Mónica Naranjo ha estrenado estos días ‘Lágrimas de un ángel’, el primer single de su nuevo disco ‘MIMÉTIKA’ y también el tema central de ‘Amor con fianza’, el nuevo programa de citas que ha presentado en Netflix la «pantera de Figueres». En el programa, que concluía su emisión el pasado 18 de noviembre, seis parejas se trasladan a una remota isla para poner a prueba su confianza sentimental.
El título de ‘MIMÉTIKA’ se debe a que el disco será un «KaleidosKopio*» de estilos y contendrá «muchas MóniKas* dentro de él», pero ‘Lágrimas de un ángel’ no ofrece un sonido rompedor en absoluto, sino que desarrolla claramente el tipo de rock electrónico oscuro explorado por Mónica ya en ‘Lubna‘ o en sus recientes proyectos sinfónicos. De hecho, la canción ha sido producida por el escocés Chris Gordon, miembro de la banda de rock electrónico Union of Knives, que ha colaborado con Ladytron. Se entiende por dónde van los tiros: el drama, la oscuridad y cierta estética gótica y glacial predominan en ‘Lágrimas de un ángel’. El synth-pop de ‘¡Hoy no!’ pasa a mejor vida de momento.
Por un lado, ‘Lágrimas de un ángel’ no es tan divertida como esa versión de Kim Gordon que era mejor que la original, porque sí, esto puede suceder. Por el otro, hay que recordar que ‘Jamás‘ era una gran canción y ‘Lágrimas de un ángel’ recuerda a ella en el ejercicio de contención que realiza en sus primeros minutos solo para desahogarse en un final furibundo de esos que tanto le gustan a Móni-K.
En las estrofas de ‘Lágrimas de un ángel’, Móni-K utiliza su habitual registro gatuno para pedir que «abran paso a una diosa» que ha sido «desterrada» de los infiernos y en el estribillo opta por otro bastante comedido que contrasta con el ABSOLUTO drama que, poco a poco, van creando detrás de ella la amalgama de percusiones y cuerdas sinfónicas. Se avecinan tormenta y tempestad.
Por supuesto, Mónica no se va a ir sin poner los puntos sobre las íes y, en ‘Lágrimas de un ángel’, regala un final vocal de esos que vuelan pelucas, abren los mares en dos y parten la carcasa de la Tierra. La artista «baila al filo del abismo» y recuerda que «bailé descalza con la muerte» pero que ha vuelto a renacer de la oscuridad. Su furia hace que lluevan «ratas» en lugar de gotas de agua, lo cual dibuja una imagen bastante siniestra para haber sido usada en un programa de citas, pero en ‘Lágrimas de un ángel’ Mónica sigue haciendo lo que mejor se le da, ser fiel a sí misma.