A lo largo de los últimos meses el dúo formado por la artista murciana de spoken work Laura Sam y el ex WAS (We Are Standard) Juan Escribano ha publicado 4 canciones. Algunas de ellas nos han hecho pensar sobre ese ‘Algoritmo’ que todo parece manejarlo en el mundo musical o sobre el nacionalismo en ‘España’, un tema que planteaba qué es ser un buen o una buena español/a. Foto: David Herranz.
Ahora presentamos la 5ª de sus canciones, ‘No quiero ser yo’, que es hoy nuestra «Canción del Día». ‘No quiero ser yo’ plantea «quién no ha sentido alguna vez el deseo de desaparecer, de dejar de ser quien se es». Este tema habla de la posibilidad de hacerlo, en busca de la libertad. La descripción del tema en Youtube nos indica que la pista busca la luz a cámara rápida en busca de «una salida de emergencia que nos libra del yo y sus neurosis». Huye «de la persona que creemos ser y no conseguimos reconocer en una sociedad que intenta convertirnos».
‘No quiero ser yo’ se plantea como «una historia de resistencia pasiva y de revolución interior». Es «el grito de una generación que no encuentra sitio ni identidad en un mundo gris y adormecido». Para darle un sentido generacional al tema se estrena un vídeo dirigido por el artista Derek Van Den Bulcke, con estilismo de la diseñadora Maritrini Mantequilla (creadora de Mantekillah y una de Las Culpass). Además de esta, aparecen representantes de la creatividad millennial como Candela Garazi, Diego Lobenal o Daniel Hernández.
El vídeo contiene guiños «al punk y al Bilbao sucio y gris de los 80» para representar la angustia de la generación millennial, como los versos de Laura Sam, que esta vez encuentra uno de sus estribillo más cristalinos: «No quiero ser yo, joder, liberarme».
‘No quiero ser yo’ es el relato de una lucha. Primero con nosotros mismos, algo plasmado en ese «no intentar poseer mi cabeza». Después, con el resto, algo manifestado a través de esos «soldados cayendo y huyendo» aunque «afuera no existe la guerra». Finalmente dando a entender como mínimo a través de su videoclip, que será gracias a ese caminar juntos y a la lucha social que los temores serán escuchados. Juan Escribano redondea todo este sentir a través de un fondo apocalíptico, como el que aportaron Godspeed You! Black Emperor a la banda sonora de ’28 días después’, a través de punteos y sutiles crescendos.