Ashley Walters, que ha trabajado como asistente de Marilyn Manson, se suma a las denuncias por abusos y acoso contra el artista que se han visto en los últimos meses. La de Ashley Walters es de las que pasará por los juzgados, pues una denuncia ha sido registrada en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles.

La denuncia indica que Marilyn Manson “utilizó su posición de poder, celebridad y contactos para explotar y victimizar a Walters con promesas de colaboraciones artísticas y oportunidades creativas”. Ashley Walters comenzó a trabajar para el cantante en 2010 después de que este la contactara a través de redes sociales elogiando sus fotografías. En aquel momento ella tenía 26 años y accedió a ir a la casa de él en West Hollywood para hablar de su trabajo.

Una vez allí, se encontró con que no podía volver a su casa porque el “aparcamiento cerraba hasta por la mañana”, momento que él habría aprovechado para indicarle que se quitara la camisa, la empujara sobre una cama, intentara besarla, le mordiera una oreja o la forzara a tocarle en la entrepierna. Un representante de Marilyn Manson ha negado las acusaciones en declaraciones a Pitchfork.

El relato de Ashley Walter indica que accedió a trabajar como asistente de Marilyn Manson motivada por sus objetivos profesionales y por sus conexiones artísticas con el artista, pero denuncia varios comportamientos abusivos durante ese tiempo, aislándola de su familia y tiempo libre en vacaciones, o con burlas públicas que la hacían parecer “parte de su propiedad” o “un pedazo de carne”.

Entre las mujeres que han denunciado comportamientos abusivos por parte de Marilyn Manson están su ex Evan Rachel Wood, Ellie Rowsell de Wolf Alice y la actriz Esmé Bianco. Phoebe Bridgers también ha relatado una mala experiencia al respecto. El cantante ha sido expulsado de su sello.