¿Es la representación Serbia “avant-garde” como dicen por ahí? Desde luego lo es en un contexto eurovisivo. ‘In corpore sano’ dejó anonadada a Europa el pasado jueves en la segunda semifinal de Eurovisión, logrando la clasificación para la final de esta noche. Es hoy nuestra “Canción del Día”.
Con casi 3 millones de visualizaciones en estos 2 días, esta performance -pues no puede llamarse de otra forma-, es la actuación de Eurovisión más vista de la semana, superando incluso a esa bestia escénica llamada Chanel. ¿Qué nos está contando Konstrakta cuando aparece sobre el escenario lavándose las manos?
‘In corpore sano’ se entiende como una crítica al sistema sanitario serbio en la crisis del coronavirus. De ahí la variedad de mensajes que podemos extraer de ese lavar de manos, desde los políticos que ignoran las necesidades más básicas de la gente, a la desesperación de la parte más vulnerable de la población tratando de huir de la muerte… lavándose las manos y poco más en los primeros días de la pandemia.
Un temor expresado perfectamente con una producción sobria, con unas cuerdas graves que acentúan el contenido de la canción. La letra repite «in corpore sano, in corpore sano», la música denuncia que no lo está en absoluto.
Aparte de la extrañeza que generan algunos planos de Konstrakta y ese falso error que supone la parada a los pocos segundos de comenzar la grabación, hay un uso excelente de los subtítulos en el montaje. Serbia no ha querido entregarse al inglés, pero se han encargado de que no quede una sola persona en Europa sin comprender su mensaje: “Dios nos da salud, pero yo soy dejada a mi suerte”.
Una idea excelente que termina con todas las conocidas dificultades lingüísticas de Europa, con la disyuntiva entre inglés e idioma propio, y en la que, de manera absurda, nadie había caído. Desde ya, pertenece a la historia del festival.