúa el camino hacia su EP de debut, ‘Camp Nowhere’, que saldrá el día 26 de marzo, con un nuevo single que os presentábamos hace unos días en la playlist de novedades semanal “Ready for the Weekend”. Todo ello después de haber sumado casi 200 millones de reproducciones en Spotify con la agradable ‘Mariposa’.
Algo sobrevuela también, en este caso unas sencillas animaciones, en el vídeo para este ‘LEAVE ME’ que busca y consigue ser un dechado de buen rollo. Si en ‘OOZ’ encontrábamos una especie de mezcla de Weezer y ritmos actuales, muy apta para los tiempos en que encontramos a Rivers Cuomo brillar como pocas veces este siglo en una canción de Avalanches; los coros neo-soul son el bonito fondo de esta agradable producción.
Su inspiración última podría ser Stevie Wonder, mientras la percusión recuerda poderosamente a la Amy Winehouse de ‘You Know I’m No Good’ o ‘Tears Dry On Their Own’, por el camino de la Motown. Todo ello a su vez en sintonía con la nueva ola de indie y R&B alternativo cercana a un Mac DeMarco o en España, un Sen Senra. Peach Tree Rascals están definitivamente en la línea inclasificable de Dominik Fike.
Explica el rapero y cantante Tarrek sobre el inminente EP: «‘Camp Nowhere’ nace de la idea de que mucha gente ha estado usando el aislamiento de la cuarentena para profundizar en sí mismos y descubrir qué es realmente importante para ellos. Para algunos, ha sido un descubrimiento… un nuevo hobby, o sentir que es la hora de mudarse a un nuevo lugar». Una filosofía que encontramos en ‘LEAVE ME’, pues la canción indica que pasa de malas vibraciones: «no quiero perder el tiempo, solo me importan mis cosas», si bien su estribillo quiere decir justo lo contrario de lo que indica, en imperativo, el título del tema: «¿Encontrarás a otro? Sé que quieres dejarme, pero por favor no me dejes ir».
Ajenos a etiquetas, y para muestra esa foto promocional en la que parecen una boyband, da igual de dónde, los americanos Peach Tree Rascals, hijos de inmigrantes palestinos, filipinos y mexicanos, celebran la vida tras entender que esta bien pudieran ser dos días.